Colau censura una campaña de recuerdo de Barcelona 92 en el metro de la ciudad
La empresa municipal Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) se ha negado a instalar los carteles de la campaña «Recuperemos la convivencia»
Societat Civil Catalana y Ada Colau se vuelven a enfrentar. Una campaña de homenaje y reivindicación del espíritu de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992, coincidiendo con su 30 aniversario, no ha parecido gustar a la administración municipal que dirige la líder ‘morada’, que la ha vetado en el metro de la Ciudad Condal por no ajustarse «a las tipologías de campañas publicitarias contempladas en la normativa». Una justificación que no convence a la asociación constitucionalista catalana, que denuncia «discrecionalidad» y «afán discriminatorio».
En concreto, la empresa pública Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) se ha negado a instalar en los soportes publicitarios del Metro los carteles de la campaña «Recuperemos la convivencia». Algo que, en opinión de SCC, se ha realizado en función de criterios contradictorios, ya que denuncian que esta entidad presidida por Colau incumple sus propias normas cuando lo considera oportuno.
«La campaña es un alegato a favor de valores como el entendimiento y la solidaridad a través de la exaltación de un evento deportivo que permitió la transformación de la ciudad y su proyección al mundo. Tanto el contenido como la imagen de los carteles son respetuosos con los ciudadanos y con las instituciones. Todas las ilustraciones remiten a símbolos deportivos o de la ciudad y ensalzan la fraternidad, la alegría e ilusión generadas en aquellos años», aseguran los responsables de la agrupación constitucionalista, que recuerdan que los mismos carteles se han autorizado para su instalación en marquesinas de paradas de autobuses de Barcelona.
En este sentido, otra de las principales quejas de SCC es que, en el mes de agosto de 2020, TMB autorizó la instalación en los soportes publicitarios del Metro de otra campaña de SCC «Aturem la decadència», aplicando un criterio diferente en aquella ocasión, lo que, según esta asociación «viene a demostrar las contradicciones, falta de criterio y discrecionalidad por parte de la empresa pública».
«En numerosas ocasiones TMB ha autorizado campañas publicitarias con evidente sesgo partidista e ideológico que, a diferencia de la campaña “Recuperemos la convivencia” de SCC, podían incomodar a cientos de miles de barceloneses. Es el caso de las campañas de Òmnium Cultural Ho tornarem a fer, de 2019, y Amnistia, ara!, de 2020. Ambos carteles vulneraban la normativa de TMB que, en teoría, excluye la publicidad de mensajes ideológicos», aseguran en un comunicado.
Para SCC, es «obvio» que la empresa pública de transportes aplica un doble rasero en función de si la campaña publicitaria proviene de una entidad nacionalista o constitucionalista.
