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Agricultura frena la creación de la IGP Jamón Serrano de España tras la oposición de las DOP

El Ministerio se anticipa a la posible suspensión cautelar por orden judicial y paraliza el procedimiento porque «la Comisión Europea esperará a que haya una sentencia firme»

Agricultura frena la creación de la IGP Jamón Serrano de España tras la oposición de las DOP

Jamón serrano. | EFE

La creación de la polémica Indicación Geográfica Protegida (IGP) Jamón Serrano de España se dilucidará en los tribunales. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha decidido frenar la tramitación de este nuevo sello de calidad diferenciada voluntariamente, antes de remitir el expediente a la Comisión Europea para que esta le dé su visto bueno definitivo. De este modo, el MAPA se anticipa una posible decisión judicial que implicaría la suspensión cautelar del procedimiento, que ha sido recurrido por la vía contencioso-administrativa por el conjunto de las denominaciones de origen españolas, entre otras entidades.

«La Comisión Europea esperará a que haya una sentencia firme», sostiene el Ministerio de Agricultura en declaraciones a eldiario.es, que ha avanzado su decisión. En la misma respuesta, el MAPA afirma que aún no ha informado al órgano de gobierno de la Unión Europea de la situación judicial de la pretendida IGP Jamón Serrano de España. Fuentes próximas al asunto sospechan que en realidad Agricultura ha querido evitar «el titular» antes de que el juez ordene la suspensión del procedimiento, tal y como han solicitado en su petición de medidas cautelares los jamoneros de Trevélez (Granada), una de las partes personadas en el caso.

La IGP Jamón de Tevélez, junto a los jamoneros de Serón (Almería), lleva años criticando los estándares de calidad que pretende establecer la IGP nacional, pues permitiría colocar el mismo sello a un jamón cuyos requisitos son ostensiblemente inferiores. Tras agotar la vía administrativa, la IGP de Trevélez ha optado por recurrir a los tribunales, algo que también han hecho otras dos entidades. Por un lado, Origen España, la asociación que aglutina a la práctica totalidad de las denominaciones de origen españolas. Por otro, la Federació Empresarial de Carns i Indústries Càrnies (Fecic), que ha pasado de prestar su apoyo a la creación de un sello de calidad nacional a desmarcarse y secundar su propia iniciativa regional, impulsando la IGP Pernil Cerretà.

Apoyo de la gran industria cárnica

Tras el alejamiento repentino de Fecic, los apoyos con los que cuenta el Ministerio de Agricultura para aprobar la IGP Jamón Serrano de España se reducen a la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice). Esta entidad reúne a más de 600 empresas cárnicas del país, inclusive algunas de las grandes compañías que copan el mercado. Entre sus miembros se encuentran importantes firmas, como El Pozo o Campofrío.

La asociación que colabora desde 2015 para impulsar la IGP Jamón Serrano de España aglutina a algunas de las grandes empresas cárnicas del país, como El Pozo o Campofrío

Según defiende Anice, la creación de una IGP propia para el jamón serrano español permitirá que la producción sea «exclusivamente» en España y logrará «una mejor protección jurídica» frente a imitaciones en el exterior. Anice, que lleva desde 2015 colaborando con el Ministerio de Agricultura para impulsar la IGP nacional, afirma que esta es una reivindicación «largamente demandada» por la «inmensa» mayoría del sector jamonero español. No así por los productores de jamón tradicional, como es el caso de los miembros de las IGP de Trevélez y Serón.

Las críticas a la IGP Jamón Serrano de España

Las voces críticas con la IGP Jamón Serrano de España consideran precisamente lo contrario de lo que expone Anice. En primer lugar, cuestionan que pueda considerarse el jamón serrano como un producto genuinamente español, requisito indispensable para tener consideración de Indicación Geográfica Protegida, y citan como ejemplo el presunto do monte portugués y el prosciutto italiano. Por otro lado, los pliegos de condiciones de la IGP Jamón Serrano de España permiten que un cerdo de cualquier raza y procedente de cualquier lugar del mundo sea empleado para hacer jamón curado.

Frente a los 17 meses de curación tradicional que se exigen como mínimo en la IGP Jamón de Tevélez, la IGP Jamón Serrano de España establece solo siete meses, en secaderos artificiales y con piezas de cerdos de cualquier raza y origen

El tiempo y los métodos de curación del jamón son otros de los puntos más controvertidos de la IGP Jamón Serrano de España. Según establece el pliego de condiciones, siete meses de secado serían suficientes para que la pieza fuera comercializada con este sello de calidad; lejos de los 17 meses que se exigen como mínimo en la IGP Jamón de Trevélez, donde el secado se produce de forma natural. Por último, la normativa de la IGP nacional permitiría considerar como jamón serrano una pata de cerdo curada de forma artificial en cualquier punto de la geografía española, inclusive territorio insular o a incluso pie de playa. En suma, que ni sería serrano ni español y casi ni jamón curado: «Con solo siete meses de curación, la pieza está medio cruda», explican a THE OBJECTIVE fuentes expertas del sector.

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