THE OBJECTIVE
España

El Gobierno se desmarca de la UE y descarta quitar las mascarillas en el transporte

A pesar de la tendencia aperturista del resto de estados y de la presión social, nuestro país seguirá siendo de los pocos del continente en mantener la medida

El Gobierno se desmarca de la UE y descarta quitar las mascarillas en el transporte

Una joven con mascarilla en el transporte público | Waldemar Brandt (Unsplash)

El Gobierno español va a la contra de las recomendaciones de la Unión Europea y no tiene planeado acabar con el uso obligatorio de mascarillas en el transporte público y aviones. Así lo manifestó la ministra de Sanidad, Carolina Darias después de que el pasado 16 de mayo la Agencia Europea de Seguridad (EASA) y el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) hayan anunciado que retirarán esta recomendación.

No obstante, los pasajeros vulnerables deben seguir llevando mascarilla independientemente de las normas, siendo aconsejable que utilicen una FFP2. También se mantiene la recomendación de respetar las medidas de distanciamiento social en las zonas interiores, incluido el aeropuerto, siempre que sea posible.

La decisión de obligar al uso de mascarilla en los aviones está en manos de las aerolíneas y de los países de procedencia y destino. Ryanair, Norwegian y British Airways ya han eliminado el uso obligatorio de mascarilla en los vuelos europeos, salvo los de aquellos países, entre ellos España, en los que la legislación obliga a llevarla en el transporte público.

España se queda sola

A pesar de la tendencia aperturista del resto de países europeos y de la creciente presión social avivada por el cansancio acumulado tras más de dos años de pandemia y por la calurosa época del año que se avecina, España seguirá siendo de los pocos países del continente en mantener esta restricción. A este respecto, la ministra ha recalcado que «todas las medidas tienen que tener un recorrido y por lo tanto hay que ir caminando de la mano de la prudencia y de la proporcionalidad como hasta ahora, y siempre con la unanimidad en las propuestas de las personas expertas que nos asesoran y en este caso con la práctica unanimidad del Interterritorial». 

Los últimos en sumarse a la «rebelión antimascarillas» han sido los representantes del sector del autobús, que a través de la Confederación Española de Transporte en Autobús (Confebús) han pedido al Gobierno que elimine su obligatoriedad  en el transporte público, al defender que son espacios más seguros que en otros en los que ya no se usa. El presidente de la patronal, Rafael Barbadillo, ha solicitado esta medida en una comisión del Congreso de los Diputados, argumentando que en otros países del entorno ya no es necesaria la mascarilla en los metros o autobuses.

Lejos de recoger estas peticiones, la responsable de Sanidad se ha pronunciado el pasado viernes, día 1 de julio, para pedir «prudencia» ante el considerable aumento de contagios que se ha producido en el país estos últimos días, y ha recomendado el uso de la mascarilla en interiores, especialmente a las personas en situación de vulnerabilidad. Con esta solicitud, el Gobierno central se une a las iniciativas de las comunidades de Cataluña y Madrid, donde han extendido sus recomendaciones para todas las personas que se encuentren en espacios cerrados o asistan a eventos multitudinarios.

THE OBJECTIVE ha preguntado al Ministerio de Sanidad por esta situación y por sus planes con respecto al uso obligatorio de mascarillas, pero aún no ha recibido respuesta.

La situación en Europa

Aunque es cierto que la gran mayoría de países europeos ha abierto la mano con las restricciones, todavía hay ciertos lugares en los que el uso de mascarillas continúa siendo estrictamente obligatorio en determinadas circunstancias. Así está la situación en el continente:

  • Alemania: en el país bávaro, la Ley de Protección contra Infecciones prevé el uso obligatorio de mascarilla en aviones y trenes de larga distancia en todo el país, en principio, hasta el 23 de septiembre. También es obligatorio el uso de mascarillas en centro sanitarios, autobuses y trenes de la red de transporte de cercanías que ordenan los distintos estados federados.
  • Austria: la mascarilla sigue siendo obligatoria en los lugares públicos como farmacias, supermercados, bancos y oficinas de correos. También es preceptiva en todos los medios de transporte, incluido en estaciones, andenes, paradas de autobuses y aeropuertos, y en centros sanitarios.
  • Bélgica: el uso de mascarilla en los transportes públicos dejó de ser obligatorio el pasado mes de mayo, fecha en la que también se levantaron las últimas restricciones a los viajes no esenciales, tales como la obligación de cuarentena o test diagnósticos.
  • Bulgaria: aunque se recomienda su uso, la mascarilla no es obligatoria en ningún caso. Tampoco en el transporte público.
  • Croacia: la mascarilla solo es obligatoria en centros sanitarios y residencias, por lo que no es necesario llevarla ni en lugares de ocio ni en trasportes públicos.
  • Chipre: el uso de mascarillas es obligatorio en el transporte público, en hospitales, centros de salud y hogares de ancianos.
  • Dinamarca: fue el primer país de la Unión Europea en levantar todas las restricciones sanitarias. Solo recomiendan su uso en los lugares públicos y de ocio, y la única excepción es para hospitales y residencias, donde es obligatoria.
  • Eslovaquia: este país eliminó en abril la obligación de llevar mascarilla en interiores, incluido el transporte público, los lugares de trabajo, las tiendas y los eventos masivos. Las únicas personas que deberán llevar las mascarillas serán el personal durante su horario laboral y aquellos que visiten o estén ingresados en un centro de atención médica y social.
  • Eslovenia: no es obligatorio el uso de mascarillas en interiores ni en los transportes públicos. Su utilización solo sigue siendo necesaria en el interior de los centros sanitarios y de asistencia social.
  • Estonia: la mascarilla no es obligatoria ni en interiores ni en trasportes públicos. Aunque el Gobierno recomienda que las personas vulnerables hagan uso de la misma siempre que sea posible.
  • Finlandia: se trata del único país de la Unión Europea que no impuso el uso de mascarillas a lo largo de toda la pandemia. En su lugar se limitó a transmitir una recomendación para todas aquellas personas mayores de 12 años ya vacunadas y personas no vulnerables.  En espacios sanitarios aconsejan llevarla, pero en espacios interiores y en transporte público no es necesaria.
  • Francia: desde el pasado lunes 16 de mayo las mascarillas dejaron de ser obligatorias en el metro, autobús, tren e incluso en taxis. Únicamente siguen siendo necesarias en los centros sanitarios. Sin embargo, la complicada situación provocada por la nueva ola de covid-19 ha llevado a la ministra de Salud, Brigitte Bourguignon, a instar a los franceses a que vuelvan a utilizar las mascarillas en áreas concurridas y especialmente en el transporte público.
  • Grecia: la mascarilla dejó de ser obligatoria el 1 de junio en interiores, vuelos, aeropuertos y en los medios de transporte de larga distancia, donde existen asientos numerados. No obstante, en algunos espacios especialmente vulnerables como hospitales, residencias de mayores y el transporte urbano, como el metro, los buses y el tranvía, la protección facial sigue siendo obligatoria.
  • Hungría: el uso del cubrebocas no es obligatorio en ninguna circunstancia, incluyendo el transporte público y los eventos multitudinarios.
  • Islandia: en febrero de este año se eliminó por completo el uso obligatorio de mascarillas. No existe ningún tipo de restricción.
  • Italia: hasta el 30 de septiembre de 2022 se mantiene el uso obligatorio de mascarillas FFP2 en medios de transporte público (excepto en aviones), en las residencias de ancianos y en las estructuras sanitarias.
  • Irlanda: las mascarillas solo son obligatorias en espacios sanitarios, aunque recomiendan su uso en el trasporte público y el comercio.
  • Letonia.: desde el 15 de mayo se eliminó la obligatoriedad de portar cubrebocas en el transporte público. Únicamente será necesario el uso de mascarillas quirúrgicas o FFP2 sin válvula en instituciones médicas y de asistencia social. 
  • Lituania: el uso de mascarillas ha dejado de ser obligatorio, con la excepción de los establecimientos sanitarios. En el resto de espacios interiores públicos, así como en los transportes públicos, únicamente se recomienda el mantenimiento del uso de mascarillas y de las demás medidas no sanitarias de salud pública.
  • Luxemburgo: no es obligatorio llevar mascarilla en lugares abiertos. Sí es preceptivo en transporte público y en todo establecimiento cerrado, comercial o de ocio.
  • Malta: el pasado 2 de mayo las mascarillas dejaron de ser obligatorias excepto en hospitales, clínicas de salud, residencias de ancianos y vuelos.
  • Noruega: en el país nórdico hay total libertad con respecto al uso de mascarillas. No es necesario llevarla en trasportes públicos ni en sus intermediaciones.
  • Países Bajos: el 23 de marzo la mascarilla dejó de ser obligatoria en lugares públicos, en los transportes públicos y en las paradas, a menos que haya demasiada gente. Sigue siendo preceptivo su uso en los aeropuertos y en los aviones.
  • Polonia: es otro de los países que únicamente obliga a llevar mascarilla en los centro sanitarios, por lo que en los transportes públicos y vuelos no es necesario.
  • Portugal: es obligatorio usar el cubrebocas en los trasportes públicos y en los aviones. También en los centros de salud y residencias. Están exentos de esta obligatoriedad los menores de diez años.
  • Reino Unido: desde principios de 2022, el Gobierno de Boris Johnson eliminó cualquier tipo de restricción, dejando el uso de mascarilla como «una cuestión de juicio personal».
  • República Checa: en este país no es obligatoria en interiores ni en trasporte público. No obstante, se recomienda que los ciudadanos lleven voluntariamente mascarilla en lugares concurridos. En centros sanitarios y asistenciales para mayores debe seguir llevándose.
  • Rumanía: el uso de mascarilla no es obligatorio en ningún caso, incluyendo el transporte público y los vuelos.
  • Suecia: fue uno de los primeros países en abolir el uso de cubrebocas y ahora mismo solo es obligatorio en los centros de salud.
  • Turquía: el pasado 30 de mayo puso fin a la obligación de llevar mascarilla en el transporte público, incluyendo trenes, autobuses y aviones. Únicamente se mantiene la excepción de los hospitales.

Los expertos piden cautela

THE OBJECTIVE se ha puesto en contacto con Daniel López Acuña, epidemiólogo y exdirector de Acción Sanitaria en Crisis de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para conocer su opinión sobre la pertinencia de eliminar la protección de las mascarillas en el transporte público. A este respeto, el experto reclama precaución, aboga por mantener la medida, y advierte de que «si se retirara el uso de mascarilla en esta situación se cometería un error craso que incrementaría la incidencia y agravaría el repunte que estamos experimentando». Del mismo modo, avisa a este diario de que «no hay que dejarse llevar por las modas que están siguiendo otros países, que están tomando medidas que no se basan en la evidencia científica».

López Acuña destaca el notable incremento de contagios acontecido en estas últimas fechas. El 29 de junio, día en que se realizó esta entrevista, la incidencia acumulada de España entre mayores de 59 años se situaba en los 841 casos por cada 100.000 habitantes. Esta circunstancia, sumada a la elevada mortalidad de los meses de mayo y junio son motivos más que suficientes para «volver a usar las mascarilla en interiores poco ventilados», según la opinión del epidemiólogo. «En estos momentos, lo último que hay que hacer es eliminar las mascarillas del transporte público. De hecho, si las variantes actuales siguen extendiéndose de esta manera, Europa tendrá que recuperar esta medida», concluye.

«España se precipitó»

Joan Carles March es profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y Doctor en Medicina por la Universidad Autónoma de Barcelona. El doctor mantiene la misma línea que su compañero y considera que «en estos momentos, al menos las personas mayores de 80 años, vulnerables, pacientes crónicos e inmunodeprimidos, deben llevar mascarilla en interiores», porque «en esta fase de repuntes es la única manera de minimizar los contagios».

Asimismo, el profesor March estima que «España se precipitó eliminando los aislamientos, y se equivocó recopilando información únicamente de los mayores de 60 años y quitando las mascarillas en interiores justo después de la Semana Santa», porque con estas medidas se genera la sensación entre los ciudadanos de que «ya no hay Covid», lo cual genera una «extrema relajación que se traduce en un aumento considerable de contagios». Esta sensación es justo lo contrario de lo que se debería transmitir desde las instituciones, ya que ahora mismo «lo que debe fomentarse es la responsabilidad individual».



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