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Marlaska da marcha atrás y deja en el aire ahora si comparecerá en Bruselas por el 'caso Melilla'

Pese a asegurarlo meses atrás a este periódico, el Ministerio no aclara si el ministró acudirá o no al Parlamento Europeo por las muertes en la valla

Marlaska da marcha atrás y deja en el aire ahora si comparecerá en Bruselas por el ‘caso Melilla’

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. | Efe

Dos meses después de que el Parlamento Europeo solicitase la comparecencia del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por el alcance internacional de la tragedia que el pasado junio se cobró la vida de 23 inmigrantes entre Melilla y Nador (Marruecos), este departamento no aclara todavía si el titular acudirá finalmente a Bruselas para dar explicaciones sobre la actuación policial y la gestión del Gobierno en el que fue uno de los mayores asaltos al puesto fronterizo de la ciudad autónoma. 

Distintas, no obstante, han sido la posiciones que han mantenido sobre la comparecencia o no de Grande-Marlaska desde el departamento que dirige, una vez la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior de la Cámara Europea aprobó en julio la solicitud dirigida al ministro a petición del eurodiputado español Miguel Urbán, de Anticapitalistas. 

Fuentes de Interior aseguraron a THE OBJECTIVE, a principios de agosto, que si el Parlamento Europeo había pedido la comparencia del ministro, este «acudiría sin dudarlo, fuese o no obligatorio». Ahora, sin embargo, cuando Bruselas ha ofrecido hasta cuatro fechas al Ministerio para comparecencia de su titular, «no hay nada decidido», sostienen.  Desde este departamento admiten que se han producido algunos contactos, pero no de carácter formal. Después, dicen, se valorará la asistencia o no del ministro al Parlamento Europeo, al que no está obligado a acudir pese a la solicitud formal, explican las fuentes consultadas por este periódico. 

Críticas en el Congreso

Sin pronunciarse sobre este asunto ni tampoco sobre la cifra de fallecidos en la valla, que algunas ONG marroquíes elevan a 37, el ministro del Interior dio explicaciones por primera vez, después de cuatro meses, sobre la operación policial en el paso fronterizo en el Congreso de los Diputados. Y lo hizo entre duras críticas por parte de prácticamente todos los grupos políticos, que denuncian que el Ejecutivo culpa a las mafias del asalto migratorio sin tener prueba alguna. 

El ministro justificó la respuesta de los agentes de policía españoles y marroquíes ante lo que calificó de un «intento intolerable y violento» de entrada irregular de 1.700 inmigrantes. Motivo por el que defendió «la firme, serena y proporcionada» intervención del Gobierno. «Es evidente que estamos hablando de un episodio de intento violento de entrada irregular que es injustificable», insistió.

«Un país democrático no puede aceptar que su frontera y los agentes que la custodian y protegen se vean agredidos con el lanzamiento de piedras, palos e incluso artefactos incendiarios caseros», señaló también en su intervención Marlaska, que en todo momento alabó la actuación tanto del país alauí como de sus agentes en la tragedia. Y, en ningún caso, hizo alusión al juicio que se sigue en el Tribunal de Apelación de Nador, ciudad marroquí donde ocurrieron los hechos, contra 15 de los inmigrantes que protagonizan al asalto de la valla, acusados de una decena de delitos. 

Los guiños del Gobierno

Los guiños a la actuación marroquí tras el asalto masivo a la valla de Melilla no han sido pocos por parte del Gobierno español, que reanudó relaciones con el país vecino el marzo pasado después de que el presidente, Pedro Sánchez, enviase una carta al rey Mohamed VI apoyando su plan de autonomía para el Sáhara Occidental, en un giró histórico en la política internacional española.

El pasado 24 de junio, desde el Ejecutivo se evitó en todo momento condenar las muertes en el lado marroquí. Sánchez, en declaraciones a la prensa, alabó la intervención tanto de las fuerzas de seguridad españolas como marroquíes, y les agradeció su actuación por impedir un asalto masivo. Todo ello pese a que en las últimas horas había trascendido un vídeo en el que los gendarmes del país vecino pegaban a los inmigrantes y otro en el que los mantenían hacinados y en pésimas condiciones tras haber sido detenidos.

Cinco días después del ‘viernes negro’, tal y como lo califican algunas oenegés, entre críticas de sus socios de Gobierno, oposición y distintas organizaciones que censuraban la actuación de Marruecos, el presidente Pedro Sánchez se veía obligado a recular en sus palabras y tildó las muertes de «tragedia» excusándose en que «no había visto las imágenes antes de hacer esa declaración». 

No obstante, evitó criticar la actuación policial marroquí y culpó del asalto migratorio a las «mafias internacionales», mientras que Rabat responsabilizaba directamente del asalto a Argelia, asegurando que los inmigrantes habían sido dirigidos por «milicianos experimentados» infiltrados a través de la frontera. Poco antes de la intervención del líder del Ejecutivo, la Fiscalía General del Estado encargaba una investigación para esclarecer los hechos registrados en la valla fronteriza, en la que, según el Ministerio Público, han podido verse afectados los derechos humanos y derechos fundamentales de las personas. Unas pesquisas que, meses después, todavía no han arrojado ningún resultado.

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