Moreno abraza la mayoría en Andalucía y podría zafarse del apoyo de Vox, según una encuesta
El PP se alejaría de su principal perseguidor, el PSOE, por casi 20 escaños de distancia y sumaría más que toda la izquierda en conjunto
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. | Joaquín Corchero (Europa Press)
Juan Manuel Moreno Bonilla rozaría la mayoría absoluta y sumaría más que toda la izquierda en conjunto en las próximas elecciones para la Junta de Andalucía del 19 de junio. El candidato del PP revalidaría la presidencia de la comunidad e incluso podría tentar la posibilidad de alcanzar un Gobierno en solitario, sin el apoyo de Vox o de Ciudadanos de por medio, y llegar así a la meta por la que se han adelantado los comicios.
Estos son algunas de las conclusiones que pueden leerse en la encuesta de IMOP-Insights para El Confidencial, que aupa a Moreno Bonilla a la horquilla de los 50 y los 53 escaños y el 40,2% de los votos. Estas cifras duplican y sobrepasan los resultados de 2019, cuando los populares fueron segundos con 26 representantes y necesitaron de la ayuda de los de Juan Marín para arrebatar la victoria a los socialistas.
Sin embargo, no parece que el PSOE, liderado por el exalcalde de Sevilla Juan Espadas, tenga alguna alternativa de poder arrebatarle la presidencia a los populares ante los malos resultados generalizados que señala este sondeo y quedarían relegados a la oposición. La formación sumaría entre 33 y 35 diputados y un 27,7% de los votos, empeorando en 0,2 puntos los resultados de 2019 (algo que las propias encuestas del partido señalaban y que incluso han llevado, como te contamos solo en THE OBJECTIVE, a encender las alarmas en Ferraz).
Vox se estanca y la izquierda no logra sumar
En tercera posición se fija Vox, que en la tarde del jueves designaba a Macarena Olona como candidata a la Presidencia de la comunidad y confirmaba la exclusiva dada por este medio en el mes de noviembre. Con la diputada nacional al frente, los de Santiago Abascal buscan mejorar los resultados de los anteriores comicios (con el exjuez Francisco Serrano al frente y con la herida de la corrupción aún fresca).
De celebrarse hoy, sumarían entre 14 y 15 representantes y un 13,5% de los votos, lo que representa un crecimiento moderado con respecto a 2019 (12 y 11%), pero sirve para poder ser definitivos a la hora de constituir un Gobierno en el que no estará Ciudadanos, fagocitado por su socio de legislatura.
En la izquierda, la confluencia de Podemos, Izquierda Unida, Más País, Equo y formaciones andalucistas como Iniciativa del Pueblo Andaluz, que concurrirá bajo el nombre Por Andalucía, quedaría afectada por las disputas internas entre los partidos de este corte ideológico y sumaría entre 6 y 7 representantes (con un 7,9%), perdiendo un diputado en favor del partido de Teresa Rodríguez, Adelante Andalucía, y dejando en el camino la suma de ambos a 11 puestos en el Congreso con respecto a 2019.
Miedo a un nuevo Castilla y León
El presidente andaluz ha repetido en diferentes ocasiones sus reticencias a pactar un Ejecutivo con otros partidos. En varias entrevistas, al ser cuestionado por un posible pacto con Vox, el barón popular ha fijado que su único deseo pasa por no tener acompañante alguno en el Palacio de San Telmo. A pesar de ello, los fantasmas de Castilla y León se mantienen cercanos y pueden empujar a Moreno a la situación que menos deseaba.
Y es que el caso de Alfonso Fernández Mañueco (que rompió su Gobierno con Ciudadanos confiante en poder sumar la absoluta en solitario y ahora ha quedado atado a tres consejeros y una vicepresidencia para los de Santiago Abascal) aún retumba en las filas popular. En su primera encuesta, el presidente castellano rozaba la absoluta con 39 escaños y un 40,7% de los votos que le zafaban de cualquier necesidad de apoyo.
Sin embargo, la noche del 13 de febrero, una campaña electoral en la que los sondeos mostraban una caída en picado del porcentaje de voto del PP se hizo realidad y el candidato alcanzaba los 31 escaños: tan solo dos más que en 2019.
