El PP, ante las autonómicas: no renuncia a pactar con Vox y pone el ojo en Aragón, Baleares y la Comunidad Valenciana
Los populares propondrán al PSOE un pacto para que gobierne la lista más votada, algo que los socialistas ya rechazaron en Castilla y León
Los populares propondrán al PSOE un pacto para que gobierne la lista más votada, algo que los socialistas ya rechazaron en Castilla y León
El Partido Popular pretende convertir las elecciones autonómicas y municipales de mayo en una oportunidad para arrinconar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con una foto finish que tiña de azul nuevas autonomías, aun si es necesario alcanzar nuevos pactos con Vox.
La formación de Alberto Núñez Feijóo cree que parte con ventaja ante los comicios de 2023 porque el PP sólo se juega revalidar dos autonomías -Murcia y la Comunidad de Madrid- mientras que el PSOE tiene en liza hasta nueve comunidades en las que gobierna o cogobierna y por tanto más poder en juego.
Son varios los territorios en los que el PP apunta a un vuelco electoral. Los populares ven posibilidades en la Comunidad Valenciana, en Baleares o en Aragón y en este partido también señalan que el PSOE tiene «temblando» territorios como Castilla-La Mancha, donde el popular Paco Núñez cree que podría gobernar sumando con Vox.
Un pacto a favor de la lista más votada
En la dirección nacional de la formación de Alberto Núñez Feijóo admiten que la suma con el partido de Santiago Abascal no es la opción predilecta, aunque tampoco representa un obstáculo insalvable. Al menos en el mapa autonómico, porque en las generales los populares mantienen la meta de un Gobierno en solitario que alcance pactos puntuales. El PP prefiere que el mapa autonómico se tiña de azul, aunque en la mezcla vaya el verde, que perder gobiernos autonómicos porque en frente haya acuerdos entre el PSOE y Podemos o entre los socialistas y los nacionalistas, apuntan fuentes populares.
El tabú de gobernar junto a Vox ya se rompió en Castilla y León y las lecturas que arroja el acuerdo son variopintas. En la dirección nacional recalcan que lo que cuentan son las políticas y que las de Alfonso Fernández Mañueco llevan el sello del PP, mientras otras voces advierten de que el ruido creado por Vox roba espacio a la gestión.
En todo caso, el PP prefiere gobiernos monocolor y además de pedir que el PSOE los facilite, como hizo sin éxito en Castilla y León, Feijóo mantiene la propuesta de un pacto previo a las elecciones para que gobierne la lista más votada. Según el PP, esta vía, que les perjudicaría por ejemplo en Castilla-La Mancha, es una reivindicación que Feijóo enarbola desde hace dos décadas, como una fórmula que garantice la gobernabilidad. Los populares argumentan que una vez configurados estos gobiernos en minoría deben lograr consensos, lo que además aleja a los extremos.
De cara a las futuras citas electorales, en el PP hay dos acciones en marcha. Por una parte, Feijóo se está reuniendo con distintas formaciones políticas, desde Vox al Sumar de Yolanda Díaz, con el único veto a EH Bildu. El PP busca así acentuar su centralidad, pues Feijóo quiere huir de la idea de bloques ideológicos irreconciliables.
Elección de candidatos
Al tiempo, Miguel Tellado, visecretario de Organización, y Elías Bendodo, coordinador general, viajan por todo el país para poner a punto la maquinaria electoral del PP, una tarea que pasa por salvar los escollos que quedan en Navarra, La Rioja y Asturias. En estos territorios, la dirección de Feijóo se enfrenta a sus primeras grietas, tras la luna de miel vivida en el partido a raíz del relevo de Pablo Casado, que permitió completar sin grandes obstáculos cambios como el del PP de Extremadura.
En Navarra, al relevo de la casadista Ana Beltrán se une la necesidad de entenderse con UPN, tras las tensiones que generó la distinta posición respecto a la reforma laboral.
En La Rioja hay varios nombres en liza: el de Alberto Bretón, que presentó su precandidatura y el de Gonzalo Capellán que según algunos sectores es el elegido por Génova. Este sábado otro de los precandidatos, Alberto Domínguez, se ha retirado de la carrera y ha respaldado a Capellán. El PP nacional ha pedido hasta ahora sin éxito una lista de unidad.
El PP no quiere ir a un cónclave con varias candidaturas y revivir lo ocurrido en 2017 cuando la actual secretaria general del PP, Cuca Gamarra, no logró imponerse, pese a ser la candidata del aparato. En los últimos días han crecido las opciones de una gestora que sin embargo suscita fuertes rechazos.
El PP también debe resolver en Aragón si Jorge Azcón compite por revalidar la Alcaldía de Zaragoza o por hacerse con las riendas de la comunidad autónoma, ahora en manos del PSOE de Javier Lambán.
Fuente: María López (EFE).