Una fundadora de Cs critica el apoyo del partido a la ley Montero: «Se dejan llevar por la moda»
La exeurodiputada de la formación ‘naranja’ critica que el apoyo a la ley del ‘solo sí es sí’ se debe a su «falta de criterio» y «sentido crítico» sobre las leyes de género
Fotomontaje con Inés Arrimada y la fundadora de Cs Teresa Giménez Barbat | TO
El silencio de Ciudadanos ante las deficiencias de la Ley de Libertad Sexual -conocida como ‘ley del solo sí es sí’- ha propiciado que antiguos cargos y fundadores del partido hayan salido al paso para criticar la nueva legislación que abanderó la ministra de Igualdad, Irene Montero, y que la formación naranja apoyó en el Congreso durante su tramitación el pasado mes de agosto. Una de ellas es la escritora Teresa Giménez Barbat, quien formó parte del grupo de intelectuales que alumbraron Ciudadanos en 2006, y fue diputada por la formación en el Parlamento Europeo hasta 2019.
Giménez Barbat ha cuestionado el liderazgo de los sucesivos líderes de Cs a través de sus redes sociales: «La falta de criterio, de sentido crítico respecto a las leyes sobre género y violencia ‘de género‘ demuestran que ninguno de sus dirigentes entendió nunca qué razonamientos llevaron a la fundación de su propio partido». En conversación con este periódico, añade que uno de los problemas estructurales del partido es que «se dejan llevar por la ideología de moda».
«Diáspora de intelectuales»
«Nosotros hablábamos de ciencia, razón y política basada en hechos, en la evidencia. Y los dirigentes se dejaron llevar por la ideología de moda. No les confundieran con la derecha», abunda. Precisamente, Giménez Barbat, como eurodiputada, puso en marcha la iniciativa Euromind, una suerte de think tank para promover el debate de las ideas científicas y humanistas en el seno de la Unión Europea y en el que han participado científicos de la talla de Steven Pinker o Richard Dawkins, entre muchos otros.
No obstante, las elecciones de 2019 en la Eurocámara sacaron a relucir las diferencias que el entonces presidente del partido, Albert Rivera, arrastraba desde hacía tiempo con el núcleo fundador de su formación. La eurodiputada declinó integrarse en la lista a las europeas por la falta de confianza mostrada por la dirección, que la relegó de las principales posiciones de la candidatura a la Eurocámara.
La expolítica catalana fue también quien propuso a Rivera como candidato al Parlament de Cataluña en los primeros comicios en los que concurría el partido. Si bien es cierto que el ahora consultor logró catapultar al partido en las elecciones de abril de 2019 hasta lo 57 escaños, convirtiéndose en la tercera fuerza en el Congreso, las recurrentes acusaciones de ser un partido que daba «bandazos» le pasaron factura. Los más críticos hablaron de una «diáspora de intelectuales», como la que ya se produjo en las elecciones europeas de 2009, cuando Cs se alió con el partido Libertas, populista y eurófobo.
El caso de Marta Rivera
Antes de la irrupción de Vox en la política nacional, y de que la «batalla cultural» formara parte de la conversación pública, la entonces dirigente de Ciudadanos Marta Rivera de la Cruz criticó en un debate en Televisión Española la Ley Integral de Violencia de Género, tal y como se observa en el vídeo de Libertad Digital. «Lo que usted no ha entendido es que es tan grave que un niño vea cómo su padre mata a su madre como que vea que su madre mata a su padre», aseveró en 2016.
Posteriormente, el partido hizo un nuevo cambio de rumbo y decidió no entrar en un terreno que, según sus datos demoscópicos, no les beneficiaba. Pero mientras el partido adoptaba su estrategia en base a los sondeos, los intelectuales de la órbita del partido mantuvieron muchos de sus valores fundacionales.
La propia Giménez Barbat ha compartido en sus redes sociales un artículo que publicó en el ABC en 2008, en el que ya criticaba las leyes de identidad sexual que ahora existen en casi todas las Comunidades Autónomas. «Hace 14 años escribí este artículo sobre la ley de identidad para transexuales que se discutía entonces. Ni me podía imaginar la que nos venía encima», ha explicado.
En dicho artículo aludía a cómo la ley del Gobierno sobre la transexualidad no aportaba «ningún medio» para «determinar si alguien realmente ocupa un cuerpo que no le corresponde o está simplemente sufriendo un trastorno transitorio». En la actualidad, uno de los mayores problemas que han señalado los expertos con la ley Trans que el Gobierno pretende aprobar es que se remplaza el «método terapéutico por el autodiagnóstico». Indican que esto abre la puerta a que, en el futuro, se puedan multiplicar los casos de personas que se arrepienten de haber cambiado de sexo, ya que no es necesario ningún diagnóstico de «disforia de género».
Villacís, contra el ataque a los jueces
La vicealcaldesa de la capital y coordinadora de Cs en Madrid, Begoña Villacís, explicó este jueves que su formación apoyó en el Congreso la ley del ‘sólo sí es sí’ por ser «el mal menor», y reprochó a la ministra de Igualdad, Irene Montero, que «se permita el lujo de insultar a los jueces».
«Como jurista mi posición personal era negativa», recordó desde la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno. También aseguró que entiende que su grupo en el Congreso apoyara la ley como «mal menor», porque siempre era mejor «que saliera una mala ley pero con las enmiendas» de Cs, según recogió Europa Press.
