Vox rebaja sus expectativas en Andalucía y no prevé repetir los resultados de las generales
La formación verde obtuvo 900.000 votos en noviembre de 2019. Santiago Abascal aseguró en mayo que alcanzarían los 26 escaños en las autonómicas
La primavera electoral le ha durado poco a Vox. Si hace unas semanas parecía que le florecían votos por doquier, la campaña en Andalucía ha rebajado sus expectativas. Están convencidos de aumentar los 12 escaños que consiguieron hace casi cuatro años, pero no prevén repetir los resultados de las generales de noviembre de 2019, cuando la formación obtuvo casi 900.000 votos en la región. Era el reto que se habían marcado. El líder nacional, Santiago Abascal, llegó a asegurar a finales de mayo que alcanzarían «el mismo número de diputados que Juanma Moreno en las anteriores elecciones».
La cifra supondría doblar tanto los votos como los escaños que consiguió Vox en las pasadas autonómicas. Abascal avanzó en los micrófonos de EsRadio días antes de que comenzara la campaña que los sondeos internos les otorgaban 26 escaños en las autonómicas andaluzas. La representación que obtuvo el PP en los pasados comicios, cuando alcanzó los 750.000 votos. Las elecciones las ganó el PSOE, pero aquellos resultados le valieron a Moreno para convertirse en presidente de la Junta tras una coalición con Ciudadanos y el apoyo de la formación verde.
La apuesta de Vox
Vox apostó fuerte en Andalucía. Si en 2018 esta tierra supuso su irrupción en los parlamentos regionales, esta vez tenía que ser el inicio de una nueva etapa que culminara en La Moncloa. Las esperanzas depositadas en este proceso electoral han sido tales que en la formación verde no dolieron prendas en sacrificar a uno de sus principales activos en Madrid, Macarena Olona. Y eso, a pesar de que siempre repiten que el proyecto es nacional.
Hace casi cuatro años, los de Abascal dieron la campanada al conseguir 400.000 votos y 12 escaños en las autonómicas. Unos resultados que les catapultaron a la primera línea de la política nacional. Solo unos meses más tarde, en las generales de abril de 2019, la formación verde obtuvo 24 diputados, seis de ellos por Andalucía, donde llegó a superar las 600.000 papeletas. Pero hubo que repetir los comicios en noviembre. Cuando parecía que las cosas ya no podían mejorar, Vox alcanzó los 52 escaños, 12 de ellos en Andalucía, donde se quedó a las puertas de los 900.000 sufragios.
La abogada alicantina busca retener la confianza de los andaluces que apoyaron a su partido en las últimas generales. Una misión complicada, explican a THE OBJECTIVE varios dirigentes de la formación. No por demérito de Olona, sino por la fortaleza de Moreno, que ha afianzado su liderazgo durante esta legislatura. Además, en esta campaña ha apelado al voto útil e incluso ha encandilado a muchos votantes tradicionales del PSOE.
El Centro de Investigaciones Científicas (CIS) pronostica un trasvase del 9,2% de apoyos socialistas al PP, aunque otros estudios lo elevan hasta el 20%. El PP se nutre fundamentalmente de los votantes de Ciudadanos (más de la mitad apoyarán en esta ocasión a Moreno), pero también muchos de los que apostaron por Vox en las últimas autonómicas se decantarán ahora por los populares (un 29,4%).
Las valoraciones de los votantes
El algodón no engaña. La encuesta del organismo público que dirige José Félix Tezanos arroja datos llamativos. Por ejemplo, que la valoración de Olona que hacen sus votantes tan solo supera en siete décimas la nota que otorgan a Moreno (7,9 y 7,2 respectivamente). Los afines a Abascal también consideran que el aspirante del PP se preocupa más por los intereses de los andaluces que su propia candidata (el 41,7% frente al 38,2%).
Los expertos coinciden en que la ilusión que levantó la designación de Olona parece haberse diluido. Abascal contradice a los gurús asegurando que su efecto sigue vigente. Este martes, en la localidad almeriense de El Ejido, el líder nacional ha señalado a aquellos medios de comunicación y tertulianos que «se empeñan» en asegurar que su formación ha pinchado en Andalucía. «Vox pincha en todas las encuestas, pero cuando se abren las urnas, tiene un gran éxito». Luego ha criticado a Moreno por no recuperar «el dinero robado por el PSOE». La herencia del cortijo a la que se refirió Olona en el primer debate a seis.
La candidata de Vox dio un giro a su táctica en el segundo debate. Tras reducir su agenda de actos electorales durante la semana que ha transcurrido entre ambos encuentros, Olona reapareció este lunes ante sus adversarios mucho más sosegada, aunque volvió a enfrentarse a todos. Los expertos sostienen que ni consiguió aumentar su base electoral ni confirmar a sus votantes, ya que reculó en una de las pocas propuestas netamente andalucista que incluye el documento con el que se presenta a las elecciones, el cierre de Canal Sur.
«Vamos a cerrar vuestros chiringuitos ideológicos», insistió Olona durante el debate. Eso sí, matizó que aquellos trabajadores honestos, como los periodistas y técnicos del ente público «no tienen nada que temer». Una vez más intentó poner en apuros a Moreno, que tildó de «barbaridad» la propuesta de convertirse en su vicepresidente si obtenía más votos que el PP. Ella aseguró que si los populares necesitan el apoyo de su partido para alcanzar San Telmo, tendrá que ser con Vox en el gobierno.
La sensación de los analistas consultados es que Olona se desinfla. «Su votante no es homogéneo, no solo le votan personas de ultraderecha. También hay un voto de enfado», explicó a este diario Ana Salazar, directora de Idus3. Otros, como el periodista Quico Quirino, subdirector de Ideal de Granada, afirman que su estrategia está «dirigida a otros públicos y va por otros canales». Solo el tiempo dirá si fue acertada, aunque cada vez son más las voces que señalan a su jefe de Comunicación, Álvaro Zancajo.