El País Vasco, líder en delitos de odio: seis veces más detenidos que la media española
Las fuerzas de seguridad detuvieron en esta región a 257 personas, un 16,35% más que en 2020, y un 114% si se compara con los datos 2018
Dos agentes de la Ertzaintza, en una imagen de archivo. | EP
El País Vasco, a la cabeza en delitos de odio. Las fuerzas de seguridad detuvieron en 2021 a 257 personas por la comisión de este tipo de falta en esta comunidad autónoma, un 16,35% más que en 2020 (221), y un 114% si se compara con las estadísticas de 2018 (121). Lo que que sitúa a esta región como la primera en investigaciones relacionadas con este delito. Le sigue Madrid, con 112 arrestos, Comunidad Valenciana (86), Andalucía (62) y Castilla y León (45). El caso vasco, tal como señalan estas cifras, está muy por encima del resto de comunidades, en concreto, sextuplica el número de detenciones que se producen de media en el resto del país.
Son los datos que se desgranan del informe sobre la evolución de los delitos en odio en España en 2021, que ha presentado este lunes el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. En el País Vasco, la mayoría de los delitos o sanciones administrativas estuvieron vinculadas con el racismo (149) y la orientación sexual (65), pero también, aunque en menor medida, con el sexo y género (16) o la ideología (8).
Esta región, entre tanto, también es la que más víctimas (398) ha registrado a nivel nacional. Un cifra que aumenta un 16% en comparación con 2020 y se dispara un 192% respecto a 2019, cuando se contabilizaron 136 víctimas derivadas de un delito de odio en esta comunidad autónoma. En esta estadística, le sigue la Comunidad de Madrid (311), Cataluña (305) y Andalucía (193).
Orientación sexual
A nivel nacional, según las cifras del Ministerio del Interior, los delitos de odio también han crecido. El año pasado, Policía Nacional, Guardia Civil, Mossos d’Esquadra y Ertzaintza, quienes elaboran el informe estatal, contabilizaron 1.808 hechos —1.724 delitos penales y 78 infracciones administrativas—, lo que supone un aumento del 5,6% respecto a 2019. El departamento dirigido por Grande-Marlaska toma como referencia este año por la pandemia del coronavirus.
Del total de faltas, las más numerosos tuvieron un móvil racista o xenófobo (639 casos), categoría que aumenta un 24%, mientras que en segundo lugar están los relacionados con la orientación sexual de la víctima (466), que se han disparado un 67,3%. Frente a estos incrementos, la tercera tipología, los delitos de odio vinculados con la ideología, sumaron el pasado año 326 casos, lo que supone un descenso del 45,3% respecto a 2019.
Delitos de odio en internet
El tipo de delitos más habituales son lesiones (381) y amenazas (381). La mayoría se produce en la calle (732), y como segundo ámbito de comisión está la vivienda, en 373 ocasiones. Un dato que el ministro ha relacionado, sobre todo, con los casos de violencia machista que se producen en el entorno doméstico. En cualquier caso, es significativo también el aumento de los delitos de odio cometidos a través de internet y las redes sociales (232), que se han disparado un 22,75% con respecto al año pasado.
Del total de incidentes delitos de odio, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado lograron esclarecer 1.133 de ellos, marcando un récord en la resolución policial de este tipo de sucesos en la serie histórica. La tasa de esclarecimiento policial subió al 62,9 por ciento, cinco puntos por encima de la correspondiente a 2019. Un dato «positivo» que muestra que «cada vez son menos los delitos que quedan impunes», ha apuntado Marlaska, y que «puede reducir la tasa de infradenuncia —en torno al 80%, según el ministro— que se registra en este fenómeno delictivo». Esto es el temor que todavía persiste en la sociedad a denunciar un delito de odio.
Atentado contra la autoridad
La pandemia también disparó un 22% los delitos de atentado contra las fuerzas de seguridad. Es lo que se desgrana de los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Frente a la media de 12.000 condenas por este tipo de falta al año, 2021 alcanzó la cifra de 14.660, la más alta de la última década. Los sindicatos policiales coinciden en que este incremento se debe, entre otros factores, a una mayor crispación social debido a las restricciones sanitarias por el coronavirus que marcaron la vida de los ciudadanos entre 2020 y 2021.
Sin ir más lejos, según denunciaron los sindicatos de los Mossos, a principios del pasado año, los delitos de atentado a la autoridad, resistencia y desobediencia a la policía autonómica crecieron cerca un 44,5% —en más de 4.500 casos)—, en el primer curso de la pandemia. Pese a que otros delitos descendieron, tales como robos en domicilios o hurtos, el atentado contra los policías aumentó, según las fuentes consultadas, principalmente porque los agentes eran los encargados de controlar el cumplimiento de las medidas.
Por su parte, el Ministerio del Interior recogió en su estadística interna un aumento 23,9% en el número de agresiones y atentados a los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en 2020, coincidiendo con el estado de alarma por la covid-19. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) critica que los últimos datos del INE pueden ser «solo el principio» si el Gobierno saca adelante la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana. A su juicio, esta norma quiebra el principio de autoridad de los agentes e implicará que las agresiones contra ellos sigan aumentando.
