La UE insta a Marlaska a acudir a Bruselas para explicar la tragedia en la valla de Melilla
El Parlamento Europeo ha solicitado por carta la comparecencia del ministro, después de que haya rechazado cuatro fechas distintas para ir a Bruselas
El ministro del Interior, en sede parlamentaria. | EP
El Ministerio del Interior se queda sin excusas para evitar rendir cuentas ante Parlamento Europeo por la tragedia en la valla de Melilla. Hasta ahora, el departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska se había escudado en la falta de oficialidad respecto a la petición de Bruselas de que el ministro compareciese por la actuación de las fuerzas de seguridad en el paso fronterizo. El Ministerio insistía en que solo se habían llevado a cabo algunas conversaciones, sin avanzar más en el asunto. Ahora, sin embargo, el escenario ha dado un giro: la Eurocámara ha solicitado por carta la comparecencia del titular de Interior, según las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE.
En la misma semana en la que todas las miradas están puestas en Grande-Marlaska por el reportaje de la BBC, que contradice la versión del Gobierno sobre lo que ocurrió entre el paso del barrio chino, entre Nador y Melilla, el pasado 24 de junio. Esta misiva, fechada el 25 de octubre, convoca formalmente al ministro para que dé su versión de los hechos ante los diputados que conforman la Comisión de Asuntos de Interior de la Cámara Europea. Ello sucede después de que este grupo haya ofrecido hasta cuatro fechas distintas al ministro para acudir a Bruselas.
La misiva del Parlamento Europeo, sin embargo, no ha variado la posición del ministro. Fuentes de su departamento, consultadas por este diario, no aclaran si el titular comparecerá o no, pero insisten en que «no hay novedades» ni se barajan fechas por el momento. Distintas, no obstante, han sido la posiciones que han mantenido sobre esta cuestión desde que la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior de la Cámara Europea aprobase en julio la solicitud dirigida al ministro a petición del eurodiputado español Miguel Urbán, de Anticapitalistas.
Imágenes de la valla
A principios de agosto, fuentes ministeriales aseguraron a este diario que si el Parlamento Europeo había pedido la comparencia del ministro, este «acudiría sin dudarlo, fuese o no obligatorio». Después sostuvieron que «no había nada decidido» porque solo se habían producido «contactos puntuales» y ninguna formalidad. Ahora, pese a la solicitud por escrito que han recibido de Bruselas, todo sigue en el mismo punto. En cualquier caso, cabe destacar que el ministro no está obligado a acudir a la sede parlamentaria europea si no quiere.
Interior, en cambio, sí ha movido ficha para evitar que el Congreso de los Diputados investigue la tragedia en la valla, en la que el menos 23 personas —37, según las ONGs marroquíes— fallecieron en su intento por llegar a la ciudad autónoma. Este jueves, según explican fuentes ministeriales a este diario, Marlaska ha aceptado que los miembros de la Comisión de Interior de la Cámara baja puedan ver las imágenes captadas sobre el asalto y la intervención policial en la valla, cuando visiten el puesto fronterizo de Melilla este próximo lunes.
Intervención en el Congreso
Sin pronunciarse sobre su visita o no a Bruselas ni sobre la cifra de fallecidos en la valla, el ministro dio explicaciones por primera vez, después de cuatro meses, sobre la operación policial en el paso fronterizo en el Congreso de los Diputados a finales de septiembre. Y lo hizo entre duras críticas por parte de prácticamente todos los grupos políticos, que denuncian que el Ejecutivo culpa a las mafias del asalto migratorio sin tener prueba alguna.
El ministro justificó la respuesta de los agentes de policía españoles y marroquíes ante lo que calificó de un «intento intolerable y violento» de entrada irregular de 1.700 inmigrantes. Motivo por el que defendió «la firme, serena y proporcionada» intervención del Gobierno. «Es evidente que estamos hablando de un episodio de intento violento de entrada irregular que es injustificable», insistió.
«Un país democrático no puede aceptar que su frontera y los agentes que la custodian y protegen se vean agredidos con el lanzamiento de piedras, palos e incluso artefactos incendiarios caseros», señaló también en su intervención Marlaska, que en todo momento alabó la actuación tanto del país alauí como de sus agentes en la tragedia. Y en ningún caso hizo alusión al juicio que se sigue en el Tribunal de Apelación de Nador, ciudad marroquí donde ocurrieron los hechos, contra 15 de los inmigrantes que protagonizan al asalto de la valla, acusados de una decena de delitos.
Esta versión de los hechos no ha convencido ni siquiera al Defensor del Pueblo. En un informe preliminar, Ángel Gabilondo asestó un duro ‘golpe’ al Ministerio al considerar que incumplió la ley al devolver en caliente a 470 inmigrantes tras el salto masivo a la valla de Melilla. Tras analizar la documentación recibida , la institución concluyó que «se efectuó un rechazo en frontera sin contemplarse las previsiones legales tanto nacionales como internacionales».
Guiños del Gobierno
Los guiños a la actuación marroquí tras el asalto masivo a la valla de Melilla no han sido pocos por parte del Gobierno español, que reanudó relaciones con el país vecino el marzo pasado después de que el presidente Pedro Sánchez enviase una carta al rey Mohamed VI apoyando su plan de autonomía para el Sáhara Occidental, en un giro histórico en la política internacional española.
El pasado 24 de junio, desde el Ejecutivo se evitó en todo momento condenar las muertes en el lado marroquí. Sánchez, en declaraciones a la prensa, alabó la intervención tanto de las fuerzas de seguridad españolas como marroquíes, y les agradeció su actuación por impedir un asalto masivo. Todo ello pese a que había trascendido un vídeo en el que los gendarmes del país vecino pegaban a los inmigrantes y otro en el que los mantenían hacinados y en pésimas condiciones tras haber sido detenidos.
Cinco días después del ‘viernes negro’, tal y como lo califican algunas oenegés, entre críticas de sus socios de Gobierno, oposición y distintas organizaciones que censuraban la actuación de Marruecos, el presidente Pedro Sánchez se veía obligado a recular en sus palabras y tildó las muertes de «tragedia» excusándose en que «no había visto las imágenes antes de hacer esa declaración».
No obstante, evitó criticar la actuación policial marroquí y culpó del asalto migratorio a las «mafias internacionales», mientras que Rabat responsabilizaba directamente del asalto a Argelia, asegurando que los inmigrantes habían sido dirigidos por «milicianos experimentados» infiltrados a través de la frontera. Poco antes de la intervención del líder del Ejecutivo, la Fiscalía General del Estado encargaba una investigación para esclarecer los hechos registrados en la valla fronteriza, en la que, según el Ministerio Público, han podido verse afectados los derechos humanos y derechos fundamentales de las personas. Unas pesquisas que, meses después, todavía no han arrojado ningún resultado.
