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Consumo

Garzón anuncia que regulará las 'loot boxes' de los videojuegos y enfada al sector

La Asociación Española de Videojuegos rechaza la asimilación que ha realizado el ministro de Consumo entre las ‘loot boxes’ y los juegos de azar tradicionales

Garzón anuncia que regulará las ‘loot boxes’ de los videojuegos y enfada al sector

El ministro de Consumo, Alberto Garzón. | Europa Press

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha anunciado este miércoles que España será el primer país de Europa en contar con «una ley específica» para regular en las loot boxes o cajas botín de los videojuegos, es decir, «dispositivos que tengan un valor económico en un mercado real o ficticio y cuyo premio aleatorio se pueda revender o intercambiar, incluidos los famosos NFT o las criptomonedas«.

La forma de abordarlo y las técnicas para poder llevar a cabo este control ha sido el tema sobre el que se ha centrado ‘Loot Boxes. Nuevos retos de la industria del videojuego’, un evento que ha tenido lugar este miércoles en el Espacio Fundación Telefónica.

El acto, organizado por el Ministerio de Consumo, ha contado con la presencia del ministro de esta cartera, Alberto Garzón, que se ha encargado de inaugurar el acto, poniendo en evidencia la visión actual de la industria del videojuego y la relevancia de este tipo de mecanismos de monetización.

En primer lugar, el ministro ha puesto el foco en la importancia de regular los cofres de recompensa –también conocidos como cajas de botín–, en España y ha trasladado un dato importante en relación a su influencia en los jugadores más jóvenes, indicando que tres de cada diez estudiantes aseguraron haber gastado dinero dentro de los videojuegos en 2021.

Este grupo poblacional es uno de los principales consumidores de este tipo de contenido y, a su vez, uno de los que más preocupan por las tendencias consumistas que los ‘loot boxes’ pueden generar en ellos durante las sesiones de juego.

«Los ‘loot boxes’ se han introducido con características muy similares a los juegos de azar tradicionales, por su aleatoriedad y los premios que ofrecen con valor evaluable», ha comentado Garzón, estableciendo la línea principal del debate que se ha llevado a cabo a continuación en una mesa redonda formada por expertos en el sector del videojuego.

El Ministerio de Consumo oficializó el pasado viernes el llamado a consulta pública del Anteproyecto de Ley por el que busca regular los mecanismos aleatorios de recompensa, una iniciativa que data desde antes de la pandemia. Así, Garzón ha aprovechado para anunciar que el Gobierno está trabajando en una regulación ajustada a las necesidades de esta industria y que su intención es presentar una ley específica «en las próximas semanas».

El objetivo de la futura norma, según ha avanzado el ministro, es «hacer la mejor ley posible para la protección del conjunto de los consumidores y de las personas que jugamos a los videojuegos». El ministro de Consumo ha recalcado que contar con una ley específica «permitirá divertirse y que eso sea compatible con la preservación y maximización de la salud de todos los consumidores y, en particular, de los más vulnerables».

Para ofrecer una visión ampliada, en el acto han participado el miembro del Consejo Asesor de Juego Responsable, Juan Francisco Navas; la directora de la Oficina de Transferencia de la UNIR, Tamara Antona Jimeno; el director general de la Asociación Española de Videojuegos (AEVI), José María Moreno; la periodista especializada en videojuegos, Marta Trivi; y el director general de Ordenación del Juego, Mikel Arana.

El también profesor de la Universidad Complutense de Madrid Juan Francisco Navas ha insistido en que existe una asociación entre las cajas de botín y la adicción a los videojuegos y que hay «un alto grado de solapamiento entre la gente que compra estas cajas y gente que tiene adicción a los juegos de azar».

«Son elementos de monetización depredadora, opacos en la mayoría de los casos, generan un efecto pasarela, ya que se ha podido ver que un 20 por ciento de los consumidores que empezaron en una actividad, como los videojuegos, acabaron dedicándose a la otra, como el azar», ha indicado el investigador.

Tamara Antona Jimeno, por su parte, ha suscrito las declaraciones de Navas y ha apuntado que «el hecho de que haya indicadores singificativos de esta relación es suficientemente relevante para sospechar que hay un problema».

Asimismo, ha aprovechado para recordar uno de los problemas que presenta este tipo de microtransacciones, que es que no refleja el consumo real de dinero. «Para fomentar la autoregulación, es necesario que el jugador sea consciente de lo que va gastando en dinero real cuando utiliza dinero virtual», ha comentado.

La periodista María Trivi ha aprovechado esta carencia para detallar que las cajas de botín de los videojuegos «presentan patrones oscuros que imitan ciertos patrones de los casinos» y que los loot boxes abundan especialmente en las grandes empresas, como Square o Ubisoft.

Por su parte, el director general de Ordenación del Juego ha asegurado que, si bien algunas de estas cajas de botín se pueden «ajustar a los estándares de los juegos de azar«, es necesario hacer una diferenciación de cada una de ellas.

Por lo pronto, ha propuesto estudiar aquellas que están dentro de los propios videojuegos, aquellas que están fuera de ellos y las que se presentan en las plataformas dedicadas a la oferta de títulos.

Enfado del sector

El director general de la Asociación Española de Videojuegos, José María Moreno, rechaza la asimilación que ha realizado hoy el ministro de Consumo, Alberto Garzón, entre las «loot boxes y los juegos de azar tradicionales».

Desde la Asociación Española de Videojuegos (AEVI) se defiende la diferenciación entre los videojuegos y los juegos de azar, abogan por una autorregulación del sector, poniendo en valor los mecanismos de uso responsable impulsados por las compañías a nivel global, han señalado en un comunicado.

El director general de AEVI ha manifestado su sorpresa ante el anuncio de regulación de Garzón de las «loot boxes» al vincularlas con las consecuencias negativas que se asocian al juego, «proyectando el sesgo ideológico negativo que conlleva el mundo de las apuestas, de manera artificiosa, hacia un entorno que poco tiene que ver con ello».

José María Moreno ha señalado que las cajas de botín pertenecen al mundo del videojuego y «sustraerlas de ese entorno para asimilarlas a los juegos de azar es muy dañino» para un sector que en España cuenta un 18 millones de usuarios.

Moreno considera que el debate sobre las cajas botín está superado en Europa y la tendencia es «no regularlas en la normativa del juego», hacerlo «fragmentaría el Mercado Único e iría contra el enfoque comunitario de protección al consumidor».

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