Las feministas llevarán expertos a las puertas del Congreso para denunciar la 'ley trans'
El Ejecutivo ha activado por la vía urgente la tramitación de la norma para, según las feministas ortodoxas, «evitar un debate social sobre su contenido»
Feministas de la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres se manifiestan contra la 'ley trans' frente al Congreso. | Europa Press
Los más de 100 colectivos feministas aglutinados en la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres tienen un plan para denunciar los efectos negativos que, a su juicio, se derivan de la ley trans, y que tienen que ver con el borrado de la categoría jurídica de mujer y con el perjuicio a la salud de los menores. Ante la negativa a dialogar del Gobierno de España, y más concretamente de la ministra de Igualdad, Irene Montero, llevarán expertos a las puertas del Congreso a ‘desenmascarar’ la norma.
El Ejecutivo ha activado por la vía urgente -con los únicos votos en contra de PP y Vox- la tramitación de la norma para, según las feministas ortodoxas, «evitar un debate social sobre su contenido». Así es que, en lo sucesivo, cada vez que se reúna la comisión de Igualdad, la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres promoverá comparecencias de expertos frente al Hemiciclo de San Jerónimo. «Seremos las organizaciones de mujeres quienes llevaremos a las puertas del Congreso las voces expertas», avisan.
Estos, según ha podido saber THE OBJECTIVE, serán especialistas en los ámbitos de la Medicina, Psicología, Pediatría, Leyes, Biología, Estadística y otras áreas afectadas por esta ley. La Alianza, en conversación con este medio, adelanta que tienen «unos cuantos nombres que se apuntarían», así como «el convencimiento de que la mayoría de los diputados desconoce la ausencia de garantías jurídicas que supone la autodeterminación del sexo registral de las personas».
Y es que las feministas clásicas denuncian que la aprobación de la «autodeterminación de género» supondrá, entre otras cosas, «la destrucción de las categorías deportivas en base al sexo, establecidas para garantizar la competición justa entre personas de iguales condiciones»; «la merma en la representación paritaria en base al sexo» en la Ley Electoral y «otros ámbitos de la vida pública»; o la supresión de «los espacios seguros de las mujeres segregados hasta ahora por sexo (vestuarios, cárceles, etc)».
La hormonación en menores
Pero desde la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres también han puesto el foco en las consecuencias que la implantación de la ley trans puede tener sobre la salud de los menores. Estos, tal y como adelantó este medio, podrán ser sometidos a tratamientos que figuran de manera explícita como «no recomendados» para ellos en la ficha de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Concretamente, algunos agonistas de la GnRH (hormona liberadora de la gonadotropina) como la triptorelina y la leuprorelina.
La plataforma que aglutina a centenares de colectivos feministas se ha hecho eco de un estudio publicado por Lesbians United, una organización lésbica con sede en Estados Unidos, que demostraba que los medicamentos que bloquean el desarrollo de la pubertad, y que son necesarios para la ‘transición’, tienen consecuencias muy negativas en la fisionomía de los menores.
Entre los problemas detectados destacan los ligados «al esqueleto, el sistema cardiovascular, la tiroides, el cerebro, los genitales, el sistema reproductivo, el sistema digestivo, tracto urinario, músculos, ojos y sistema inmunológico». Para más inri, los agonistas de la GnRH «pueden ser perjudiciales para la salud mental y aumentar el riesgo de suicidio».
Los bloqueadores para el desarrollo de la pubertad se han recetado a los adolescentes con disforia de género -enfermedad que ahora se quiere despatologizar- desde 1998, pero también a delincuentes a los que se les ha castrado químicamente. Hasta junio de 2022, la FDA (la agencia de medicamentos de Estados Unidos) ha recibido más de 60.400 informes adversos sobre el uso de los agonistas de la GnRH comunes, incluidas casi 8.000 muertes. Unos datos alarmantes que las feministas quieren llevar a las inmediaciones del Congreso de los Diputados, ante la imposibilidad de exponerlos de puertas para dentro.
