ERC logra dar un vuelco a la presión de Junts e insiste en que mantendrá la 'vía canadiense'
Los dos partidos mantienen la coalición pese a la última polémica originada con la moción de confianza al presidente de la Generalitat
ERC ha logrado dar un vuelco a la presión que ejercían sus socios de Junts con la presentación de una cuestión de confianza al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. El mandatario catalán ha saldado la crisis con el cese del vicepresidente Jordi Puigneró y con el compromiso del resto de consejeros de Junts de no comprometer la estabilidad del Ejecutivo. Además, Aragonès ha avisado que mantendrá la ‘vía canadiense’ para alcanzar un referéndum acordado con el Gobierno central. Pese a quien pese.
El horizonte político, con las elecciones municipales del próximo mayo, tampoco contribuye a un distanciamiento de Junts de sus socios. El Govern no se romperá, al menos hasta que las proyecciones demoscópicas pongan luz sobre a quién puede perjudicar o beneficiar mantener la coalición. De momento, los independentistas son conscientes de que los sondeos reflejan que que ante un eventual adelanto electoral solo ganaría el PSC. Un escenario que ambos quieren evitar.
Aragonès ha reunido el Consejo Ejecutivo por su enfado a la incoherencia de Junts de plantear una cuestión de confianza pese a formar parte del Govern. No obstante, muchos de los consejeros de Junts han asegurado que desconocían esta propuesta anunciada por el portavoz del partido, Albert Batet. Quienes sí estaban al corriente son Carles Puigdemont y Laura Borràs, que empujan desde hace tiempo por hacer caer el Ejecutivo autonómico.
Junts per Catalunya sufre una división interna entre las diferentes almas que cohabitan bajo sus siglas. Los sectores del entorno de Puigdemont y Borràs pujan por salir del Govern, mientras que la vieja guardia convergente y los alcaldes no quieren hacer movimientos en falso hasta pasadas las elecciones municipales. Fuentes de la formación explican a THE OBJECTIVE que la última «ocurrencia» del president de buscar un referéndum legal y pactado con el Gobierno anunciado en el debate de política general ha generado mucho malestar interno. No obstante, Aragonès ya ha anunciado que no va a renunciar en este propósito.
No se fian del PSOE
Si en algo están convencidos todas las corrientes de Junts es que «el PSOE no pactará nada». Por esta razón, piden a Aragonès «priorizar una estrategia independentista» que, a diferencia de la votación pactada, «no dilata los plazos» de la hoja de ruta independentista.
«Somos partidarios de que hay que rehacer la hoja de ruta. Y no pactar con los Comuns un referéndum que nunca se realizará». Y es que En Comú Podem es el único grupo parlamentario que se ha mostrado favorable a estudiar la propuesta. El PSC y el resto de partidos de la oposición se han negado a esta posibilidad.
«Junts se está autodestruyendo»
Por su parte, en ERC creen que es «incompatible» estar en el Govern con presentar una moción de confianza. Aunque parte de las bases es muy crítica con la estrategia del diálogo de su partido con el Gobierno central, tienen claro que Junts solo gesticula: «En Junts tienen el estilo de hacer un discurso incendiario, pero a la práctica hacen autonomismo. Se están autodestruyendo».
Nadie duda de que siempre encuentran una «justificación creativa y contorsionista» para seguir en el Ejecutivo pese a las polémicas que se han ido sucediendo desde el inicio de legislatura. En esta ocasión, han tenido que ceder con la dimisión de Puigneró, pero sin poner en riesgo los más de 300 altos cargos con los que cuenta el partido en la administración autonómica.
La lista cívica de la ANC
La posibilidad de que la Asamblea Nacional Catalana (ANC) promueva una lista cívica para las elecciones autonómicas también preocupa a los partidos independentistas. En especial, a Junts. Las fuentes consultadas dejan entrever que otro motivo para mantenerse en el Govern es controlar la agenda política y mediática, y «no dejar espacios que puedan ocupar las entidades independentistas».
A las puertas del quinto aniversario del referéndum del 1-O, desde Junts también creen que la propuesta de ERC de otro referéndum pactado con el Estado «desbarata» lo logrado con la votación celebrada en 2017. No quieren renunciar a ese «mandato» y piden a sus socios recuperar la unidad de acción independentista. Pero Aragonès ha logrado dar un golpe de autoridad en el seno del Govern, y mantiene fijo el rumbo de pactar con el Gobierno sin poner fechas a la independencia.