Feijóo dimite este viernes de la Xunta y seguirá un mes más como diputado raso en Galicia
El nuevo líder del PP prevé ceder el testigo a Alfonso Rueda en quince días, pero su paso al Senado aún llevará unas semanas más
El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, dimitirá este viernes del cargo que ha ostentado en los últimos 13 años. Un paso histórico, pues nunca se ha dado en la historia democrática de esta comunidad autónoma, que activará el proceso de su relevo en el ámbito institucional.
La sucesión al frente de la Xunta finalizará dentro de dos semanas con la investidura y toma de posesión de su delfín, el actual vicepresidente primero, Alfonso Rueda. Sin embargo, el nuevo líder del PP seguirá como mínimo hasta finales de mayo como diputado raso dentro del Parlamento gallego hasta que se formalice su paso al Senado.
Feijóo está midiendo con sumo cuidado los pasos que tiene que dar en su salida de Galicia para no perder su plaza de funcionario del Cuerpo Superior de la Administración General de la Xunta, según desveló THE OBJECTIVE. El mandatario gallego se convirtió en funcionario autonómico en 1985 y desde julio de 1991 se encuentre en situación de servicios especiales tras su nombramiento como secretario general técnico de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Montes en la primera legislatura de Manuel Fraga al frente de la Xunta. Durante todo este tiempo ha ido sumando trienios y generando antigüedad.
Si Feijóo dimitiese ahora como diputado autonómico sin antes haber accedido a otro cargo público -por ejemplo, el de senador por designación autonómica- perdería el puesto que le han guardado durante más de tres décadas. Su nueva condición de presidente nacional del PP no le serviría para mantener dicha plaza como funcionario, de ahí que para el sucesor de Casado sea fundamental entrar en el Senado. Mientras llega ese momento, que será a finales de mayo o principios de junio, seguirá como diputado autonómico.
La sólida mayoría de Feijóo
Tras firmar su renuncia como presidente de la Xunta este viernes, Feijóo se quedará como presidente en funciones y empezará la liturgia parlamentaria de la sucesión: el presidente del Parlamento gallego, Miguel Ángel Santalices, hará una ronda con partidos -solo hay tres portavoces: PP, PSOE y BNG- y propondrá a Rueda como candidato a la investidura. Los populares gallegos cuentan con una sólida mayoría absoluta -42 escaños cuando ese umbral está en 38-, así que no habrá sorpresas. Feijóo ya ha adelantado que votará a favor de su delfín «a finales de la primera quincena de mayo».
Tras ello deberá dimitir el senador por designación autonómica que le tiene que dejar un hueco a Feijóo. Todo indica que el ‘sacrificado’ será el exalcalde de Portomarín, Juan Carlos Serrano, quien llegó a la Cámara alta hace apenas medio año en sustitución de Jesús Vázquez.
Serrano es un dirigente cercano a Feijóo y ya ha puesto su cargo a disposición del nuevo presidente nacional del PP, para que pueda confrontar contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en lo que queda de legislatura. La otra opción, la de la viguesa Elena Muñoz, implica más sacrificios para Rueda, ya que ella no le apoyó en el último congreso provincial.
Muñoz fue consejera de Hacienda con Feijóo de 2012 a 2019, cuando salió de la Xunta para competir contra Abel Caballero en las municipales de Vigo. La victoria del alcalde socialista fue aplastante: el PSOE logró 20 concejales -cuando la mayoría absoluta está en 14- dejando apenas cuatro representantes del PP. Tras ello, la dirigente viguesa fue compensada con un puesto en el Senado. El hecho de que esté enfrentada a Rueda ha provocado que la futura dirección del PPdeG prefiera tenerla alejada en la Cámara alta.
Feijóo tomó las riendas del PP nacional en el congreso extraordinario de Sevilla de principios de abril. Ya antes, por obligación de los estatutos populares, tuvo que dimitir como líder del PP en Galicia. Para acometer su sustitución en el partido, el PPdeG celebrará el 18º Congreso extraordinario los días 21 y 22 de mayo en Pontevedra. Tras recabar el apoyo interno de los representantes de las otras tres provincias y de los principales líderes del partido, Rueda anunció que optaría a dirigir la formación en un proceso en el que no ha tenido rivales.
La ‘era Feijóo’ en Galicia concluye, por tanto, poco más de 13 años después de su primera toma de posesión, en el año 2009. el barón autonómico ganó por primera vez las elecciones en Galicia el 1 de marzo de 2009 con una mayoría absoluta ajustada que le permitió expulsar de San Caetano, sede de la Xunta, a la coalición formada por PSdeG (con Emilio Pérez Touriño como presidente) y BNG (con Anxo Quintana como vicepresidente).
El orensano de Os Peares ha revalidado y ampliado sus mayorías absolutas en otros tres comicios autonómicos consecutivos, el último celebrado en julio de 2020, en un contexto marcado por la pandemia. Y ahora, con 60 años y en mitad de su cuarta legislatura, le cede el testigo a su ‘número dos’ para centrarse en su nueva andadura en la política nacional. De sus predecesores, todos dejaron la Xunta tras perder unas elecciones a excepción de Gerardo Fernández Albor, quien perdió una moción de censura en 1987.