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Prisa da alas a Yolanda Díaz para alcanzar su objetivo de superar los 35 escaños de Iglesias

Podemos interpreta que los datos demoscópicos sirven para presionar «a la interna» a los sectores del partido que quieren romper cuanto antes con Sánchez

Prisa da alas a Yolanda Díaz para alcanzar su objetivo de superar los 35 escaños de Iglesias

La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra; la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y la ministra de Igualdad, Irene Montero. | Europa Press

El último sondeo publicado en el diario El País el pasado martes sirve a Yolanda Díaz para mantener viva su apuesta de liderazgo personal y su «sueño» de superar los 35 escaños alcanzados por Pablo Iglesias en 2019. La publicación de dicha encuesta y los términos de las preguntas incluidas en ella han sido interpretados en Podemos como una «forma de presión a la interna». Es decir, el envío de un mensaje directo del entorno de Pedro Sánchez para que Iglesias deje de amenazar al PSOE con salir del Gobierno o torpedear la legislatura si Díaz no cede a sus exigencias.

«Sumar será el secreto de una nueva coalición progresista», ha declarado el pasado miércoles ante los datos de la encuesta de DB. Según el sondeo, el partido de Díaz, Sumar, puede alcanzar hasta 57 diputados si va unido a los demás partidos alternativos al PSOE. Pero si hay una división electoral, entones la suma de escaños de Podemos y Sumar será 32, es decir, tres menos de los que alcanzó Iglesias en 2019.

Los afines a Sumar explican en conversación a THE OBJECTIVE que el plan de Díaz es adelantar a Iglesias en las próximas elecciones generales. Añaden que la encuesta de El País señala que hay posibilidades de superar ese umbral si los morados asumen el liderazgo y enfoque político de la dirigente gallega. Algo que, reconocen, todavía no ha sido posible alcanzar.

La ministra Yolanda Díaz
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. | Europa Press

Enfoque personalista

Podemos, por su parte, achaca a Díaz un enfoque personalista muy cercano al de Manuela Carmena en Madrid. El ex secretario general atacó duramente a Díaz hace un mes, cuando sostuvo que la política que él aupó a la vicepresidencia del Gobierno no estaba respetando a los morados. En Podemos también acusan a Díaz de no haber defendido a Vicky Rosell en la negociación sobre los nombramientos al Consejo General del Poder Judicial, haber ocultado información relevante en la negociación presupuestaria y no haber defendido a Irene Montero cuando recibió críticas por la ley del solo sí es sí.

El enfado va in crescendo. Aunque recientemente las fuentes moradas sostienen que Iglesias ha pedido a la cúpula del partido y a la propia Irene Montero mantener la calma. Quieren que Díaz recapacite y están dispuestos a dar un ultimátum de unos tres meses para que eso ocurra. Desde el frente de Díaz sostienen que el plan de la ministra de Trabajo no tiene vuelta atrás y que es necesario reformular todo el espacio político para evitar más debacles.

La cúpula morada ha preferido guardar silencio después de la publicación de la encuesta de El País. No obstante, a nadie se le escapa que eso representa un mensaje en plena regla a Podemos y sus líderes. Máxime porque existen dudas en el partido sobre el verdadero tirón electoral de Irene Montero si se convierte en cabeza de lista de la formación en las próximas generales.

Debate interno

Aunque en Podemos sigue el debate interno sobre qué hacer ante el órdago de Díaz. Podemos quiere que la ministra de Trabajo sea la candidata a la presidencia del Gobierno, pero que asuma que el partido de Ione Belarra y Montero obtenga la «hegemonía» del espacio político. Es decir, que tanto Montero como los demás miembros de su entorno tengan asegurada un puesto seguro en las listas electorales y la certidumbre de mantener sus ministerios si se revalida el gobierno de coalición con Sánchez.

Díaz, sin embargo, no baja de momento la cabeza. Insiste en llevar adelante un proyecto político «sin partidos». Algo que en Podemos consideran equivocado desde el punto de vista teórico y práctico. «¿Quién piensa que le puede ir bien en las generales a una candidatura de izquierda si a Podemos le va mal en las municipales y autonómicas? Hay que ser estúpido», señaló Iglesias hace un mes. Los morados, en definitiva, creen que aunque sus sondeos no son muy alentadores, la encuesta de El País está inflada. Pero sí temen que el «discurso de los 24 escaños menos» pueda calar si finalmente se llega a una ruptura.

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