Ciudadanos apuesta por cambiar su nombre a Liberales y se abre al voto en urna en primarias
El partido de Inés Arrimadas envía un cuestionario a sus afiliados más fieles en el que les plantea la posibilidad de eliminar las consultas internas
Ciudadanos ha enviado un cuestionario interno a los 2.000 afiliados que se han apuntado al proceso de refundación, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE en exclusiva, en el que se apuesta claramente por cambiar el nombre del partido a Liberales y se abre la puerta por primera vez al voto en urna en primarias internas tras las últimas polémicas que ha habido en algunas votaciones telemáticas.
La formación de Inés Arrimadas ha dividido el cuestionario en cinco bloques: Funcionamiento Orgánico y Participación; Libertades, Modelo Territorial y Regeneración; Políticas Económicas, Energía y Digitalización; Políticas Sociales y Medio Ambiente y, en último lugar, Europa y Asuntos Exteriores.
El primero de los bloques es el más interesante ya que da una idea de las intenciones que tiene el equipo de refundación que dirigen Begoña Villacís y Guillermo Díaz. «Hablando de cambios, ¿crees que sería bueno cambiar definitivamente el nombre del partido?», se inquiere a los afiliados que han recibido el correo electrónico. La primera de las opciones no deja dudas de cuáles son los deseos de la dirección de Ciudadanos: «Sí, ‘Liberales’ me gusta». De las otras dos opciones, una es difusa -«Sí, pero me gustaría tener varias opciones donde elegir»- y la última es seguir como Ciudadanos… aunque ni se cita -«No, hay que seguir con la marca»-.
Tras ello, el cuestionario entra de lleno en el asunto de las primarias. De entrada, se pregunta a los afiliados si estos comicios internos «han hecho más democrático o más inestable» al partido y si es conveniente mantener el sistema tal y como está o si, por el contrario, se debe limitar «a los candidatos a presidencia del partido y de comunidades autónomas».
Ciudadanos plantea eliminar las primarias
Incluso, se plantea la posibilidad de eliminar las primarias, y que sea la dirección nacional la que decida «las listas en su totalidad», o bien ampliarlas para elegir candidatos municipales reduciendo el actual quórum mínimo de firmas que ahora está fijado en 350.
El equipo de refundación aborda, a continuación, la polémica del voto telemático y pide a los destinatarios que elijan una opción de entre cinco posibles. La primera de ellas supone un giro de 180 grados si se lleva a cabo: «Creo que es mejor un sistema de voto solo en urna para garantizar la limpieza del proceso pese a las dificultades logísticas en provincias grandes y poblaciones dispersas».
Las siguiente opción es seguir con el voto telemático como hasta ahora «pese a los problemas de irregularidades que ha habido en algunos procesos», pero en la tercera opción se introduce la posibilidad recurrir para ello «a una empresa externa, pese al coste económico que pueda tener». THE OBJECTIVE desveló en agosto que el actual jefe de Sistemas Informáticos de la formación naranja, Raúl Guillén, reconoció en sede judicial que el voto telemático no fue secreto en las primarias de Murcia de 2019 y que varias personas pudieron acceder al sentido del voto de los afiliados.
Por otro lado, y de cara a la próxima celebración de la asamblea general en diciembre o enero, Ciudadanos pregunta a sus militantes si prefieren mantener el sistema actual de elección de compromisarios o si, por el contrario, quieren eliminarlo y que «esté abierto a toda la afiliación».
Además, se inquiere sobre el modelo «más idóneo» de partido para la nueva etapa que se abrirá tras el próximo congreso extraordinario. La primera opción supone mantener el actual sistema jerárquico o piramidal que impuso Albert Rivera en su momento: «Con un liderazgo y una dirección nacionales fuertes, refrendados por la militancia en primarias, del que emanen las decisiones que se defienden por igual en todos los territorios».
La segunda posibilidad es revolucionaria pues supone una descentralización en la toma de decisiones. «La autoridad se reparte entre la dirección nacional, principalmente, pero también los territorios, como sucede en el PP y PSOE, pudiendo defenderse posiciones contrarias según el territorio». Es decir, abre la puerta a las baronías autonómicas tan denostadas en el pasado.
Y la tercera opción que se plantea a los afiliados es seguir el modelo del PNV en el País Vasco, donde la dirección del partido es la que elige el liderazgo del mismo y toma las decisiones orgánicas y estratégicas, entre las que está la propia elección del candidato sin primarias.
En el cuestionario se pide a los militantes su opinión sobre el sistema político que más conviene a España -«Monarquía parlamentaria o República», y si es necesario suprimir las policías autonómicas para devolver las competencias de Seguridad al Gobierno central. También se pregunta por la supresión de las televisiones regionales o la posibilidad de recentralizar las políticas de Sanidad y Educación.
Asimismo, se inquiere si el Estado debería utilizar el referéndum «como un instrumento más en la elaboración de políticas» siguiendo el ejemplo de Suiza. Precisamente, el presidente de Vox, Santiago Abascal, prometió esta semana hacer uso de las consultas populares para «asuntos trascendentales» si llega a la Moncloa.