El Gobierno eleva a 46.367 euros los masajes con dinero público al personal del Cervantes
La institución que dirige García Montero justifica la discriminación a los empleados que trabajan fuera de España «por la dispersión geográfica»
El Gobierno avala que el Instituto Cervantes subvencione con dinero público un servicio de fisioterapia para sus trabajadores de las sedes en Madrid y Alcalá de Henares «con un máximo de tres sesiones al año». Además, eleva a 46.367,75 euros el gasto en esta partida que empezó en 2015, lo que implica «unos 29,5 euros por persona y año de media», según una respuesta parlamentaria a las diputadas de ERC Montserrat Bassa y Marta Rosique a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
La institución que preside Luis García Montero es la única de todo el Ministerio de Asuntos Exteriores que ofrece este servicio de masajes a sus 300 empleados repartidos en sus sedes centrales, con independencia de si lo necesitan o no por prescripción médica, según desveló este periódico a mediados de febrero. Además, excluye del mismo al resto del personal que trabaja en los Cervantes repartidos por todo el mundo.
En el resto de ministerios, solo el de Defensa cuenta con contratos similares de fisioterapia en algunas bases aéreas como las de Torrejón, Morón o Albacete ya que los pilotos del Ejército del Aire se ven sometidos a un estrés muscular y mental continuo fruto de las maniobras y vuelos que realizan con los cazas y otros aparatos.
El Ejecutivo señala en su respuesta parlamentaria que este servicio está negociado con el Comité de Seguridad y Salud Laboral del organismo -es decir, entre la dirección y los sindicatos- y que se encuentra «dentro de las políticas de salud laboral» impulsadas desde la Dirección de Recursos Humanos.
«No es un servicio continuo, se ofrecen 2 o 3 sesiones anuales. No es un servicio de masaje, ya que la fisioterapia es una disciplina médica que previene patologías y tratamiento mediante diversas técnicas, como la osteopatía, reeducación postural, ejercicios terapéuticos, entre otros», se subraya de inicio.
«Debido al trabajo sedentario y a las malas posturas (…) se propone subvencionar un máximo de 3 sesiones de fisioterapia para los trabajadores/as en Madrid y Alcalá de Henares»
Respuesta del Instituto Cervantes
«Durante los últimos años se han multiplicado las empresas y organismos que realizan intervenciones y campañas directas de promoción de la salud entre sus empleados, dado que existen evidencias claras del impacto de las mismas, no tan solo en la salud de las personas trabajadoras, sino también, en la productividad, calidad del servicio, competitividad y reducción de los costes derivados del absentismo laboral por enfermedad», argumenta el Gobierno.
En este sentido, el Ejecutivo estima que por cada euro invertido en programas de promoción de la salud en el trabajo se genera un ahorro «de entre 2,3 y 5,9 euros en costes de enfermedad». Tras ello, hace un desglose del gasto que ha tenido este servicio de fisioterapia en las sedes centrales del Cervantes desde 2015.
Ese año se empezó con 6.667,50 euros. En 2016 se redujo a 3.779,50 euros, pero en los siguientes años se ha ido incrementando poco a poco: 5.520 en 2017, 6.554 en 2018, 7.844 en 2019, 6.951,65 euros en 2020 pese a que la pandemia cerró los centros de fisioterapia durante meses y, por último, 9.051,10 en 2021. Por lo tanto, desde el inicio de este servicio, el Instituto Cervantes ha desembolsado 46.367,75 euros. El último de los contratos, del pasado 7 de febrero, asciende a 4.000 euros y la empresa adjudicataria es Kiné Fisioterapia y Osteopatía.
El Cervantes justifica la discriminación con el resto de empleados
La institución que preside García Montero justifica la discriminación que sufren el resto de empleados que trabajan fuera de Madrid y Alcalá de Henares de la siguiente forma: «Los trabajadores de la sede y de los centros tienen programas diferenciados de salud laboral dadas las circunstancias de dispersión geográfica, este servicio no se puede ofrecer a los trabajadores/as de los centros» repartidos por el mundo. El Cervantes está presente en 87 centros distribuidos en 44 países por los cinco continentes.
«Debido al trabajo sedentario y a las malas posturas que se realizan durante el trabajo en oficina y con pantallas de visualización
de datos, se producen numerosas patologías osteomusculares», se indica en la memoria justificativa del contrato de este 2022 para el servicio de fisioterapia. «Por ello, para evitar su aparición, se propone subvencionar un máximo de 3 sesiones de fisioterapia para los trabajadores/as del Instituto Cervantes en Madrid y en Alcalá de Henares que es donde se encuentran las sedes del IC».