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Irene Montero prepara una escabechina en su equipo contra los 'colaboracionistas' de Díaz

El cese de la jefa de gabinete de la ministra abre la puerta a más despidos, concretamente a los más cercanos a Yolanda Díaz. Por primera vez afectaría a miembros del PCE

Irene Montero prepara una escabechina en su equipo contra los ‘colaboracionistas’ de Díaz

Irene Montero saluda a su colaboradora Toni Morillas, directora del Instituto de la Mujer. | Europa Press

La ministra de Igualdad y número dos de Podemos, Irene Montero, ha activado una nueva purga en su equipo de colaboradores. Este martes se anunció el cese de su jefa de gabinete, Amanda Meyer, pero fuentes de Podemos señalan que pronto caerán también otros altos cargos de su ministros. ¿La razón? Estar traicionando a Montero y beneficiando a Yolanda Díaz, que está avanzando en un proyecto que aísle al partido morado y ocupe su «espacio político». Es la primera vez que la dirección de Podemos ataca a miembros del Partido Comunista de España con los que se alió para derrotar a Íñigo Errejón.

Los nombres señalados por las fuentes consultadas son los de Clara Alonso y Antonia (Toni) Morillas, actual directora del Instituto de la Mujer. Se trata de miembros destacados del equipo de Montero, que hasta ahora la han acompañado en sus tareas ministeriales y que la dirigente fichó para asegurar el apoyo del Partido Comunista de España a Podemos. Ahora están en la cuerda floja después del cese de Meyer.

La situación es de máxima tensión. Prueba de ello es que algunos apuntan incluso el nombre de Enrique Santiago, actual secretario general del PCE, que afronta a finales de julio un congreso delicado en el que serán esenciales los votos de los delegados de Andalucía. El giro en la federación andaluza del PCE es clave para entender la nueva purga. Meyer es un peso pesado de dicho entorno: mujer de Toni Valero, actual líder de los comunistas andaluces, era considerada una «amiga personal» de Montero. Pero lo ocurrido en la candidatura para las autonómicas del 19 de junio en Andalucía ha roto todas las relaciones personales.

Una pareja contra Irene Montero

La gran novedad de esta purga atañe a que por primera vez pueden caer dirigentes vinculados al PCE que desde el congreso de Vistalegre II (2017) apoyaron a la cúpula de Podemos en el fortalecimiento del pablismo. Según las fuentes consultadas, los comunistas de Andalucía jugaron un papel determinante en la operación -respaldada por Yolanda Díaz- para descabezar a Podemos en esa comunidad e imponer una candidata afín: la politóloga Inma Nieto.

Díaz dio su visto bueno y activó a Alberto Garzón, como desveló este diario. Y los comunistas de Andalucía se decantaron por Nieto, apartando a Podemos. Santiago tuvo que tragar. Valero, el marido de Meyer, fue el «arquitecto» de la operación. Pero actuó de la mano de la ex jefa de gabinete de Montero e hija del histórico dirigente de IU Willy Meyer, con quien Iglesias se enfrentó en sus comienzos.

«Son todos de Yolanda», explican fuentes de Podemos, para señalar cómo la nueva purga tiene una clara connotación política. El equipo de Montero habla, sin embargo, de conclusión del trabajo tras la aprobación de la Ley de Libertad Sexual: de «nueva etapa». Pero el silencio de Meyer durante toda la jornada del lunes es más que elocuente.

El vídeo que dio la pista

La situación descarriló hace tan solo pocos días. Toni Morillas, que trabaja en el ministerio de Montero, empezó a participar activamente en la campaña de Nieto. Algunos miembros de Podemos se sorprendieron al verla en al backstage de un vídeo electoral en el que Yolanda Díaz aparece con Inma Nieto. «Irene ya no controla a su equipo», fue uno de los comentarios que rebotaron en las conversaciones internas.

Ahora, Montero ha decidido lanzar la purga. Se trata de una acción algo desesperada, dicen algunas fuentes, que coinciden en que Podemos está hoy en día más debilitado que nunca. El ministro de Consumo, Alberto Garzón, aparece, de hecho, como un dirigente al alza. Rompió con Iglesias en 2019 y después se decantó abiertamente por Díaz. Y ahora es él quien se pasea por su ministerio y en los actos públicos con una inédita sonrisa.

El giro es histórico. Iglesias buscó el apoyo de sus excompañeros de las juventudes comunistas cuando, al regreso de Bruselas, se enteró de que Errejón había creado un «partido dentro el partido». Su asombro fue mayúsculo: «Se vio desnudo», recuerdan exdirigentes. Así que cogió el móvil y buscó a una «guardia de corps» formada por jóvenes comunistas. Entre ellos figuraban Irene Montero, Rafa Mayoral, Juanma del Olmo y, por supuesto, Enrique Santiago. Y a ellos se sumó después el grupo de Amanda Meyer.

Venganza fría

Con respecto a Santiago, las fuentes consultadas tienen opiniones diferentes. La mayoría sostiene que el líder del PCE «estará con quién más le de». En el ámbito sindical cercano a Díaz, tal y como publicó este diario, aparecía como un dirigente que llevaba tiempo haciendo el «doble juego». De ahí que estas fuentes repitan que en Podemos desconfían de él, a pesar de que haya ejercido de asesor áulico para Iglesias y Montero en asuntos vitales: tanto jurídicos como estratégico-electorales.

Los dirigentes con más experiencia señalan, sin embargo, que Podemos no se puede permitir fulminar a Santiago. El líder del PCE trabaja como secretario de Estado en el ministerio de Ione Belarra, pero si ella decide echarle «será el fin de Podemos», sostienen. ¿Puede esta situación afectar a la estabilidad del Ejecutivo? Esas mismas fuentes sostienen que no. «Sería la muerte de Podemos y una humillación», explican. El atractivo electoral de los morados está en mínimos históricos. Y el concepto de «venganza fría» sigue sobre la mesa. Se trataría de esperar hasta consumar una vendetta, confiando en un desgaste de Díaz y en la amenaza directa que supone el «dossier» sobre su pasado.

El previsible batacazo en las elecciones andaluzas puede convertirse en un antes y un después. Nieto no brilló en el debate electoral del lunes. Y la «preocupación» en el cuartel general de IU es conocido por todos los actores. Máxime porque Teresa Rodríguez empieza a recuperar terreno en los sondeos. La palabra sorpasso, que hace años se convirtió en el mantra de Podemos contra los socialistas, se emplea ahora en el sector anticapitalistas para hablar de sus excompañeros de Podemos e IU (juntos bajo la marca electoral de Por Andalucía). Y esta vez los morados creen que Díaz no se librará de las críticas.

«La candidata la eligió ella», insisten. Pero desde las filas de Díaz sostienen que Podemos también «se manchará». Y que esa caída no modificará la hoja de ruta de Díaz. «Lo que quiere Yolanda es eliminar a toda la primera fila de dirigentes de Vistalegre II», manifiestan desde Podemos. E incluso entre sus excompañeros de IU tiran de metáfora: «Es como una mantis religiosa».

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