Vox seguirá la 'fórmula Olona': sus diputados se presentarán a las elecciones autonómicas
La formación verde no cuenta con infraestructura regional porque asegura que su proyecto es nacional. La estrategia ya le funcionó en Cataluña
Nunca lo ha escondido. Vox quiere acabar con el Estado de las autonomías. Sin embargo, mientras exista, continuará participando en él. Tan poco cree en las regiones que, por no tener, no tiene ni infraestructura autonómica. Este sistema impide contar con un liderazgo regional claro. Sus dirigentes, con Santiago Abascal a la cabeza, sostienen que no les hace falta porque su proyecto es nacional. Por eso, cuando se convoquen las pertinentes elecciones autonómicas seguirán la fórmula Olona, que consiste en promocionar a sus diputados como candidatos territoriales. Una estrategia que ya le funcionó en Cataluña.
«Vox tiene una responsabilidad con su electorado: mandar a sus mejores candidatos. Vamos a ir valorándolo según se convoquen las elecciones regionales», reconoció Abascal este martes durante una entrevista en esRadio. El tema saltó a la palestra cuando un oyente anónimo preguntó al líder nacional por la situación de la derecha en la Comunidad Valenciana, donde en su opinión «flojea».
Los ‘aspirantes’ de Vox
Los dirigentes consultados por THE OBJECTIVE reconocen que existe un «liderazgo débil» en la región, aunque hay «muchas esperanzas» depositadas en su portavoz parlamentaria, Ana Vega. También destacan otros nombres en las Cortes Valencianas, como el de Miriam Turiel o el de David García Gomis, número dos del sindicato Solidaridad y al que algunos conocen como el diputado obrero. Un sobrenombre que le puso Iván Espinosa de los Monteros.
El plan de Abascal pasa por mirar a la bancada del Congreso, al que califica como «una cantera para descubrir liderazgos políticos». Entre esos perfiles se encuentran José María Sánchez o Ignacio Gil Lázaro, vicepresidente cuarto de la Cámara y diputado del PP en anteriores legislaturas. «Hay gente muy capacitada. Lo podréis ver en las próximas semanas o meses. Cuando se hagan relevos en el grupo parlamentario de Vox . Vais a ver personas muy valiosas que han sido poco visibles», insistió Abascal durante la entrevista con Federico Jiménez Losantos.
El motivo de esos cambios en el grupo parlamentario es la marcha de Macarena Olona. La aún portavoz adjunta en el Congreso sonó para liderar el proyecto de la formación verde en Valencia. Parecía el sitio natural para la abogada alicantina, que finalmente será candidata de Vox a la Junta de Andalucía. Algunos de sus compañeros piensan que su concurso sería «definitivo» para acabar con el tripartito que preside el socialista Ximo Puig.
Otros creen que, de esta manera, se hubiese evitado el quebradero de cabeza de su empadronamiento. No lo ve así Abascal, que considera que los comicios del 19 de junio son «cruciales para Vox y para España» y que por eso había que apostar por «la mejor» candidata. Algunas voces califican como «una pérdida» la marcha de Olona a Andalucía. Es uno de sus rostros más mediáticos y un verdadero azote para el Gobierno en las sesiones de control. Incluso hay quien afirma que es una triquiñuela de la dirección para que no robe protagonismo a los líderes del partido.
Nada más lejos de la realidad. Se trata de una estrategia perfectamente diseñada que se basa en promocionar a sus diputados en los diferentes territorios. Hay que tener en cuenta que la formación verde tiene presidentes provinciales, pero no líderes orgánicos regionales. Según Abascal, «para huir de las baronías que han destruido a otros partidos». La denominada fórmula Olona cuenta con precedentes. En marzo de 2021, Ignacio Garriga ya dejó el Congreso tras ser candidato a la Generalitat de Cataluña. Una decisión que resultó todo un éxito, ya que la formación verde obtuvo 11 escaños el 14-F.
«Hay banquillo», resumen varios dirigentes de Vox. Por eso quieren seguir la senda de Garriga y Olona. Como su líder nacional, creen que el Congreso puede ser «una cantera» para crear liderazgos regionales. Aunque no será fácil aplicarlo siempre. El caso de Castilla y León es la excepción que confirma la regla. El candidato, Juan García-Gallardo, apenas llevaba unos meses afiliado cuando Abascal lo eligió entre una terna de aspirantes. Entonces se prefirió su perfil a diputados castellanomanchegos como Georgina Trías, Pablo Calvo, Víctor González Coello de Portugal o Pablo Sáez, el tesorero de la formación verde.
Decide la dirección nacional
Los estatutos de Vox indican que el procedimiento para designar candidatos corresponde al Comité Ejecutivo Provincial (CEP), que debe enviar sus propuestas al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de entre los «afiliados que cumplan con los requisitos». La decisión final corresponde a la dirección nacional. Es el caso de Asturias, donde el actual portavoz parlamentario, Ignacio Blanco, cuenta con un gran predicamento y se postula como candidato en las próximas elecciones autonómicas.
La dirección nacional tiene subrayado el nombre de un joven diputado asturiano que ha demostrado en estos dos años en la Cámara Baja importantes dotes de retórica y conocimientos: José María Figaredo. A sus 33 años, este abogado y economista es uno de los valores en alza de Vox. Se afilió al partido en sus inicios, cuando se ofreció a Abascal y a Alejo Vidal-Quadras a cualquier ayuda jurídica que pudieran necesitar. También se prevén cambios en Madrid, donde Rocío Monasterio podría dar el salto de la Asamblea al Ayuntamiento. Javier Ortega-Smith podría hacer el camino inverso o ser el candidato en Castilla-La Mancha.