Piqué defendió que «el fútbol es de los aficionados» tras recibir millones por llevar la Supercopa a Arabia
El jugador negoció en secreto con el presidente de la Federación el cobro de más de 24 millones de euros en comisiones por mediar en la operación
El segundo capitán del FC Barcelona, Gerard Piqué, defendió la necesidad de devolver al aficionado al centro de las competiciones deportivas mientras pactaba comisiones millonarias con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para repartirse los beneficios que conllevaría trasladar la Supercopa de España a Arabia Saudí. Los ingresos finales para ambos habrían sido unos seis millones por temporada para la Federación y cuatro para Kosmos Holding, organizadora del evento y dirigida por Piqué.
En un mensaje publicado en la red social Twitter, el defensa salía al paso tras conocerse la decisión de su equipo de unirse a la propuesta la Superliga planteada por el Real Madrid y pedía al club dar marcha atrás a pesar de los ingresos millonarios que llegaría a suponer.
‘Geri’ pedía devolver el fútbol a los aficionados mientras negociaba con ‘Rubi’
Mientras publicaba este mensaje, el jugador, aún en activo, encabezaba las reuniones con el presidente de la RFEF, Luís Rubiales, para el reparto de millones de euros en comisiones para ambos por trasladar la competición al extranjero, información desvelada por el diario El Confidencial tras recibir varios mensajes filtrados de varios altos cargos del máximo organismo del fútbol español y que muestran un tono amistoso entre ambos con el uso de apelativos como ‘Geri’ y ‘Rubi’.
El celebrar esta competición en un país como Arabia Saudí (en el que las mujeres están condenadas a vivir por debajo de los hombres al tener menos derechos que ellos y en el que impera la ley islámica que permite la pena de muerte) fue una de las primeras crisis a capear por Rubiales. El mandatario estuvo cerca de dar un paso atrás por la mala imagen que proyectaba esta operación, a lo que el defensa culé contestó con la cantidad que recibirían ambas partes por la operación (y el que podían sacarle al Gobierno del país): «A ver, Rubi. Si es un tema de dinero, si ellos [el Real Madrid] por 8 irían, hostia tío, se paga 8 al Madrid y 8 al Barça… a los otros se les paga 2 y 1... son 19, y os quedáis la Federación 6 kilos, tío. Antes de no quedaros nada, os quedáis 6 kilos. Y apretamos a Arabia Saudí y a lo mejor le sacamos… le decimos que si no el Madrid no va… y le sacamos un palo más o dos palos más».
Además de los problemas morales (como la difícil situación que podrían vivir las mujeres que desearan acudir a las gradas de los estadios por la ostracismo al que están condenadas) que planteaba hacer negocio en este país, también cabe preguntarse si celebrar el torneo a más de 5.000 kilómetros de España era lo mejor para el aficionado que Piqué aseguraba que había que defender.
El papel del segundo capitán culé en la negociación supone un nuevo problema por el que ambas partes deberán dar explicaciones. Las reuniones entre el presidente de la Federación y un jugador en activo en los despachos de la RFEF o incluso en los vestuarios tras varios partidos pueden poner en duda la limpieza del máximo organismo del fútbol español, quien ha ocultado durante estos años el papel de Kosmos en las negociaciones e incluso llegó a rechazar que la Federación hubiera pagado a la empresa (algo que, si bien es en parte cierto, no explica por qué Rubiales medió, tras un mensaje de Piqué, con el Gobierno del régimen árabe para asegurar el pago a la compañía del jugador).