Profesores españoles se suman a un manifiesto de EEUU contra la «censura» en la universidad
La declaración ‘Restaurar la libertad académica’ alerta de que «el activismo está sustituyendo la investigación y el debate» en los centros académicos
Cada vez más profesores españoles deciden alzar la voz contra la censura ideológica en las universidades. Académicos de todo el mundo han apoyado el manifiesto ‘Restaurar la libertad académica’, firmado por Steven Pinker, Michael Levitt o Jonathan Haidt, en el que denuncian que los trabajos académicos que cuestionan los «discursos dominantes» tienen más dificultades para poder publicar y ser financiados. Y alertan de que esta dinámica perjudica a las democracias: «Históricamente, la censura ha apoyado regímenes monstruosos y a sus ideologías. Las malas ideas sólo se vencen con argumentos y persuasión, no con una política de la supresión. La verdadera justicia y la libertad no pueden existir la una sin la otra».
Sergio Escorial, profesor de Psicología en la Universidad Complutense de Madrid, es uno de los abajo firmantes. Afirma que ya son más de 500 académicos quienes han suscrito dicha declaración, y entre ellos muchos profesores de Madrid, Barcelona o Valencia: «Lo que ocurre en Estados Unidos ocurre también en España. Es un problema global», afirma a instancias de THE OBJECTIVE.
«La universidad deber ser un sitio donde se fomente la pluralidad de los puntos de vista, incluso de quienes están ideológicamente a las antípodas. Por ejemplo, yo no simpatizo con discursos de extrema derecha, pero me encantaría que pudieran venir a la universidad a defender sus tesis y confrontarles con ideas y argumentos. En la inmensa mayoría de campus españoles, los partidos que se posicionan en esta posición o en más moderadas tienen vetado su acceso en cualquier tipo de charlas y conferencias. Esto es censura», añade.
El papel de las redes sociales
Este profesor experto en psicología asegura, sin embargo, que esta tendencia no es nueva: «Hace 20 años que veo censura en la universidad, lo que pasa que ahora con las redes sociales la polarización es más visible».
El manifiesto hace también referencia a esta nueva realidad del «ciberespacio» que dificulta ampliar el conocimiento científico por miedo a sufrir acoso: «Los profesores que ponen en tela de juicio las ortodoxias actuales, se ven acosados en persona y en el ciberespacio, condenados al ostracismo, sometidos a opacos procedimientos disciplinarios universitarios, o bien despedidos o cancelados por otros procedimientos.
Y es que muchos profesores modulan sus discursos en las aulas por temor a ser grabados a través de los móviles y que luego se encuentren campañas en su contra al subir en las redes sus palabras, a menudo descontextualizadas.
En España también hay «cancelación»
El término «cancelación» en la universidad se suele emplear para abordar la censura en las universidades anglosajonas. Pero es un problema que afecta a todos los países, aunque no haya tanta tradición en denunciarlo, explica Escorial. Hace veinte años, el escritor Philip Roth ya denunció este fenómeno en las universidades en su obra ‘La mancha humana’. Y la recién película francesa ‘Una razón brillante’ (2017), del director Yvan Attal, también abordaba este asunto en una universidad de Francia.
Aquí en España, uno de los autores que ha retratado este fenómeno procedente del otro lado del Atlántico pero que representa, cada vez más, un riesgo para Europa es el periodista Ricardo Dudda. En su libro, La verdad de la tribu: la corrección política y sus enemigos (Editorial Deusto), explica cómo las universidades en Estados Unidos han vivido un proceso de infantilización creando safe spaces (espacios seguros) para que los estudiantes se puedan poner a resguardo si no les gusta lo que oyen.
A este respecto, el manifiesto alerta de que el «activismo está sustituyendo a la investigación y el debate». Y que «un número creciente de meros hechos e ideas no pueden siquiera mencionarse sin riesgo de represalias».
«Muchas universidades y organizaciones profesionales modulan ahora su apoyo a la libertad: libertad de expresión, dicen, siempre que el discurso no ofenda o excluya; libertad de expresión, siempre que no cuestione los discursos y las concepciones de la justicia social institucionalmente aprobados; libertad de expresión, pero sólo dentro de unos estrechos márgenes debidamente acreditados», añaden.