España y Marruecos pugnan por el Monte Tropic, un tesoro submarino «en tierra de nadie»
Este antiguo volcán contiene una gran cantidad de minerales imprescindibles para la elaboración de la tecnología «verde»
Elementos raros en las costras de ferromanganeso ricas en cobalto del Cretácico-Cenozoico de los montes submarinos de las Islas Canarias | Marino, E. 2017.
Los Gobiernos de España y Marruecos llevan casi una década disputándose la soberanía del Monte Tropic, un volcán submarino de más de 100 millones de años de antigüedad que constituye una valiosa fuente de recursos. Este monte alberga minerales muy cotizados como el telurio, el cobalto, el litio, o las tierras raras, que son empleados en la fabricación de baterías para móviles, coches eléctricos, paneles solares y demás componentes relacionados con la tecnología verde, lo que convierte a este yacimiento marino en un terreno de gran importancia estratégica.
Fuente de recursos y de conflicto
El motivo princicpal del conflicto entre España y Marruecos tiene su origen en la localización geográfica de esta mina de oro de recursos. El Monte Tropic se sitúa a unas 250 millas de la isla canaria de El Hierro, lo que significa que se encuentra fuera de la plataforma continental española, el territorio marino donde el país ejerce derechos especiales sobre la explotación y uso de los recursos marinos, y que se extiende hasta 200 millas náuticas.
España ya solicitó en 2014 a la ONU la ampliación de su plataforma continental a 350 millas náuticas, el máximo permitido, pero esa petición sigue en proceso de tramitación y ha sido Marruecos quien, de forma unilateral, ha ampliado su plataforma, atribuyéndose parte de las aguas que reclama España y que incluyen el terreno en el que se encuentra el Monte Tropic. Muy pocos países, entre los que se encuentran Australia o Argentina, tienen concedida la plataforma continental de 350 millas.
Sin embargo, la actuación del Gobierno marroquí carece de efectos prácticos. Según María de los Ángeles Ruiz Colomé, profesora de Derecho Internacional de la Universidad Complutense de Madrid, las leyes elaboradas ad hoc por Marruecos para la ampliación de su territorio marítimo no tienen ningún valor sin el amparo del derecho internacional. «Marruecos no puede regular internamente un derecho que no tiene», afirma Ruiz Colomé a THE OBJECTIVE, y asegura también que las plataformas continentales concurrentes siempre requieren el acuerdo previo de delimitación de los dos Estados involucrados. Además el caso de España es especial, porque «al disponer de una plataforma continental adyacente a las costas de un archipiélago se ha tenido que utilizar un sistema de delimitación mixto», añade la experta en derecho internacional.
La posición del Gobierno español con respecto al Sáhara jugará un papel crucial en el desenlace de esta disputa territorial. «El reconocimiento por parte de España de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental plantea una importante controversia, porque la plataforma continental que se corresponde con este volcán submarino es la que se traza a partir de las líneas de base del territorio sahariano», apunta Ruiz Colomé. Dicho reconocimiento da lugar a una situación paradójica: España, por un lado, pretende la adquisición del territorio en el que se encuentra Tropic, pero al mismo tiempo le concede a Marruecos la posibilidad de solicitarlo formalmente.
Tras los continuos bandazos del Gobierno en materia de relaciones internacionales y, después de un periodo de incertidumbre que ha puesto en peligro la estabilidad política con Marruecos, parece que las últimas decisiones con respecto al Sáhara han destensado la cuerda con nuestro vecino del sur. En este nuevo contexto, THE OBJECTIVE ha intentado ponerse en contacto con la Secretaría de Estado de Asuntos Exteriores y Globales para conocer la postura oficial del Gobierno en relación a la disputa por la soberanía del Monte Tropic, pero no ha recibido respuesta.
El potencial económico del Monte Tropic
El Monte Tropic, situado a 4.000 metros de profundidad y a 269 millas al sur de El Hierro, «es una zona muy rica en minerales de costras de hierro manganeso, cobalto y otros metales empleados actualmente en la industria de la alta tecnología y de la denominada tecnología verde para la construcción de paneles solares o molinos eólicos», explica Francisco Javier González Sanz, geólogo e investigador científico del Instituto Geológico y Minero de España (IGME). «Se trata de minerales de naturaleza polimetálica, es decir, que contienen muchos tipos de metales y en proporciones muy grandes, lo que hace que susciten un interés enorme», apunta González Sanz en declaraciones a este periódico.
El investigador explica que «estos minerales se encuentran en profundidades de entre 1.000 e incluso 4.000 metros de media, lo que implica que hay que utilizar una tecnología de extracción robotizada que se debe compatibilizar con los menores costes ecológicos posibles. Con este objetivo se está desarrollando a nivel internacional toda clase de tecnología basada en prototipos para intentar llevar a cabo una explotación que sea lo más respetuosa posible con el medio natural».
Egidio Marino, también investigador del IGME, realizó su tesis doctoral en la zona del archipiélago canario y conoce a la perfección las características del Monte Tropic. Después de llevar a cabo una estimación de recursos, Marino ha podido determinar que «en un kilómetro cuadrado de la superficie del Monte Tropic se pueden encontrar hasta 16.000 toneladas de hierro y 11.000 toneladas de manganeso, además de cobalto, níquel y tierras raras». «Un coche eléctrico utiliza alrededor de un kilo de tierras raras para funcionar, un híbrido necesita cuatro veces menos. Solo en ese kilómetro cuadrado de Tropic se podrían extraer cerca de 209 toneladas de ese material», afirma el geólogo.
González, que ha participado en varias expediciones a la zona marítima del Monte Tropic, en 2011 y 2016, considera que «el potencial económico derivado de la explotación de este terreno es extraordinario, pero la tecnología necesaria para abordar esta tarea se encuentra en fase de experimentación». En cuanto a la posición del gremio de la geología con respecto a la pertinencia de la explotación de este tipo de terrenos, el experto aclara: «No podemos posicionarnos a favor o en contra. Lo que pretendemos desde el IGME es sentar una base de conocimiento geológico que permita tomar decisiones políticas o empresariales sobre la base de una rentabilidad económica, tecnológica y social».
