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Política

Olona quiere volver a Vox, pero estudiará otras opciones si Abascal no se lo permite

La abogada del Estado en excedencia confía en que la reunión con su ex líder llegue a buen puerto, pero sabe que encontrará «reticencias» para su regreso

Olona quiere volver a Vox, pero estudiará otras opciones si Abascal no se lo permite

Macarena Olona, en su época como portavoz de Vox en el Parlamento de Andalucía. | Europa Press

Macarena Olona quiere volver a toda costa a ser relevante en la política nacional. Así lo ha evidenciado desde que hiciera su reaparición pública el pasado 29 de agosto para emprender el Camino de Santiago. «Soy como un caballo deseando que levanten la barrera», dijo entonces en clave críptica. Pero sus mensajes se han vuelto más nítidos con el transcurso de las semanas, hasta que la pasada solicitó una reunión a Santiago Abascal para volver a «caminar juntos».

Las formas de Olona no han gustado a sus excompañeros de formación. El propio Abascal, en tono irónico, ha celebrado la «rápida recuperación» de la que fuera su preboste en el Congreso, y ha señalado que fue ella quien se dio de baja del partido en agosto. El choque entre ambos, junto a otros factores explicados anteriormente por THE OBJECTIVE, augura un difícil entendimiento. Pero la abogada del Estado sigue empecinada en volver en volandas al partido que le dio una oportunidad en política. Eso no significa que no baraje ya otras opciones, tales como montar su propia plataforma o presidir otra ya existente.

La alicantina no quiere cerrarse ninguna de las tres vías. Todas sus acciones recientes han ido encaminadas a reforzar su fuerza mediática. Desde su peregrinación, en la que anunció haber superado las dolencias derivadas de su hipotiroidismo, hasta su acto en la Universidad de Granada, que intentó ser boicoteado por radicales de extrema izquierda. Una búsqueda del foco que vendría a confirmar que sus ansias de «sudar la camiseta pública» no pasan por un retorno al despacho como abogada del Estado.

«Ella quiere volver al partido, pero sabe que va a encontrar muchas reticencias», admite una fuente muy cercana a la exportavoz de Vox en el Parlamento de Andalucía, que admite que «estudiará otras vías» si se encuentra con la negativa de Abascal. ¿Qué motivos podría tener el presidente de los verdes para negarle el retorno? La complejidad de vender ante la opinión pública y ante sus propios votantes que Olona vuelva a la primera línea de la política tras haberse escapado de Andalucía arguyendo razones de salud. Pero además, ¿cómo vender ante la opinión pública y ante sus propios votantes que vuelva precisamente a Madrid?

Esto vendría a confirmar todo lo expuesto por THE OBJECTIVE durante estos meses. Esto es, que la marcha de Macarena Olona estuvo motivada, en última instancia, por la negativa de la dirección nacional a dejarla volver a Madrid tras los resultados electorales cosechados en Andalucía, que la dejaron fuera de la Junta, tal y como aspiraban internamente. Su creciente protagonismo en el Hemiciclo molestaba a dirigentes con peso en la formación, como Javier Ortega Smith, pero su relación con Santiago Abascal se mantuvo en buenos términos hasta el momento final. El dirigente de Vox estuvo motivado por la búsqueda de los mejores resultados electorales, aunque hubo quien le convenció de la maniobra con segundas intenciones: apartarla.

Tras las elecciones andaluzas, Olona tanteó la posibilidad de retornar a Madrid, aunque fuera recogiendo el acta de senador que dejó vacante su amigo Coco Robatto, discriminado por la Ley de Igualdad que aplica en la Cámara Alta. La negativa de los dirigentes de la calle de Bambú, junto a su delicado estado de salud, fue el desencadenante para que presentara su renuncia a finales del pasado mes de julio, con un comunicado que fue muy cariñoso con Abascal. Un adiós «pacífico» y «pactado», según los conocedores de los entresijos.

Por otro lado, entre las razones que sopesan desde Bambú para reincorporarla a sus filas destaca la de cerrar por fin la primera crisis interna que ha sacudido al partido, y que ha derivado en una caída notable en las encuestas por primera vez en tres años. Desde hace semanas toda aparición pública de los de Abascal termina necesariamente en el monotema, imposibilitando calar otros mensajes en la agenda política. Hay ganas en Vox, en definitiva, de enterrar el asunto.

Olona y Abascal

La relación entre Macarena Olona y Santiago Abascal no pasa por su mejor momento. La amistad que unía a ambos dirigentes, y que posibilitó ese adiós «pacífico» y «pactado», se ha ido deteriorando con el transcurso de las semanas. «Él está molesto», confirma una fuente cercana al dirigente de derechas, que confiesa que existe confusión en su entorno sobre el reciente proceder de Olona: «Se le está yendo todo de las manos. Está poniendo al partido en una tesitura muy comprometida».

Un repaso a la cronología así lo atestigua. Tras la foto del abrazo, y una vez Olona expresó su voluntad de volver a la política, Abascal le tendió la mano: en una entrevista concedida a Federico Jiménez Losantos, sostuvo que «las puertas están abiertas» pero recalcó que tenía «un compromiso en Andalucía, un compromiso muy serio con los electores de permanencia, de entrega… Yo creo que es muy importante que pase un tiempo». Un tiempo prudencial que duró un día. Lo que tardó la interfecta en solicitarle públicamente una reunión recalcando, además, que ella nunca se dio de baja del partido.

Una afirmación que a posteriori fue refutada por Abascal. Ostensiblemente molesto por que no respetara los plazos, dijo estar «a la expectativa y a la espera» de conocer cuáles son los planes que maneja su ex compañera de partido: «Si ha decidido volver a la política y afiliarse de nuevo a Vox o si, por el contrario, va a mantener lo que nos transmitió hace un mes».

Hay quien barrunta, dentro del partido, que Olona está planteando un pulso a Abascal para presentarse luego como una mártir, culpando a su ex líder de un futurible desacuerdo. «Yo nunca rompería la esperanza de miles de españoles», sostuvo en su cuenta de Twitter. Quien la rompería, en su opinión, sería Abascal.

En ese caso, no le faltarán adeptos que aglutinar a un futurible nuevo proyecto político ni ofertas para sumarse a otros ya existentes. Entre ellos, el presidente de Juntos Por España, Andrés Santo, que ha puesto a disposición de la política alicantina su formación: «Es posible que se reúnan, y eso lo mejor para todos, pues así es posible que se aclaren las cosas y las ideas. Yo creo que Macarena Olona no volverá a Vox». La duda se disipará tan pronto como se reúnan ambos -otrora- amigos.

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