Un informe de Defensa revaloriza Cataluña como eje energético para suministrar gas a Europa
El Instituto Español de Estudios Estratégicos reedita un informe en medio de la crisis diplomática con Algeria en el que aboga por impulsar el gas de este país
El Instituto Español de Estudios Estratégicos acaba de reeditar un informe, de abril de 2021, que reitera su apuesta por Cataluña como principal nuevo eje energético de Europa para garantizar el suministro de gas procedente de Argelia a todo el continente. En plena crisis por la guerra en Ucrania, el think tank dependiente del Ministerio de Defensa publicó el pasado 18 de marzo el informe actualizado en su web, titulado Geopolítica de la energía en el Magreb. Auge y declive de dos potencias energéticas. Los casos de Argelia y Libia, y elaborado por uno de los analistas de referencia en inteligencia militar, el coronel Ignacio Fuente Cobo.
En el informe se expone que «sería necesario terminar el gasoducto Midcat, que conectaría Cataluña con Francia y permitiría la extensión del Medgaz, lo que a buen seguro supondría un acicate para el incremento de la producción y demanda del gas argelino». Y añade que si se completara este gasoducto, a través de los Pirineos, «España reduciría su vulnerabilidad ante eventuales interrupciones de suministro del Norte de África, al tiempo que podría suministrar gas argelino a la UE, con numerosos beneficios como país de tránsito».
El análisis de Fuente Cobo fue publicado el mismo día en el que se hizo pública la carta de Pedro Sánchez en la que se alineaba con la posición defendida por Rabat para que el Sahara Occidental se convierta en una región autónoma dentro de Marruecos. Este giro histórico a la política exterior de España auspiciado por el presidente del Gobierno ha tenido consecuencias en las relaciones con Argelia. Como avanzó THE OBJECTIVE, ha rechazado que su aerolínea de bandera, Air Algérie, abra nuevas rutas en España. El informe de Defensa, sin embargo, aboga por el gas argelino pese a la crisis diplomática abierta por Sánchez con las autoridades argelinas y en detrimento del gas de Rusia.
«Argelia, por su parte, mejoraría su posicionamiento en el mercado mundial del gas. Para ello, habría que superar las reticencias del gobierno francés, que ha venido impidiendo la materialización de este proyecto y cuyo presidente Macron declaró en la cumbre de Lisboa de julio de 2018 que «no vamos a construir gasoductos a menos que el consumo sea importante»», prosigue el informe.
Aragonès, a favor del Midcat
La difusión del documento no ha pasado desapercibido entre los lobbies de diplomacia y relaciones internacionales ni tampoco en centros y laboratorios de ideas de la órbita de la geopolítica y la transición energética. De hecho, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, fue el primero en reabrir el debate sobre la necesidad de finalizar el gaseoducto Midcat estancado en Hostalric (Gerona) y así se lo transmitió al jefe del Ejecutivo en la última conferencia de presidentes autonómicos celebrada en La Palma.
Aragonès decidió asistir a última hora a dicho encuentro debido a la situación «extraordinaria» de guerra en Ucrania y aprovechó para instar a Sánchez a impulsar el gaseoducto que prevé conectar Cataluña con Francia. Su planteamiento para que cosechara el apoyo de sus electores era que ante la «crisis energética» se debía retomar la construcción de este canal para que pueda servir en un futuro para albergar hidrógeno verde. Aunque el informe del coronel no menciona esta posibilidad, es cierto que muchos de estos gaseoductos también están capacitados para canalizar este tipo de energías procedentes de fuentes renovables.
Como informó este medio, Cataluña es una de las regiones más atrasadas en impulsar proyectos de descarbonización de su economía, y la reactivación del Midcat tiene buena acogida pese a que la inteligencia militar española lo interprete como una «oportunidad» para consolidar a España «como país de tránsito» y para avanzar hacia una «Unión Energética» cuyo centro de gravedad esté en una Cataluña conectada con Europa y sin flirteos extracomunitarios: «Esta línea de acción estratégica converge con la española y con la propia de la Unión Europea, que aboga por una interconexión energética a nivel continental desde el Este, el Norte y el Sur que permita conformar una hipotética y, todavía, lejana Unión Energética en la que estén diversificadas las fuentes de abastecimiento».
Ahuyentar la injerencia rusa en Cataluña
En un ejercicio de pragmatismo político, el documento publicado por Defensa también señala que la «lógica estratégica indica que el interés de Argelia pasa por potenciar la ruta más corta y de menor coste que lleva el gas a través de España, lo que se ve actualmente limitado por la falta de infraestructuras que lo hagan llegar al corazón del continente europeo, irrumpiendo en un mercado que hasta ahora sigue siendo resistente a la competencia abierta debido a la fuerza de los monopolios estatales».
Es decir, abren la puerta de forma implícita a solventar eventuales crisis diplomáticas de España con Algeria mediante la interdependencia económica y sin sufrir «interrupciones» por parte de Marruecas. Además, enmarcan esta operación en un escenario en el que «las relaciones entre Rusia y Europa se deterioran», tal y como ha sucedido tras el estallido de la guerra en Ucrania.
No es la primera vez que la inteligencia militar española analiza la cuestión del gaseoducto Midcat como un elemento de distensión de las tensiones territoriales internas. Como publicó El Món, el 9 de noviembre de 2014, el entonces director del IEEE y actual director del Departamento de Seguridad Nacional de la Moncloa, el general Miguel Ángel Ballesteros, afirmó en una conferencia en el Círculo Ecuestre de Barcelona que la materialización de este nuevo enclave energético podía resultar útil para reforzar la unidad de España.
En su conferencia, que versaba sobre el terrorismo del Estado Islámico, el general también puso sobre la mesa cómo la política de Rusia de frenar los proyectos de gaseoducto en los países bálticos podía propulsar Cataluña como pieza clave del mapa de la logística energética europea. En aquel momento, además, ya se alertó de un interés del Kremlin de desestabilizar el continente aprovechando el auge del procés independentista y con el fin de boicotear el paso del Midcat por la región. Con todo, y debido al contexto bélico actual, la idea del gaseoducto vuelve a situarse en el debate público. Y en esta ocasión tanto Defensa como el Govern parecen coincidir en su análisis.