Cs entierra la era Rivera en su ponencia política y descarta al PP como socio prioritario
El partido de Arrimadas lamenta «la losa y las limitaciones autoimpuestas» en los pactos con los ‘populares’: «La fórmula de 2019 ha fracasado»
Ciudadanos (Cs) pasa página de sus pactos postelectorales con el Partido Popular y entierra la estrategia de Albert Rivera en 2019 en su ponencia política que se enviará a la VI Asamblea General. «Nos habíamos agotado. Nuestra propuesta para España ha sido ampliamente superada, consecuencia de errores estratégicos y tácticos que se han ido concatenando», se indica en el documento confidencial al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
Este texto, de 19 páginas y elaborado por el equipo de refundación (leer abajo), fue distribuido el miércoles a los miembros de la Ejecutiva de Cs y servirá de base para la ponencia sobre valores, estrategia y acción política que se analizará y discutirá en el congreso extraordinario de los próximos 14 y 15 de enero.
En él, la formación que dirige Inés Arrimadas «toma nota de todos y cada uno de los errores» cometidos en los últimos años, pero insta a no perderse «en diagnósticos eternos» y plantea la necesidad de «empezar de cero» y renovarse «por completo, por fuera y por dentro» para seguir construyendo «un proyecto político adaptado a los tiempos que sea capaz de representar a los millones de españoles que hoy se sienten huérfanos».
En primer lugar, Cs anuncia su renuncia «a la subalternidad» respecto «a las opiniones, posiciones y oferta» de otros actores políticos. Es decir, ir a remolque de lo que planteaban, sobre todo, PP y PSOE. «La subalternidad es lo que ha marcado nuestra acción política desde la moción de censura de 2018, la que llevó al PSOE al poder. Con esta ponencia estratégica, apostamos por hablar de manera autónoma de nuestras ideas y nuestra visión de España sin medir qué dicen los demás, hasta dónde podemos llegar o a quién enfadamos o dejamos de enfadar», argumenta el partido centrista.
«Debido a nuestra mala situación, hoy nadie identifica los ámbitos donde somos más fuertes y creíbles, y por eso buscamos volver a ser la clave de bóveda en determinados temas, transversales, aunque nos suponga competir con el resto del espectro político. A modo de ejemplo: otros podrán competir con nosotros en materia de algunas libertades individuales concretas, pero nadie a la vez en libertades, brecha generacional, gestión económica o regeneración democrática», resume el equipo de refundación que ha estado liderado por la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís.
Por ello, Cs aboga por «trascender el eje izquierda-derecha y romper bloques ideológicos» en el que, a veces, se coincidirá «con postulados entendidos como derecha» y en otros , «como izquierda». Tras asumir que se cometieron «errores de estrategia o táctica política, de pactos o de maneras de impactar en el debate público», los redactores de la ponencia emplazan a Ciudadanos a cambiar de estrategia: «Jamás ganaremos nada siendo los voceros de pactos de Estado en los que no somos necesarios de mayorías amplias que se pueden conformar sin nosotros, porque simplemente no hacemos falta».
«Nuestra apuesta es ser disruptivos y poner en jaque el statu quo de crisis perpetua, precariedad, falta de vivienda o de oportunidades. Nuestro papel de no debe ser aceptar el consenso que te imponen otros de forma acrítica, sino ser el actor que empuje a los demás y genere un nuevo consenso liderado por el liberalismo reformista y valiente.», señalan.
El documento de Cs constata la pérdida de todos los gobiernos autonómicos que se conformamos junto al PP tras las elecciones de 2019. «Somos conscientes de los errores y de la senda que ha llevado a nuestros grupos autonómicos a la extinción en los sitios donde fuimos Gobierno, con la única y notable excepción de Castilla y León», donde Francisco Igea logró mantener el acta de procurador en febrero de este año. «Sin embargo, en demasiadas ocasiones esa utilidad quedó diluida en la coalición y rentabilizada por un socio mayoritario del que no supimos o quisimos diferenciarnos», afirman a propósito de los populares.
«Los próximos gobiernos de los que formemos parte», tras las elecciones locales y autonómicas de mayo de 2023, «tienen que defender de forma ejemplar nuestros valores de libertad, solidaridad y unión, y reivindicar la igualdad de los españoles, así como hacer de contrapeso frente a las políticas populistas, que puedan llegar del gobierno de España», subrayan en la ponencia.
En el Congreso y Senado también se da vía libre para pactar con populares o socialistas en función de cada circunstancia. «Nuestros escaños en las Cortes Generales servirán para seguir presentando iniciativas y plantear reformas necesarias, con quien sea y contra quien haga falta, pero capaces de aglutinar consensos con el objeto de mejorar la vida y el futuro de los ciudadanos», indica el equipo de la refundación.
En el documento de Cs hay un punto específico sobre la política de pactos, en el que se marca una premisa «fundamental» de cara al futuro y que entierra los planteamientos que esgrimió en su día Rivera. «La fórmula de 2019 ha fracasado y nos ha condenado a desaparecer en la Comunidad de Madrid y en Andalucía, y a sobrevivir con un solo procurador en las cortes de Castilla y León», destacan, antes de poner en solfa toda la estrategia heredada de las elecciones de abril y mayo de 2019.
«Los planteamientos de campaña erráticos, subalternos y las limitaciones autoimpuestas al solo poder pactar con un partido, de los muchos que forman el espectro, ha sido una losa que ha enturbiado toda nuestra acción política», critican en un momento dado, ante lo ocurrido después de aquellos comicios.
Tras ello, los impulsores de la ponencia plantean una «revisión» de la política de pactos por parte de Ciudadanos, que se base en acuerdos programáticos «siempre a posteriori y nunca en acuerdos preelectorales». Una enmienda a la totalidad de lo que hizo Rivera. Por si no queda claro, el documento de Cs fija la renuncia a establecer «las líneas rojas» con los partidos salvo con aquellos «vinculados al terrorismo, a violencia o que busquen subvertir el orden constitucional». Una referencia a Bildu y las formaciones secesionistas catalanas.
«Es necesario romper con tabúes que nos hemos impuesto nosotros mismos en los últimos años desmitificando el acuerdo y la coalición, y perdiendo el miedo a la disensión en un pacto. Debemos ser el partido que los españoles más identifiquen con esa voluntad de dialogar y acordar con actores diferentes en base a unos principios y combinar esa imagen con la de quien no tiene miedo a agitar una coalición o un acuerdo para ser firme en sus principios y valores», se incide en el texto.
Las críticas de Cs a socialistas y ‘populares’
En este sentido, la ponencia de Cs insta a «rivalizar con un socialismo agotado en sus propios términos con una izquierda desquiciada y caricaturesca, que ha desconectado de todos los principios que deberían sostenerla» y que renunció «a cualquier tipo de virtud cívica agitando las llamas de la polarización para tratar de deslegitimar a otras opciones y buscar adhesiones en lugar de consensos».
«Esa izquierda desconectó hace mucho tiempo de los problemas reales de los ciudadanos, y sostiene hoy un Gobierno imprudente que solo sabe disparar el gasto, el déficit y la deuda. Entre los hastiados de esa izquierda se encuentran votantes que nos apoyaron en su momento», se hace hincapié, «pero que se alejaron ante los vetos a todo pacto hacia la izquierda», refiriéndose a la última etapa de Rivera, «y una política económica basada exclusivamente en la reducción de la carga impositiva».
«La existencia de otra derecha, tan identitaria, iliberal y populista como su espejo en la izquierda, solo ofrece demagogia, pasado y nostalgia»
Ponencia de Ciudadanos sobre Vox y Podemos
Cs también reparte invectivas contra el PP, «una derecha conservadora, a la que el reformismo le produce un rechazo patológico y cuya máxima ambición es heredar el poder, volver al statu quo de hace 10 años como si tal cosa fuera posible y perpetuar una concepción de España anclada en el pasado». A su lado, aparece «una derecha iliberal y populista» representada por Vox, «cuyas pulsiones reaccionarias le hacen añorar un país que nunca existió, uno de uniformidad e intolerancia que hace imposible el entendimiento entre diferentes que debe regir en toda democracia parlamentaria».
«La existencia de otra derecha, tan identitaria, iliberal y populista como su espejo en la izquierda», en referencia a Podemos, «solo ofrece demagogia, pasado y nostalgia» que, a su juicio, «exacerba las pulsiones reaccionarias y hace imposible el ambiente de entendimiento entre diferentes que debe regir toda democracia parlamentaria».
El partido de Arrimadas mantiene, asimismo, que Cs tiene que «rivalizar con los peores vicios de los nacionalismos de todo pelaje» que pretenden acabar con principios «tan básicos» para la convivencia como la solidaridad, la igualdad de oportunidades o la primacía del imperio de la ley en cualquier democracia liberal. Por ello, se insta a los dirigentes de Cs «a seguir dando la batalla política cultural e intelectual» contra el nacionalismo «reaccionario» en Cataluña y el País Vasco pero también en otras comunidades como la Comunidad Valenciana, Islas Baleares o Navarra, «donde los nacionalismos amenazan la convivencia y la propia continuidad de nuestro proyecto de vida en común».
«La unidad de España no es una opción política contingente sino la clave de bóveda de nuestro ordenamiento democrático y un valor superior que garantiza nuestros derechos y libertades públicas a corto, medio y largo plazo, por lo que, como liberales, debemos asumir de forma imperativa la necesidad de seguir defendiéndola frente a los nacionalismos y populismos que la amenazan y erosionan nuestra democracia y nuestro Estado de Derecho», concluye Cs.
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