Juan Carlos I, recibido con vítores de «¡Viva el rey!» y «¡Viva España!» en el náutico de Sanxenxo
El Emérito ha bajado del vehículo vestido con ropa deportiva y apoyado en un bastón
El rey Emérito Juan Carlos I ha llegado al club náutico de Sanxenxo (Pontevedra), donde ha sido recibido por decenas de personas que lo han aclamado con vítores de «¡Viva el rey!» y «¡Viva España!»
Procedente de la vivienda de su amigo Pedro Campos, en la que se aloja este fin de semana, el Emérito ha bajado del vehículo vestido con ropa deportiva y apoyado en un bastón. Le acompaña un asistente y el alcalde de la localidad pontevedresa, Telmo Martín.
A su llegada, decenas de personas, muchas portando móviles para inmortalizar el momento, le han aclamado con vivas a un Juan Carlos I muy sonriente y que viste el polo de la tripulación del ‘Bribón’.
La infanta Elena, visiblemente emocionada, se ha acercado a su padre y enseguida se ha retirado a un segundo plano.
El Emérito llegó ayer a Vigo directamente desde Abu Dabi, su primera visita a nuestro país tras casi dos años instalado en Emiratos Árabes Unidos. Juan Carlos I aterrizó en el Aeropuerto de Vigo sobre las 19.14 horas de la tarde, donde le aguardaba la infanta Elena, tras casi ocho horas de vuelo a bordo de un jet privado.
Viajó a bordo de un avión Gulfstream G450, una aeronave de lujo con un interior espacioso, con capacidad para 14 pasajeros en tres zonas de estar independientes y una cocina de popa que puede proporcionar un catering VIP durante el vuelo. El avión está valorado en 36 millones de dólares.
Juan Carlos I permanecerá hasta el domingo en la localidad gallega de Sanxenxo, si bien el lunes tiene intención de trasladarse a Madrid. Su intención, según ha precisado Zarzuela, es estar con el Rey, la Reina Sofía y demás miembros de la familia en el Palacio de la Zarzuela antes de regresar ese mismo día a Abu Dhabi, «donde ha fijado su residencia de forma permanente y estable».
Después de inmisericordes ataques mediáticos y gubernativos, tanto la Hacienda como la Fiscalía españolas han dicho que todo ha quedado en nada. Lo que demuestra la inquina y el odio visceral que la izquierda socialista y las extremas izquierdas podemitas, comunistas, etc., han vomitado, y vomitan, con tal de intentar cargarse la monarquía parlamentaria que votamos con una amplísima mayoría al votar la Constitución. Al que no le guste, que intente cambiar la Constitución, por las vías legales, que están perfectamente definidas. Y si no puede, lo que hay es lo legalmente establecido y admitido por todos, le gunste o no a la jarcia izquierdosa de políticos, opinadores y prensa varia. Así que ajo y agua.
Como le joroba Sánchez …a él lo reciben con pitos y abucheos ;-))
Y viva Corinna y las comisiones. Y Froilán.