Carmen Calvo duda de la legalidad del pacto PP-Vox: «Da carta de naturaleza al machismo»

La presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados y ex vicepresidenta del Gobierno de España, Carmen Calvo, ha puesto en duda la constitucionalidad y la legalidad del pacto entre Vox y el PP en Castilla y León ante lo que ha calificado como una «institucionalización del machismo». La socialista ha asegurado que este acuerdo supone una amenaza real para el feminismo en España.

En declaraciones a los periodistas en Córdoba, junto a la secretaria general de UGT-A, Carmen Castilla, y la secretaria de Igualdad de UGT Córdoba, Francisca Haro, antes de participar en la jornada ‘Siempre Adelante’, organizada por UGT Córdoba por del Día de la Mujer celebrado el 8 de marzo, Calvo ha indicado que «se ha dicho que sí al retroceso de lo que está en nuestras leyes, en los tratados internacionales, en el convenio de Estambul y en la jurisprudencia de nuestros tribunales».

En su opinión, «el feminismo tiene en este momento grandes amenazas«, dado que «la misoginia ha vuelto y en Castilla y León el machismo se ha organizado institucionalmente«, ha advertido la exvicepresidenta del Gobierno de España.

Así, ha expuesto que no sabe «hasta qué punto es constitucional y legal el acuerdo al que llegó al PP con Vox en Castilla y León, porque está en dirección contraria a toda la estructura jurídica con la que las mujeres hemos avanzado en la lucha contra la violencia específica que sufrimos por el hecho de ser mujer».

El Estado de Derecho tiene que responder

Ante ello, Calvo ha subrayado que «el Estado de Derecho tiene que responder contundentemente a lo que pueda estar pasando» en Castilla y León, al tiempo que ha mantenido que «las mujeres y los hombres demócratas, el feminismo como gran propuesta política tiene que encontrar respuestas continuamente a esto».

Entretanto, ha manifestado que UGT es «un sindicato que está en el canal importante de la democracia española, que es el feminismo y la igualdad», a lo que ha agregado que «la democracia del siglo XXI es sostenible si hay respuesta para los problemas de las mujeres, si no la democracia tendrá muchas dificultades de sostenibilidad política, porque no somos un colectivo, ni un grupo, sino más de la mitad de la población».

«Cada día las mujeres somos más conscientes de nuestro verdadero poder político, que es también nuestro poder electoral», ha reivindicado, para defender que «cada día las mujeres ejerciendo nuestra ciudadanía somos mucho más rigurosas exigiendo respuestas a problemas concretos y reales».

Al respecto, Calvo ha apuntado a «hacer compatible la maternidad con el trabajo«, puesto que «las mujeres jóvenes de este país tienen dificultades insalvables para hacer compatible su decisión de ser madre o no y la capacidad de ser independientes económicamente», a la vez que ha ensalzado que «el objetivo último del feminismo es la libertad del proyecto personal de cada mujer en esta vida».

En este sentido, ha señalado que «se habla de abolir la prostitución, porque no es un trabajo; de impedir que nuestro cuerpo pueda ser alquilado o vendido mediante vientres de alquiler; de la calidad del ascenso en el currículum profesional y del menor poder económico empresarial laboral que las mujeres seguimos teniendo, con datos que cantan por sí solos; de la brecha salarial; de las mayores cotas de desempleo en las mujeres o el tipo de contratos que las mujeres tenemos, de jornadas reducidas o contratos mucho más precarios».