Podemos admite el miedo de La Moncloa por los malos sondeos: «Les tiemblan las piernas»
Los morados quieren forzar al PSOE a reformar el delito de sedición. Creen que es esencial para legitimar los indultos a los independentistas
Podemos asume que la situación demoscópica del Gobierno no es buena, y que en La Moncloa están muy alarmados por ello. Fuentes del partido morado activas tanto en Madrid como en Barcelona coinciden en que el presidente Pedro Sánchez y su entorno más próximo manejan encuestas «internas» y que los malos datos están frenando algunas de las grandes reformas «de derechos» que el Ejecutivo se había comprometido a aprobar. Entre ellas, la derogación de la ley mordaza o la reforma del delito de sedición. «Les tiemblan las piernas», comentan los dirigentes del partido morado.
Podemos tampoco goza de buena salud en este aspecto. Pero los morados están centrados en una batalla sobre todo interna que se centra en disputar el liderazgo con Yolanda Díaz de un bloque electoral que roza el 10% de votos. Es una «nueva Izquierda Unida», comentan desde hace meses o tal vez años los más críticos.
Por el otro lado, en la Moncloa, se percibe sobre todo frustración. Internamente circulaba en estos días un pantallazo del último sondeo del CIS que revela unos datos contradictorios. Este documento, sobre el cual también han reflexionado en el entorno de Yolanda Díaz, muestra que casi el 70% de los encuestados considera la situación económica general «mala o muy mala», mientras que si el organismo pregunta por su «situación económica personal», el porcentaje cae al 25%: casi un 60% de los ciudadanos encuestados por el CIS sostiene que su situación económica personal es buena.
Ataque a la prensa
El Gobierno reflexiona sobre esta contradicción para lanzar sus dardos contra la prensa. Tanto el presidente como algunos de sus ministros aparecen convencidos de que el PP está librando una campaña de desinformación que hace mella en la población.
El relato del «catastrofismo», según la definición gubernamental, ignora no obstante la otra casa de la medalla: ¿cómo espera el Gobierno que los ciudadanos perciban la situación económica como estable si sus propios ministros piden topar los precios de los alimentos básicos y hacer lo mismo con las hipotecas? ¿Hasta qué punto las exigencias que provienen del lado izquierdo de la coalición acaban reforzando la tesis catastrofista del PP?
En la Moncloa y en el PSOE evitan contestar a esa pregunta. Mientras, sus observan los movimientos de Sánchez con una mezcla de «optimismo» y sospecha. El «giro progresista» del presidente tranquiliza a Podemos. Aunque los sondeos obligan a mantener la cautela. «En el PSOE se mueven en base a las encuestas», afirma un dirigente de Podemos.
Reforma del delito de sedición
Por su parte, Podemos necesita que se vea su presencia en el Ejecutivo. Por eso propuso topar las hipotecas a las familias más vulnerables. El entorno de Díaz califica la iniciativa de impracticable, aunque oficialmente la ministra evita hablar de ello. Sánchez dijo que los tratados de la UE lo impedían, pero la ministra Ione Belarra le acusa de mentir.
Todo forma parte de una estrategia de presión que tiene como objetivo cortar el vuelo de Díaz. Y avanzar en otros aspectos jurídicos fundamentales para los morados. Se trata de la derogación de la llamada Ley mordaza y la modificación del delito de sedición, además de ley de protección de la libertad de expresión y la reforma de la norma sobre las injurias a la Corona.
Podemos quiere cerrar todos estos asuntos en la actual legislatura. Pero el tiempo empieza a escasear. Los morados recuerdan que el exministro de Justicia Juan Carlos Campo prometió llevar la reforma del delito de sedición al Congreso hace un año. Y temen que la salida de Casado del PP y el bloqueo en el Consejo General del Poder Judicial asuste al PSOE.
Legitimar los indultos
Jaume Asens afirmó en una reciente entrevista en la radio catalana Rac1 que Carmen Calvo les pidió paciencia para buscar el momento más adecuado para llevar la reforma al Congreso. Según Asens, Calvo y Sánchez planificaban hacerlo inmediatamente después de cerrar el pacto sobre el CGPJ con Pablo Casado. Pero el nombramiento de Alberto Núñez Feijóo y el auge que está teniendo en las encuestas han frenado ese plan.
Podemos defiende que de llegar a la Cámara Baja existiría una mayoría suficiente para aprobar dicha modificación. Sostiene que es fundamental para «legitimar» los indultos a los líderes independentistas. Máxime porque el Tribunal Supremo puede en los próximos días revisar esos indultos. El problema es que la dirección de Podemos cree que el núcleo duro de Sánchez está dudando por el miedo a los sondeos de cara al ciclo electoral de 2023. «Les tiemblan las piernas», admiten.