El insólito juicio por la muerte de su suegra: la Fiscalía pide 20 años y su mujer le exculpa
Arranca el juicio con jurado contra un hombre acusado de haber estrangulado a su suegra en Sevilla. Un informe pericial sobre la autopsia podría ser clave
Un jurado popular decidirá el resultado de un insólito juicio que comienza este lunes en la Audiencia Provincial de Sevilla contra un hombre acusado de haber matado a su suegra por estrangulamiento. La Fiscalía le atribuye un delito de asesinato con agravante de parentesco y pide para él 20 años de prisión. Sin embargo, su esposa -hija de la víctima- declarará en el juicio para defender la inocencia del acusado, con quien sigue conviviendo tres años después de la muerte de su madre. Un caso en el que los testimonios e informes de los peritos forenses sobre la autopsia podrían ser clave para decantar la resolución del jurado.
Los hechos se remontan al 21 de agosto de 2019. La víctima tenía 70 años de edad, pesaba apenas 39 kilos y sufría de demencia, esquizofrenia, hipotiroidismo y otras enfermedades. Nacida en Rusia, la fallecida llegó en 2017 a Sevilla junto a uno de sus nietos para vivir en la casa donde convivían el acusado, su esposa (también de nacionalidad rusa) y la hija de ambos. La Fiscalía asegura que desde esa fecha las discusiones entre el matrimonio eran habituales porque el apartamento era pequeño y el acusado no se encontraba cómodo viviendo con los nuevos miembros de la familia de su pareja.
A las cinco de la madrugada de ese día, según el escrito de acusaciones, R.N. se levantó de su cama y se dirigió al salón donde su suegra dormía en un colchón junto a su nieto, hijo de una hermana de la esposa del inculpado. «Con evidente ánimo acabar con su vida, se acercó a ella y aprovechándose de su edad y de que estaba dormida sin posibilidad alguna de defensa, con su brazo le rodeó el cuello tirando de ella hacia arriba utilizando la técnica conocida como ‘mataleón’», afirma el Ministerio Público en su escrito.
La Fiscalía basa su acusación en los testimonios de algunos vecinos, en las declaraciones del acusado ante la Policía y el juez instructor, pero también en los resultados de la autopsia. De acuerdo al informe médico forense, la muerte «se había producido de forma violenta y por una insuficiencia cerebrovascular aguda» como consecuencia del presunto estrangulamiento.
La hija de la víctima defenderá al acusado
El acusado, que carece de antecedentes penales, niega el relato de hechos expuesto por la Fiscalía. Afirma que la fallecida murió de forma inesperada. Dice que se la encontró en mal estado aquella mañana y avisó de inmediato a su esposa, «acudiendo ambos a interesarse por ella y descubriendo los dos que había fallecido».
«A día de hoy, la hija de la fallecida sigue viviendo con R.N. en el mismo domicilio junto a su hija y su sobrino, compartiendo cama con él y manteniendo buenas relaciones de pareja, sin que nunca haya tenido la mínima sospecha de que R.N. hubiese causado daño alguno a su madre», indica el escrito de defensa aportado por Luis Romero Santos, abogado penalista y doctor en Derecho Penal, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
La esposa del acusado, e hija de la víctima, testificará durante el juicio para defender esta versión. Su madre se encontraba en un grave estado de salud que había evolucionado de forma rápida y progresiva desde un año antes. Ya no era capaz de moverse por sí sola. Había perdido 29 kilos en doce meses y evolucionaba hacia un estado «incapacitante, acompañado de un trastorno psicótico grave» y demencia.
Su propia hija y cuidadora afirma que la fallecida sufría un deterioro cognitivo severo y progresivo de evolución rápida. El acusado se encuentra en libertad condicional desde el día de la muerte de su suegra, con la única medida cautelar de acudir a firmar al juzgado cada 15 días. No ha pisado la cárcel.
Los informes forenses, claves en el juicio
La defensa de R.N.A ha aportado al juzgado un informe del prestigioso perito forense José Cabrera con el que tratará de desmontar durante el juicio los reportes de la autopsia aportados por la acusación. Concluye que la muerte se produjo por causas naturales debido a una hemorragia intracraneal, «sin existencia de indicio alguno de participación de terceros», y tacha de «interpretaciones erróneas o infundadas» los hallazgos de la autopsia.
En el informe de 20 páginas, al que ha tenido acceso este diario, Cabrera afirma que la hipótesis expresada en el informe de autopsia de los forenses sobre la causa de muerte (insuficiencia cerebrovascular aguda por presa antebraquial en el cuello) es «carente de base» y «contraria a los hallazgos médico forenses descritos en el informe del levantamiento de cadáver». Entre otros argumentos, alega que el informe forense solo fue marcoscópico (a simple vista) y destaca que, en contra de lo que establece la ley cuando hay sospechas de homicidio, no se realizaron análisis toxicológicos de los órganos vitales de la fallecida.
De acuerdo a su versión, además, el informe médico forense de levantamiento del cadáver establecía que el cadáver presentaba lesiones y contusiones de color amarillento en el pómulo derecho y en la región cervical. Ese color, según su versión, demostraría que las heridas sufridas se produjeron al menos siete días antes de su fallecimiento y no el mismo día de la muerte, como afirman los forenses.
«La causa fundamental y origen último de la causa inmediata de la muerte ha sido un defecto patológico de la coagulación debido a la toma por la misma, por prescripción médica, del psicofármaco olanzapina. Ese defecto de coagulación hacía vulnerable a la paciente a toda clase de hemorragias, bien espontáneas, o bien ante mínimos traumatismos», indica el informe pericial aportado de la defensa.
Un documento muy crítico con las pruebas forenses practicadas durante la autopsia. «La ausencia indebida de toma de muestras histopatológicas de estructuras del cuello es una omisión inaceptable que contraviene la praxis médico forense y las recomendaciones internacionales», concluye.