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Estupor e impotencia en Podemos por los viajes de Montero: «Aprovechará el año que le queda»

La ministra de Igualdad, que ya levantó polémicas por su traslado a Chile, planea más viajes en lo que queda de legislatura a pesar de las críticas

Estupor e impotencia en Podemos por los viajes de Montero: «Aprovechará el año que le queda»

Podemos, el partido que llegó a la política para regenerarla, se encuentra atrapado entre gestos y actuaciones cada vez más difíciles de justificar. El último caso polémico ha sido el traslado de Irene Montero y su séquito a Washington y a Nueva York. Si bien la cúpula cierra filas con la ministra de Igualdad, fuentes de la formación morada -tanto cuadros como exdirigentes- admiten su estupor e impotencia. Algunos aseguran que «Irene va a aprovechar el año que le queda de ministra». Es una manera de decir que creen que «lo volverá a hacer», pese a las críticas que saben está recibiendo también en ministerios socialistas.

Las fuentes consultadas se refieren al periodo que queda hasta el cierre de la legislatura, prevista para finales de 2023 o principios de 2024 en función de lo que decida Pedro Sánchez. «Esto es algo muy humano», explican desde el partido morado. «Irene sabe que queda poco tiempo, y lo va a aprovechar», vaticinan.

Mientras Yolanda Díaz guarda silencio, ningún ministro socialista revela oficialmente su enfado, pero varias fuentes gubernamentales aseguran que en el entorno de las vicepresidentas la cuestión no ha pasado por alto. «Lo que hace afecta a la imagen de todo el Gobierno», explican. Algo que significa que los socialistas creen que Montero tiene un elevado coste electoral para Sánchez. Es decir, que resta más votos de los que aporta. Un asunto que, por otro lado, también comentan algunos en Podemos: «Es difícil de calcular, pero es una erosión grave. Montero quemó Podemos y quemará toda la izquierda».

Un fin de semana sin rastro de los gastos

El pasado fin de semana, Irene Montero viajó a Estados Unidos acompañada por la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, la asesora de Igualdad, Isa Serra, y su responsable de prensa. Se reunió con la directora ejecutiva del Consejo de Políticas de Género, Jennifer Klein, y con el asistente adjunto de presidente de EEUU Chiraag Bains el pasado jueves.

El viernes el grupo se trasladó a Nueva York, donde se citó con la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Sami Bahous, y con representantes de varias organizaciones de defensa de los derechos sexuales y reproductivos, según la información oficial del ministerio que, sin embargo, escondió la fecha de vuelta de la ministra y los gastos del traslado.

Este diario realizó varias preguntas para conocer la fecha de vuelta de Montero, pero no obtuvo ninguna respuesta. Lo mismo ocurrió en el último viaje a Chile de la responsable de Igualdad el pasado marzo. Entonces se descubrió que su ministerio pagó más de 8.000 euros para que el grupo permaneciera todo el fin de semana en Santiago de Chile.

El antecedente de Chile

En Washington y Nueva York ese coste será sin duda mayor, tanto por los precios de los alojamientos como por el avión estatal que les llevó al país. Tanto en Chile como en el viaje a Estados Unidos, el equipo de Montero ni siquiera ha redactado una escueta nota informativa sobre su actividad y sus logros.

El viaje de Montero y las fotos que el grupo se hizo durante ese fin de semana han levantado una notable polémica en las redes sociales que, además, ha llegado al Congreso, donde varios diputados han registrado sendas peticiones de información. El PP, por ejemplo, ha calificado el viaje de «vacaciones gratis total» con «foto con las amigas en los sitios emblemáticos» de la ciudad.

El viaje de Montero a Estados Unidos se suma a otro traslado polémico a Chile, donde como desveló THE OBJECTIVE el ministerio cubrió los gastos del grupo, en el que también figuraba Teresa Arévalo, la asesora de Montero investigada por el caso niñera (esta vez Montero ha prescindido de ella).

Aburguesamiento de Podemos

El partido morado ya está en plena espiral de aburguesamiento. La formación llegó a la política nacional denunciando el despilfarro de la casta. En los comienzos, vetaba incluso a sus representantes viajar en taxi. En la primera legislatura, los diputados tenían que trasladarse con sus maletas cada semana rumbo al Congreso y pernoctar en las pensiones más baratas de la zona.

Ahora, sin embargo, la bunkerización de los morados ha ido a más. Y con ellas la percepción de lo que también en las altas esferas del partido consideran como «lo debido». Un discurso que, revelan varias fuentes del partido, legitimó Pablo Iglesias con la compra del chalet. «Esto lo he hecho yo y tengo derecho a cumplir con mis deseos», fue uno de los argumentos del exlíder ‘morado’ para ejecutar dicha operación.

Irene Montero, que como desveló este diario se encuentra en una etapa política de máxima soledad interna y ministerial, está interpretando esa misma filosofía en el último tramo de la legislatura. La ministra entró en el Gobierno con el temor a convertirse en una ministra florero. Persiguió una hiperactividad legislativa, primero con la Ley de Solo sí es sí y después con la Ley Trans, que ha roto en dos el movimiento feminista.

«Montero ha cumplido»

Ahora, según dicen sus defensores, «Montero ha cumplido». Esta la justificación que ofrecen para que pueda seguir de viaje. Aunque no faltan los críticos internos, que abogan por una sustancial desconexión de la ministra con la realidad. «El problema es el descrédito. Si no fuera un personaje quemado la cosa habría quedado en anécdota, como cuando cualquier político ha ido a Nueva York y no han conseguido ninguno una agenda potente. Ni Sánchez. Pero Irene está asociado ya a lo peor de Podemos. Al nepotismo de Iglesias que la puso de ministra por capricho», reflexionan.

La polémica se mezcla con la falta de transparencia del ministerio. Durante todo el fin de semana fue imposible saber los días de traslado de la ministra, su agenda en los detalles y su fecha de regreso. Para conocer a fondo el coste de toda la operación (desde el hotel en el que se alojó hasta el método de traslado), hará falta esperar las preguntas parlamentarias de los diputados de la oposición y las peticiones ciudadanas en el portal de Transparencia. Entre 15 y 30 días de espera. Y mientras tanto, el silencio informativo.

El lunes, el dirigente de ERC Gabriel Rufián quiso defender a Montero. Atacó a la prensa por no tratar de igual manera a Isabel Díaz Ayuso durante su viaje a Estados Unidos. La presidenta madrileña contestó con su agenda de aquellos días: siete reuniones en dos días, y ocho entrevistas en medios de comunicación. Pero el problema tampoco se puede resolver así, reprochan en el partido ‘morado’. La comparación con Ayuso no es de recibo, porque la misión del partido morado era justamente borrar del mapa las presuntas malas costumbres de la política profesional, no imitarlas. Eso, decían, eran cosas de la casta.

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