Alivio en la Guardia Civil tras nueve meses de retraso en la cesión de Tráfico a Navarra
Los dos ejecutivos siguen «avanzando en la transferencia» pero no concretan fechas. Los agentes dudan ahora de que se vaya a materializar
Nueve meses después de que los gobiernos navarro y central decidiesen retrasar «por cuestiones técnicas» la firma de la transferencia de la competencia de Tráfico y Seguridad Vial al Ejecutivo regional, los guardias civiles de esta sección en la comunidad autónoma siguen sin noticias sobre el asunto. Tanto es así que incluso comienzan a dudar de que la cesión se vaya a materializar en algún momento. «Ese tema ha pasado prácticamente a la historia», cuenta a este periódico un agente navarro que lleva más de 20 años trabajando en esta sección del Instituto Armado.
Guardias civiles destinados en el área de Tráfico sostienen que, al principio, «sonó fuerte que se iban», pero «ahora ni se escucha, la cuestión está totalmente apagada y seguimos trabajando con completa normalidad». «Cuando saltó la noticia, hacíamos reuniones de lo que se sabía o no se sabía, sin tener mucho conocimiento. En este momento, ni siquiera los mandos tienen información. Creemos que ha quedado todo en agua de borrajas», apuntan las fuentes policiales consultadas por THE OBJECTIVE.
En el plano político, mientras tanto, todavía no hay ninguna fecha marcada en el calendario ni visos de que se vaya a concretar a corto plazo. El vicepresidente primero del Gobierno de Navarra, Javier Rémirez, señaló el pasado miércoles que esperaba llegar a un acuerdo para la cesión con el Estado «más pronto que tarde» y aseguró que la negociación «estaba avanzada y eran pocos los flecos que quedaban por cerrar».
Fuentes autonómicas, sin embargo, aseguran a este diario que las conversaciones entre los dos ejecutivos están «atascadas» y «todo apunta a que dejarán agotar la legislatura» pese a que se trata de «una de las promesas estrellas del Gobierno navarro». «Creían que se trataba de algo sencillo, pero no lo es. Llegar a un acuerdo económico, cuadrar aspectos técnicos, analizar la situación especial de cada agente… La cosa va lenta y, por lo que parece, aún tardará más», apunta otra fuente.
«Es complejo»
Desde el Gobierno central, la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, aseguró en mayo que la transferencia de Tráfico «era una cuestión compleja», pero reiteró «su compromiso» y la «voluntad» del Gobierno para llevar el proceso a cabo. Rodríguez matizó que ambas partes continuaban trabajando a nivel técnico en la cesión de competencias, pero era «complicado» porque «había que ajustar las necesidades de Navarra» y el «interés» del Estado.
La cesión, de llevarse a cabo, implicará la salida de 173 guardias civiles del sector de Tráfico en Navarra. Ante esto, el Gobierno autonómico trata de acordar cuánto dejará de pagar al Estado por el trabajo que actualmente hacen estos agentes. Aunque, al mismo tiempo, tiene presente que una parte de ellos podría integrarse en otras unidades del Instituto Armado en la comunidad foral y, por tanto, debería seguir pagando esa cuota de agentes.
Cuatro opciones
Una vez se cristalice el acuerdo entre Navarra y el Gobierno de Pedro Sánchez, los agentes tendrán cuatro opciones. Por un lado, el gobierno autonómico trabaja en una pasarela mediante la cual los guardias civiles podrán integrarse en la Policía Foral. Aunque, según manifiestan fuentes sindicales, la mayoría pretende quedarse en el Cuerpo.
Por otro, según ha precisado el Ministerio del Interior, los que decidan no sumarse al cuerpo autonómico podrán ocupar puestos de trabajo en la misma especialidad o en otras comandancias, es decir, un traslado de región; o bien seguir trabajando en otra unidad de la Guardia Civil en Navarra, de la que forman parte 1.623 agentes.
En la Administración navarra también trabajan con ese escenario. Aquel en el que los guardias civiles se nieguen a formar parte de la Policía Foral. Lo que irremediablemente les llevaría a convocar una Oferta de Empleo Público (OPE), ya que el cuerpo autonómico no cuenta con suficientes efectivos para suplir las vacantes de Tráfico, que no solo se encargará de la vigilancia en carreteras, sino también del régimen sancionador, la seguridad vial o el capítulo relativo a las autoescuelas.
El acuerdo sobre la cesión entre ambos gobiernos se trata de una vieja reivindicación de un sector de la clase política navarra, y forma parte del acuerdo que firmó el PNV con el PSOE el 30 de diciembre de 2019 para que votara a favor de la investidura de Pedro Sánchez. Es en lo que basan su enfado precisamente asociaciones profesionales de guardias civiles: critican que este cambio se haga expensas de un apoyo político a los presupuestos y no para mejorar el servicio que se presta al ciudadano.