La Policía y la Guardia Civil buscan a un asesino francés oculto en el pirineo de Aragón
Los agentes creen que sigue vivo y podría estar oculto en alguna zona montañosa de Jaca (Huesca). El fugitivo, reservista del Ejército, tiene habilidades de supervivencia y gran resistencia física
El fugitivo francés Cedric Tauleygne | TO
De día, de noche, por caminos, montañas y carreteras, y en el más recóndito lugar. La Policía Nacional y la Guardia Civil trabajan a destajo en las inmediaciones de Jaca (Huesca) para dar con el paradero del presunto asesino Cedric Tauleygne, al que la gendarmería francesa sigue la pista por haber acabado a tiros con la vida de un hombre y una mujer en un pequeño pueblo próximo a Tarbes, en el sur de Francia, donde las dos víctimas trabajaban como profesiones universitarios.
Hace unos días, las pesquisas de los servicios de investigación de la policía francesa situaron al fugitivo en la zona del pirineo oscense, después de encontrar su vehículo, una moto de marca Suzuki, abandonado en la Peña Oroel, una ubicación montañosa cercana a la región jacetana. Los agentes galos, además, pudieron establecer su ubicación, después de mantener contacto telefónico con él en un momento determinado, precisan fuentes policiales a este periódico. Aunque el fugitivo manifestaba insistentemente en que quería quitarse la vida.
Sin embargo, casi una semana después de que Cedric Tauleygne perpetrase el asesinato contra la pareja de profesores del colegio Desaix, en Tarbes, Aurélie Pardon y Gabriel Fourmigué, las fuerzas de seguridad españolas siguen sin dar con el autor del crimen en las inmediaciones de Jaca. En la búsqueda participan, desde un primer momento, efectivos del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil y también del Grupo de Fugitivos de la Policía Nacional.
Perfil del fugitivo
Pese a que la gendarmería francesa advirtió de que el fugitivo pretendía suicidarse, los agentes trabajan con la hipótesis de que sigue vivo, y de que podría estar oculto en el Pirineo aragonés. Todo ello, gracias a su experiencia en supervivencia como reservista del Ejército. La Guardia Civil cree que esas habilidades le han podido permitir su ocultación en zonas de bosque, donde la espesura dificultaría su búsqueda o su avistamiento desde el aire.
Además de estas cualidades, el fugitivo francés también es un gran deportista. Según advirtió la Policía francesa a las fuerzas españolas, Cedric Tauleygne «es peligroso y susceptible de estar armado». Y tiene una gran resistencia física, puesto que solía participar en pruebas deportivas de ciclocross. Tanto que llegó a participar en dos ediciones de los Juegos Olímpicos de Invierno: la de Albertville (Francia) en 1992 y la de Lillehammer (Noruega) en 1994. En este sentido, los agentes no descartan que el presunto asesino conociese con anterioridad la zona en la que ahora tratan de buscarle. Podría haberla recorrido tiempo atrás con su bicicleta, dada también la cercanía en kilómetros que hay de Jaca al municipio francés del que es oriundo.
Una cuestión de celos
Lo cierto es que desde el pasado lunes, cuando el presunto criminal cometió el crimen, nadie ha vuelto a verlo. Fueron los vecinos los que encontraron a la mujer asesinada, de 32 años, a última hora de la tarde en una calle de Boyastruk (Francia). Poco después, tras alertar a los gendarmes, encontraron el cuerpo de su marido, de 55 años, en su domicilio, a pocos metros de distancia de la primera ubicación. Según la prensa francesa, informa Efe, el móvil del crimen podría derivarse de una cuestión e celos debido a que el fugitivo y la mujer asesinada mantenían una relación sentimental.
Desde que se conociese la posibilidad de que el deportista podía estar oculto en el Pirineo oscense, el temor en pequeñas localidades cercanas a Jaca ha ido creciendo durante los últimos días, habida cuenta del poco éxito de su búsqueda. Y sobre todo a que los habitantes de estas zonas no se habían enfrentando nunca a un suceso de estas dimensiones.
En Bernués, muy cerca de la Peña Oroel, donde se localizó el vehículo abandonado del presunto asesino, la alcaldesa, Ana Celsa Lacosta, declaró a los medios locales que para el municipio «estaba siendo un sinvivir» y sin duda alguna «el momento más duro y el peor» en los 15 años que lleva ocupando su cargo. «Estamos preocupados y esperamos que se solucione pronto.
