Argelia reprocha el «asesinato a sangre fría» de migrantes en la valla de Melilla
Marruecos ha asegurado que los inmigrantes entraron en el país a través de la frontera argelina debido a la «deliberada laxitud» en la frontera
El Gobierno argelino ha criticado el «asesinato a sangre fría» de inmigrantes subsaharianos durante el intento de salto de la valla de Melilla el pasado 24 de junio. En dicho suceso murieron al menos 23 personas por la respuesta de la Gendarmería marroquí, según fuentes oficiales, aunque ONG creen que la cifra final podría ser muy superior.
En concreto, el enviado especial del Gobierno argelino para el Sáhara Occidental y los países del Magreb, Amar Belani, ha lamentado el «asesinato a sangre fría de un centenar de inmigrantes, según un ex alto funcionario marroquí» obra de «las fuerzas de seguridad del Majzen», término utilizado para referirse al rey de Marruecos, Mohamed VI, y su entorno, que tiene un poder real sobre el Gobierno.
«Los funcionarios marroquíes muestran un autismo espantoso al continuar defendiendo miserablemente una supuesta gestión migratoria humanista y señalando a Argelia cuando es de conocimiento público que la gran mayoría de estos migrantes han tomado vuelos de RAM», la aerolínea de bandera marroquí, ha expresado Belani en declaraciones al portal de noticias argelino TSA.
Marruecos ha asegurado que los inmigrantes entraron en el país a través de la frontera argelina debido a la «deliberada laxitud» en la frontera e incluso ha afirmado que los inmigrantes estaban dirigidos por «milicianos experimentados en zonas de conflicto». Para el diplomático argelino, la imagen de Marruecos está «definitivamente empañada» y sus «manos manchadas con la sangre de los inmigrantes africanos».
Este «linchamiento salvaje» de migrantes, con «desprecio a las más elementales disposiciones del derecho internacional humanitario, quedará como una marca grabada al rojo vivo en la conciencia de quienes gustan de hacer el papel de policías y quienes los apoyan en el otro lado» del Mediterráneo, en alusión al apoyo del Gobierno español.
Tras los enfrentamientos las fuerzas de seguridad marroquíes maniataron y apilaron a los migrantes inmovilizados en el suelo de las calles del Barrio Chino de la ciudad de Nador, unas imágenes que han dado la vuelta al mundo.