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Andalucía

Yolanda Díaz se borra del caos de Andalucía cinco días después de arbitrar su candidatura

La ministra de Trabajo se dispone a mantenerse al margen del ciclo electoral andaluz tras haber aislado a Podemos y entregado todos los poderes a IU

Yolanda Díaz se borra del caos de Andalucía cinco días después de arbitrar su candidatura

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se está borrando del mapa electoral de Andalucía tan solo cinco días después de haber arbitrado a favor de Izquierda Unida en el pulso con Podemos. Como desveló este diario el martes, Díaz mantuvo varios contactos con Alberto Garzón para pedirle que dejara el ministerio y se convirtiera en líder de Unidas Podemos en la región. La opción tenía el aval de Podemos. Garzón, sin embargo, se negó. La solución muy poco salomónica, y que aceptó Díaz, fue que Inma Nieto, una dirigente de IU, se hiciera con la candidatura, desplazando a Podemos. Después de provocar el «incendio», no obstante, Díaz busca ahora que no se la relacione con ese ciclo electoral. En el cuartel morado miran con asombro al movimiento de la gallega.

Díaz sorprendió a unos cuantos observadores cuando el lunes afirmó: «Estas cosas son las que alejan a la ciudadanía de los partidos políticos. Con esto me quedo», zanjó. Los móviles de los dirigentes, cuadros y militantes de Podemos empezaron a calentarse. «Lo de Yolanda no tiene nombre», comentaban algunos. Otros apuntaban a que el ciclo electoral andaluz «acabará con todos». «Todos muertos», deslizaban algunos con desconsuelo.

La sensación es que el conflicto interno no tendrá ganadores ni vencidos, sino un empate de mutua destrucción. Pablo Iglesias, de hecho, entró duró sobre la decisión de Díaz: «Lo de Andalucía es un horror y a muchos nos causa vergüenza (…) Quizás la próxima vez estaría muy bien hacer unas primarias, abiertas a la ciudadanía o a los militantes de todas las formaciones políticas, para no tener que pasar por esta vergüenza», sentenció el martes.

Yolanda Díaz, entre «vergüenza» y «jefa»

El caos que se generó en la noche del pasado sábado, con el acuerdo alcanzado in extremis entre IU, Podemos y la filial de Más País, tiene visos de no resolverse en el corto plazo. La herida es ya muy profunda, comentan desde todos los lados de la coalición. Y aunque en las altas esferas aseguran que de momento se ha salvado la continuidad del Ejecutivo, la familia morada aparece cada día más rota. A nivel personal va in crescendo la desconfianza, a la vez que Iglesias califica de desastre lo ocurrido y desde Andalucía le acusan de tener una posición «testosterónica» y de estar «enredando» en contra de la candidatura.

Sectores de IU van incluso más allá. Apuntan a una jugada maquiavélica de Podemos, dispuesto a dinamitarlo todo si no lideraba la candidatura. Para estas fuentes (y de algunos sectores de Podemos), el papel que está desempeñando Iglesias se acerca más al de destructor que de aglutinador de un «espacio político» en difícil evolución. Esos sectores apuntan a un sustancial bluf de los morados en todo lo ocurrido entre el pasado viernes y el sábado.

En Podemos tienen otra lectura. Hablan de cesión para evitar la ruptura de Unidas Podemos. Y también de posición generosa de cara a las gestiones de Díaz, que no critican abiertamente pero que generan muchas dudas. Los morados se quedaron sorprendidos y enfadados por la decisión de Díaz de apoyar a Nieto frente a su candidato, Juan Antonio Delgado Ramos, quien recuerdan ganó un proceso de primarias. «Ha vuelto la vieja IU», atacan.

Doble giro en una semana

De ahí que las palabras de Iglesias sean interpretadas en los círculos morados como una respuesta a Yolanda Díaz. La ministra de Trabajo deslizó hace días en encuentros confidenciales que, contrariamente a lo que ella había afirmado hace semanas, consideraba Andalucía la rampa de lanzamiento de su proyecto político. Horas después, llegaba a Sevilla y se hacía fotografiar con Nieto. Al candidato de Podemos le evitó.

Los morados reaccionaron cerrando sus teléfonos y llegaron finalmente a un acuerdo el sábado por la noche que, sin embargo, no se registró formalmente en la Junta Electoral. Un «error humano», dicen los de IU a Podemos, donde muchos desconfían seriamente de las excusas de sus socios. La clave para Podemos es que Díaz tomó su decisión. Y, por lo tanto, que ella es responsable de lo que ocurra en las urnas. Iglesias lo dejó meridiano: «Si la jefa lo dice, aunque no estemos de acuerdo, lo tenemos que asumir». Aun así, los morados saben leer las declaraciones de la gallega, y destacan cómo desde el caos del pasado sábado, Díaz intenta ahora «borrarse» del mapa andaluz.

Las declaraciones de Díaz y la escasa valoración de Inma Nieto empujarán a la ministra de Trabajo a evitar todo lo posible involucrarse en las autonómicas. Esta es una de las versiones más compartidas en Podemos. «Tiene muy mala pinta. Inma Nieto es una burócrata sin carisma. Encima peleados. Podemos poniendo palos en las ruedas, Yolanda descolgándose…», lanzan los más críticos. Todas las fuentes que observan lo ocurrido desde otras coordenadas regionales advierten sobre lo que pueda pasar el próximo 19 de junio. Algunos creen que los anticapitalistas de Teresa Rodríguez puedan incluso dar el sorpasso a Unidas Podemos.

El rostro de Teresa Rodríguez en la papeleta

La decisión de la alianza IU-Más País-Podemos de concurrir con un nuevo nombre (Por Andalucía) podría lastrar el resultado final. Nieto es una candidata poco conocida y la nueva sigla puede confundir al electorado. Adelante Andalucía, en cambio, sí es conocida por los votantes. Prueba de ello es que la lista anticapitalista llevará el rostro de Teresa Rodríguez en la papeleta. Todo un amarcord del estreno de Iglesias en las europeas de 2014.

La candidatura de Nieto aspira a lograr entre cuatro y siete diputados regionales. Pero quedan provincias (Jaén, Huelva y Cádiz, entre otras) donde hace falta alcanzar al menos un 7% de votos. Ese umbral se daba por descontado hace años, pero ahora será difícil de alcanzar. El recuerdo de Galicia, además, condiciona a Yolanda Díaz.

«Yolanda no se involucrará [en Andalucía], y aunque lo haga dará igual. En Galicia lo hizo y no sirvió de nada«, comentan los escépticos. En las autonómicas gallegas de 2020, en efecto, Díaz hizo campaña para Unidas Podemos y los morados quedaron por primera vez fuera de las instituciones. Aquello fue el comienzo del fin, con reproches y ataques mutuos que, no obstante, se seguían negando a nivel oficial. La verdad finalmente se impuso. Y en Andalucía todo apunta a que también se va a imponer.

Si Por Andalucía queda por detrás de los anticapitalistas, Podemos podrá acusar a Díaz y a IU de haber perdido los comicios. En IU, en cambio, achacarán a Podemos, a la pasividad de sus militantes y al «ruido» de Iglesias la culpa del batacazo. Una semana después de la presentación de la candidatura, se escriben ya los guiones para afrontar la derrota. Y mientras queda un mes para modificar los equilibrios y mostrar unidad, en la historia de Podemos y del futuro de Yolanda Díaz ya queda marcada a fuego la fecha del 19 de junio. Se acerca una encrucijada. Y el problema es que todos pueden salir perdiendo.

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