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Marlaska solo ha reforzado con cinco agentes la plantilla de Melilla pese a la presión migratoria

Interior ha aumentado un 0,8% la plantilla de guardia civiles en la ciudad autónoma en cinco años. En 2022, más de 6.000 inmigrantes han intentado saltar la valla

Marlaska solo ha reforzado con cinco agentes la plantilla de Melilla pese a la presión migratoria

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. | EP

Cuando la avalancha de 2.000 inmigrantes se acercaba el pasado 24 de febrero al paso fronterizo entre Nador (Marruecos) y Melilla, en el lado español, al otro lado de la valla, solo había cinco agentes de la Guardia Civil vigilando el perímetro. Cinco efectivos que debían hacer frente, por sorpresa, a una avalancha humana y que, ante la magnitud de lo que podía ocurrir, tuvieron que replegarse para defenderse del ataque. «No podían repelar el asalto, estaban desamparados», señala un agente desplegado en la ciudad autónoma.

Fuentes de la Guardia Civil consultadas por THE OBJECTIVE relatan que la previsión aquel día fue cero. No hubo aviso previo de Marruecos; las cámaras del paso fronterizo, donde posteriormente se produjo el ‘tapón humano’ de inmigrantes y murieron al menos 24 de ellos, según el documental de la BBC, estaban apagadas, y la plantilla que había aquel día frente al vallado se podía contar con los dedos de una mano. «No hubo planificación alguna y, teniendo en cuenta los medios de los que disponemos, el resultado fue el caos total», señalan las mismas fuentes. 

Las asociaciones profesionales han reclamado, sin éxito, el incremento de efectivos en la Comandancia de Melilla en innumerables ocasiones. La realidad, sin embargo, es que al mismo tiempo que la presión migratoria se ha ido disparando en la ciudad autónoma —solo en lo que llevamos de 2022, más de 6.000 personas han intentado saltar la valla, según datos de la Delegación del Gobierno—, el Ministerio del Interior ha aumentado esta plantilla en cinco agentes, de 594 a 599, según aseguran fuentes del Instituto Armado. Un 0,8% más de efectivos en los últimos cinco años. Según ha publicado El Español, Moncloa disponía de hasta cuatro informes que urgían reforzar el control en la valla antes de la tragedia de Melilla.

Una realidad que «irremediablemente tiene consecuencias cuando tenemos que intervenir», señalan. Sin ir más lejos, el tiempo que transcurrió entre la llegada de los inmigrantes al vallado, la retirada de los agentes españoles y el retorno con más efectivos, a los que se sacó de distintas unidades, muchos de ellos sin experiencia en seguridad ciudadana, alcanzó más de una hora. Para cuando los funcionarios comenzaron a trabajar, la situación estaba completamente desbordada. «La falta de medios, de personas, no nos dejó otra opción que requerir de la policía marroquí. Ellos pasaron al lado español para ayudarnos y expulsar a los inmigrantes», relata un guardia civil a este periódico. 

El papel de la Policía marroquí

Tal como adelantó este periódico este miércoles, la Guardia Civil admitió que los gendarmes marroquíes «devolvieron en caliente» a centenares de inmigrantes que ya habían pisado suelo español. Según fuentes del Instituto Armado, los agentes requirieron de la ayuda de los gendarmes marroquíes para contener a la multitud que se encontraba en la denominada como «zona de nadie». Abrieron una de las puertas que conecta el paso con la frontera marroquí y los agentes devolvieron a su territorio a cerca de 500 personas, en su mayoría refugiados sudaneses. 

Una actuación «amparada por la ley», insisten fuentes de la Benemérita, en concreto por una disposición adicional que incluyó el Gobierno del PP en la conocida como ‘ley mordaza’. «Está legislado que puedan hacerlo para colaborar previa comunicación y autorización de las autoridades españolas. Nosotros solos no podíamos hacer frente a ese escenario», sostienen.

Desde Jucil, la asociación mayoritaria de la Guardia Civil, señalan, por otro lado, que este punto también está avalado por fallos europeos. En concreto, prosiguen, por la sentencia 172/2020, del 19 de noviembre de 2020, de la Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), que sostiene que los «estados pueden rechazar la entrada de aquellos extranjeros que crucen la frontera por lugares distintos a los habilitados»

Fiscalía

Este extremo choca con lo mantenido por el Ministerio del Interior. El departamento de Fernando Grande-Marlaska sigue manteniendo que la actuación en Melilla se llevó a cabo de acuerdo a la ley y niega tanto que se devolviese a inmigrantes aquel día, como que hubiese fallecidos en suelo español, pese a la filtración de la actuación de la guardia civil el pasado 24 de junio, grabada por drones y un helicóptero. Los diputados de la Comisión de Interior, que han visto dichas imágenes, también desmienten al ministro. 

El paralelo, mientras una posible comisión de investigación sobre lo ocurrido en el Congreso parece disiparse, tras las dudas que muestra el Partido Popular, la Fiscalía mantiene abiertas sus pesquisas y ha pedido al Ministerio del Interior que remita la totalidad de las imágenes tomadas por las fuerzas de seguridad del Estado, al haber detectado distintos saltos temporales en las imágenes de las que disponía. Considera que podrían ser «relevantes» para desentrañar lo que realmente ocurrió en el paso fronterizo. Marlaska, sin embargo, ha insistido en que ese corte se debe a que el helicóptero que grababa tuvo que ir a repostar y que se han remitido todas las instantáneas y grabaciones disponibles. 

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