Habla la joven que intenta reabrir una causa sexual contra un fiscal: «No creo en la Justicia»
El TC resolverá este lunes el recurso de amparo con el que Miriam Serrano intenta reabrir la causa por la que el fiscal anticorrupción José Grinda fue investigado
El Tribunal Constitucional delibera este lunes sobre el recurso de amparo con el que Miriam Serrano intenta reabrir la causa por la que un juzgado de Jaén investigó y después exoneró al fiscal anticorrupción José Grinda por un presunto delito contra la intimidad sexual de una menor. Corría el año 2009. Miriam apenas tenía 15 años. Su madre denunció ante la Guardia Civil que un hombre y una mujer habían estado intercambiando material gráfico de carácter sexual con su hija a través de la webcam en una red social. Se abrieron diligencias y se descubrió que el hombre que aparecía en los vídeos era un miembro de la fiscalía anticorrupción. El mismo que ha llevado ante los tribunales a la mafia rusa, los exjerarcas chavistas que presuntamente saquearon la petrolera estatal venezolana PDVSA y muchos otros delincuentes nacionales e internacionales a los que el entorno del fiscal Grinda sitúa detrás del interés de reabrir el caso de Miriam.
Tras años en el anonimato, la joven ha decidido salir a la luz y contar su versión en esta entrevista con THE OBJECTIVE. La causa quedó sobreseída en 2013 al no quedar acreditado, según el juez instructor, que el fiscal conociese que la chica era menor de edad cuando mantuvieron el intercambio de imágenes. La Audiencia Provincial de Jaén archivó definitivamente las actuaciones por prescripción del delito en 2017. El asunto saltó a la luz pública aquel año, cuando el abogado y exfiscal de la Audiencia Nacional Ignacio Peláez lo aireó en dos canales de televisión. Grinda acusó a Peláez de trabajar para la mafia rusa y de hacer público el asunto para dañar su reputación, por lo que interpuso una millonaria demanda en su contra. Ahí fue cuando Miriam se enteró de quién fue la persona con la que mantuvo contacto cuando tenía 15 años. Nunca le notificaron que la investigación se había archivado, según su versión.
Al intentar reabrir la causa, para estudiar la posibilidad de ejercer acciones civiles, la Audiencia Provincial de Jaén se negó a entregarle si quiera las actuaciones practicadas durante la investigación. Los jueces alegan que las pruebas que obran en el expediente podrían ser utilizadas para dañar el honor, la intimidad y la reputación del fiscal Grinda. El Tribunal Constitucional admitió a finales del año pasado el recurso de amparo presentado por Miriam, al entender que su caso tiene una especial trascendencia constitucional sobre la que no hay jurisprudencia. La Sala Segunda debe decidir este lunes si prevalece el derecho a la tutela judicial efectiva de Miriam o el derecho a la intimidad de Grinda. La joven admite que un grupo de abogados e investigadores -que han solicitado mantener su anonimato en esta entrevista- la contactó en 2019 para hacerse cargo de los recursos con los que intenta reabrir su causa y acceder al expediente. En vísperas de que la corte de garantías resuelva su recurso, Miriam ha decidido salir por primera vez del anonimato en esta entrevista.
Pregunta (P). ¿Qué edad tienes y a qué te dedicas hoy en día, Miriam?
Respuesta (R). Tengo 28 años y ahora mismo estoy trabajando en una fábrica de industria alimentaria.
P. Es la primera vez que apareces públicamente para denunciar unos hechos que ocurrieron cuando tenías apenas 15 años. ¿Por qué has decidido dar este paso después de tantos años en el anonimato?
R. Primero, porque yo no supe nada hasta muchos años después. Mi madre denunció cuando yo era menor y hasta hace poco no sabía nada de lo que ocurrió con la investigación. Al enterarme, me entró la curiosidad.
P. El Tribunal Constitucional está cerca de resolver sobre el recurso de amparo que podría reabrir tu caso contra el fiscal José Grinda. ¿Qué esperanzas tienes de que el Constitucional te dé la razón?
R. ¿Esperanzas? Creo que es complicado, pero creo que hay que insistir y dar a conocer lo que verdaderamente pasa y pasó. Porque hoy en día pueden seguir pasando este tipo de cosas. Me gustaría que al final saliera todo a la luz, que se diera a conocer y que se hiciera Justicia.
P. ¿Qué sería para ti hacer Justicia en este caso?
R. Al ser esa persona y pensar que lo podría haber hecho otras veces en casos similares al mío, según he visto publicado, no sé realmente cómo se castigaría a esa persona. No sé cuál sería su merecido.
P. Los hechos por los que tu madre interpuso la denuncia, porque tú eras menor, se remontan a 2009 y fueron archivados definitivamente por la Justicia en 2017. Han pasado varios años desde entonces. ¿Por qué quieres reabrir ahora el caso?
R. Al enterarme sentí la necesidad de hacer algo para que no le pase lo mismo a otras personas, a otras niñas. Yo lo tengo superado, pero no todo el mundo tiene la misma fuerza interior. Lo que quiero es que no le pase a más gente.
P. ¿Cuándo y cómo te enteraste de que la persona a la que habías denunciado era uno de los principales fiscales anticorrupción de este país?
R. Yo me enteré por un grupo de abogados e investigadores que me contactaron en 2018. Fuimos al juzgado de Alcalá la Real y me dieron un papel con la denuncia que mi madre puso. Y aparecía su nombre. Antes no sabíamos nada de eso, ni a mi madre le habían dicho nada de nada. Me enteré por ese papel, en el que ponía José Grinda González. A raíz de ahí, ya busqué información de esa persona.
«Sé que ellos tienen pruebas de vídeos, conversaciones y correos electrónicos. La Guardia Civil se llevó mi ordenador, que contenía todo lo que pasó, y me lo trajeron varios días después sin nada, formateado»
P. Uno de los principales argumentos del recurso de amparo presentado por tus abogados ante el TC es que los tribunales de Jaén te han denegado la posibilidad de acceder a todos los informes y pruebas del caso y, por tanto, se estaría vulnerando tu derecho a una tutela judicial efectiva. ¿Por qué crees que la Justicia se niega a entregártelos?
R. No lo sé, pero creo que es mi derecho y no sé por qué me niegan algo que me pertenece. Yo sé que ellos tienen pruebas de vídeos, de conversaciones, de e-mails y ese tipo de cosas, sé que las tienen. La Guardia Civil se llevó mi ordenador, que contenía todo lo que pasó, y me lo trajeron varios días después sin nada, vacío y formateado entero. Por eso sé que tienen conversaciones, correos, fotos… de todo. Tienen que tenerlo todo. Fotos mías y de él.
P. La Fiscalía y el acusado, que fue exonerado por los hechos denunciados, afirman que las pruebas presentadas durante la instrucción podrían ser utilizadas para dañar la reputación del señor Grinda. ¿Qué pruebas concretamente crees que están tratando de ocultar?
R. Yo creo que son los vídeos. Yo recuerdo que cuando llevamos el ordenador portátil a la Guardia Civil había vídeos de él que me enviaba. Supongo que será eso lo que más se intenta ocultar. Es lo más grave.
P. ¿No te preocupa que esas imágenes en las que apareces tú puedan hacerse públicas también?
R. Sí, sí me preocupa. Al fin y al cabo soy yo. Y también quiero que se respete su intimidad. Yo no quiero que salgan esos vídeos de él en los medios de comunicación. Con que lo vea quien lo tiene que ver para que se haga Justicia, me conformo.
P. Volvamos al año 2009, cuando presuntamente ocurrieron los hechos denunciados. ¿Cómo entablaste contacto con él? ¿Y cuánto tiempo duraron vuestras conversaciones por Internet?
R. Por una red social que se llamaba Badoo. Tenían un perfil que se llamaba ‘Marta y Pepe’ y por ahí fue que empezaron las conversaciones. Yo recuerdo que puse la webcam y ellos también. Nos la poníamos ambos perfiles. Mi madre y mi hermano se dieron cuenta de lo que estaba pasando y decidieron denunciar. No recuerdo cuánto tiempo estuvimos hablando. La verdad, no me acuerdo, pero creo que fueron varias semanas. O meses, quizás. También hablábamos por teléfono y hablamos de quedar en persona, pero no llegamos a vernos.
P. El fiscal Grinda quedó exonerado al no quedar acreditado que conociese que eras menor de edad cuando mantuvisteis contacto. ¿Qué edad decías tener en tu perfil de Badoo, la red social por la que entrasteis en contacto?
R. Dieciocho. Porque para entrar en esa red social tenías que decir que eras mayor de edad. Pero yo creo que a todas las personas con las que hablaba por ahí les decía mi edad. En el perfil, no. Pero cuando hablaba con la gente, lo decía. Yo creo que a él se lo dije, pero no puedo estar segura porque ha pasado mucho tiempo.
P. ¿Cuándo se cortó la relación?
Cuando mi hermano se lo dijo a mi madre y lo denunció. No me acuerdo bien, pero mi madre me ha contado que él la llamaba ofreciéndole dinero para que no denunciara.
P. ¿Hubo más conversaciones o intercambios de archivos después de que el fiscal supiese que eras menor de edad?
R. No.
P. ¿Qué repercusiones ha tenido para tu vida haber vivido todo aquello cuando tenías apenas 15 años?
R. Mucha inseguridad. Soy una persona bastante desconfiada y muy insegura. No me fío de nadie. Yo creo que realmente no sabía lo que estaba pensando. Yo lo pienso hoy en día y me doy cuenta de que no sabía ni lo que hacía.
P. Si tuvieses a esa persona delante tuya, al fiscal Grinda, ¿qué le dirías?
R. Que no soy de la mafia rusa y que no debería hacer estas cosas. Y que si verdaderamente tiene un problema, se lo debería tratar.
P. El fiscal Grinda lleva años luchando contra personas vinculadas a organizaciones criminales, mafiosos y delincuentes de todas partes del mundo…
R. Pues que luche contra él mismo.
P. ¿Eres consciente de que muchos de ellos podrían aprovechar tu caso para tratar de hundir la carrera del fiscal?
R. Supongo que tiene que tener gente a su lado, y gente en contra. Yo lo que creo es que hay gente buena y que están dispuestos a hacer Justicia.
P. Te preguntaba sobre las repercusiones que puede tener en su carrera porque ya en 2015 una organización vinculada al comisario Villarejo intentó personarse en tu caso con un claro propósito, según la Justicia, para utilizar las pruebas con el objetivo de arruinar la carrera de Grinda. Incluso en otros momentos se llegó a hablar de que la mafia rusa, a la que investigaba también ese fiscal, intentó meterse en este caso. ¿Cuál es el propósito por el que quieres reabrir la causa? ¿Qué esperas obtener a cambio?
R. Lo principal es que se haga Justicia y que no se vuelva a repetir. Yo no sé si lo sigue haciendo con otras personas, pero por lo que tengo entendido es reincidente y podría seguir haciéndolo. Y no quiero eso.
P. Hablas de reincidente, pero nunca se le ha acusado ni condenado en alguno de los casos en los que se le ha intentado implicar con menores. Siempre se le ha declarado inocente…
R. Vale, pero yo en mi interior lo creo y lo sé.
P. Personas del entorno del fiscal, con las que hemos hablado, creen que delincuentes internacionales están financiando tu lucha por reabrir el caso contra Grinda. ¿Quién está pagando y cuánto te esta costando esta nueva batalla judicial para reabrir tu caso?
R. Me están ayudando varios abogados, periodistas y ese tipo de cosas. No me ha costado nada.
P. Más allá de lo económico, ¿qué otros costes ha tenido para ti en lo personal esta larga batalla judicial?
R. Creo que hay que invertirle mucho tiempo. Tiempo que muchas veces no tengo porque trabajo mucho. Creo que al final tiene que merecer la pena. Creo que al final no he perdido nada, al final he ganado.
P. Por lo que has vivido hasta ahora en los tribunales, ¿crees que eres víctima de un cierto corporativismo judicial y que la Justicia está protegiendo a uno de los suyos?
R. Sí. Sí que lo están protegiendo. A mí es que no me cabe en la cabeza que si no llega a ser por las personas que me están ayudando, yo me hubiera muerto sin saber quién era esa persona. No hubiese sabido que era él.
P. ¿Qué más sabes del fiscal Grinda y de su carrera profesional?
R. Sé que es de Madrid, y sé que vi un vídeo en Youtube de un abogado, Ignacio Peláez. Y ese hombre sabía muchas cosas de mi caso y yo nunca había hablado con él. Fue un poco sorprendente, la verdad. Pero no sé mucho más que él.
P. De hecho, él mantuvo en los medios un intercambio de acusaciones con el abogado al que mencionabas, Ignacio Peláez, que murió poco después por enfermedad. Grinda le denunció por difamación y mantuvo la demanda contra sus herederos. ¿Temes que él emprenda acciones contra ti por sacar esto a la luz?
R. Por poder, que lo intente. Pero yo creo que las pruebas están ahí y yo no estoy engañando a nadie. Yo no gano nada con esto.
P. ¿Confías en la Justicia?
R. No, no creo en la Justicia. No mucho, la verdad. Pero confío en que hay gente buena. Muchas veces no podremos sobrepasar a la mala gente porque siempre hay gente muy poderosa por encima y a veces no se puede hacer nada.
P. Si te pudieses dirigir al magistrado del Tribunal Constitucional que va a redactar la sentencia sobre tu recurso de amparo, ¿qué le dirías?
R. Le preguntaría que si tiene hijos y si le gustaría que le hiciesen eso a sus hijos. Que si así impondría Justicia. Yo creo que cuando más le duelen las cosas a la gente es cuando le pasa a su propia sangre.
P. Si el Constitucional no te diera la razón, ¿acudirías ante la Justicia europea?
R. No lo sé. Yo sigo muy fielmente los consejos de los abogados, pero yo estoy dispuesta a seguir hasta el final. Estoy dispuesta ahora a hablar donde tenga que hablar y a decir todo lo que tenga que decir.