España activó un plan secreto con Estados Unidos para evacuar la embajada en Kabul
El exembajador español lamenta en su carta a la cúpula de Exteriores que su ‘número dos’ diese el paso de pactar con los norteamericanos sin él saberlo
El exembajador español en Afganistán durante la retirada del año pasado, Gabriel Ferrán, revela en su carta enviada a sus superiores del Ministerio de Asuntos Exteriores sobre el próximo libro 55 días en Kabul (Ed. Deusto), de su subordinada Paula Sánchez, que esta última activó sin su conocimiento un plan con Estados Unidos para evacuar al personal diplomático y a una familia de españoles desde la embajada hasta el aeropuerto internacional el día que los talibanes entraron en la capital afgana.
Ese memorándum de entendimiento se había firmado antes entre las embajadas de EEUU y España en Afganistán. Nunca se dio a conocer a la opinión pública, por lo que tenía carácter secreto. Este «instrumento», como recuerda Ferrán a sus superiores del departamento de José Manuel Albares, consistía en que la embajada norteamericana «se comprometía a acoger temporalmente a las legaciones que quisieran cerrar y facilitando además la evacuación del país».
El exembajador alerta a la cúpula de Exteriores del hecho de que su ‘número dos’ cite «varias veces» ese acuerdo bilateral en su libro, que se publicará en septiembre, en su afán por «airear todas las cuestiones internas, incluso las de naturaleza económico-administrativa» de las que Sánchez fue testigo privilegiada en su condición de secretaria de embajada.
La activación de este plan de evacuación con la ayuda de EEUU conllevaba «un coste económico» para España «que además no se cuantificaba totalmente» en sus páginas. Por ejemplo, para los traslados en helicóptero desde la Zona Verde, donde estaba ubicada la legación estadounidense, hasta el aeropuerto se había fijado una tarifa «cercana a los 600 dólares (unos 500 euros al cambio de entonces)», pero la estancia en las dependencias de la embajada era «variable».
Circunstancias «excepcionales» para salir de Kabul
Este aspecto financiero «indeterminado», recuerda Ferrán, dificultó «mucho» que Exteriores diese previamente su luz verde para la firma ante la falta de concreción. Llegado el momento, «las circunstancias de esta evacuación general de toda la colonia extranjera en Kabul fueron tan excepcionales que el sentir general entre los colegas que coincidimos en la base militar era que el apoyo americano no se había tramitado bajo este instrumento».
Por lo tanto, el embajador estaba convencido de que dicho pacto no se había aplicado en el momento de la caída de Kabul. Él mismo lo comprobó unos meses más tarde cuando habló con su sucesor, Ricardo Losa, y le preguntó si había facturas pendientes que reclamase Washington por la ayuda de aquellos días. «Supe que el Gobierno norteamericano hasta entonces no había reclamado ningún pago. Un gesto de generosidad que les honra y debe de ser reconocido», explica Ferrán en su carta.
Su sorpresa viene al leer el borrador del libro de su subordinada y darse cuenta de que la secretaria de embajada sí que lo activó en la tarde del 15 de agosto del año pasado, «lo que yo ignoraba», dando pie así «a la base jurídica» del apoyo que EEUU otorgó a la legación española para llegar hasta el aeropuerto y luego pasar allí varios días en su zona hasta la evacuación en los aviones que el Ejército del Aire envió a Kabul.
«El reconocimiento público de estos hechos por parte de esta funcionaria (Paula Sánchez) podría suponer una tentación para la Administración americana de reclamar los pagos derivados del memorándum», enfatiza el exembajador en su carta a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. De ser así y con las tarifas establecidas, la factura para España «podría suponer muchos miles de euros».
Aunque la posibilidad de que la Administración Biden exija ahora ese pago sea «remota», el embajador en Kabul en aquellos días de la toma del poder por parte de los talibanes avisa a la cúpula de Exteriores sobre la inconveniencia de que la autora de 55 días en Kabul dé publicidad «a todas estas cuestiones de intendencia».