THE OBJECTIVE
EL PURGATORIO

Jaime Peñafiel: «¿Por qué estoy así? Como una vez cada 24 horas y follo todos los días»

El legendario periodista granadino estrena ‘El purgatorio’ de THE OBJECTIVE desvelando algunos de los secretos mejor guardados de la Casa Real

Muy pocas veces se puede sentar a la historia en tu misma mesa. La historia tiene 90 años y nació en un carmen granadino desde donde cada día podía ver la Alhambra. Quizá, quién sabe, por poder contemplar todos los días la ciudad palatina más famosa del mundo, a Jaime Peñafiel (Granada, 1932) le picó el veneno del periodismo de palacios y de quienes los habitan. Peñafiel «viejo y rico», ha publicado Alto y claro (Gribaljo, 2022), donde desvela algunos de los secretos del hombre que vale más por lo que calla que por lo que dice. 

P: ¿Y para usted, Jaime, cuál es el peor pecado?

R: La envidia, porque demuestra la poca seguridad del ser humano. Nadie está contento con lo que tiene, entonces envidia a quien tiene más. Es un pecado que no practico y que no conozco. 

P: ¿Y el peor pecado que ha cometido el rey Juan Carlos?

R: Ninguno.

P: ¿Es un hombre santo?

R: No, tampoco, pero es una víctima de su hijo, que es un miserable. Es el único caso donde un hijo ha expulsado a su padre de casa y del país. Contra el artículo 19 de la Constitución donde se prohíbe expulsar a un ciudadano español ni prohibir la entrada de un ciudadano español a su país.

P: ¿Cuándo fue la última vez que habló con el rey Juan Carlos?

R: Hace poco.

P: Por teléfono, entiendo.

R: Sí, claro.

Peñafiel posa para THE OBJECTIVE. Fotografía: Carmen Suárez.

P: ¿No le ha invitado a Abu Dabi? 

R:No, pero me ha dicho que le gustaría verme por allí.

P: ¿Es usted el más joven de los mayores? 

R: Hombre, no hay uno que tenga mi edad y esté ejerciendo la profesión, lo que pasa es que estoy esperando la edad de jubilación (ríe).

P: ¿Usted no va a abdicar del trabajo?

R: Bueno, cualquier día. Soy viejo y rico, qué más quiero. 

P: Eso podía ser un buen epitafio. ¿Con 90 años cómo se ve el futuro?

R: Los 90 años son una década terrible. La década más normal para llegar a una edad es a los 80. Yo que tengo un vicio que es mirar las esquelas del ABC, veo que mucha gente se muere con 80. Pocos entran en la década de los 90 y de los que entran pocos permanecen, mueren con 91, 92, 93, con 94 y de ahí en adelante casi ninguno. 

P: ¿No tiene miedo entonces de la muerte?

R: No, ni mucho menos. Yo he estado ya en situaciones muy terribles de morir, cuando pillé el covid. Es más, incluso una tarde creí que me moría y le dije a mi mujer: «Deja la ventana abierta que me voy con el día». Y el médico le dijo a mi mujer, «deja que se muera en paz». Pero salí.

P: ¿Cuando se vive la pérdida de una hija entiendo que a uno le cambia el concepto de la muerte, su opinión sobre ella?

R: Es lo peor que te puede ocurrir. La muerte de una hija única es la peor tragedia que te puede ocurrir, es una cosa que te marca mientras vives. Pero bueno, yo lo acepto porque acepto todo en la vida pero es muy terrible. Lo único que me demostró es que la gente es muy generosa. Cuando muere mi hija, una chica fantástica, culta, 21 años, varios idiomas, había hecho periodismo como yo pero en Inglaterra y murió enganchada en la droga, habían pasado tres días que había muerto una hija del general Sabino Fernández Campos, el jefe de la casa del Rey, el mejor que ha habido, el hombre más leal. Vino a darme el pésame y  de pronto le dije a Sabino, «a ti se te han muerto seis hijos de diez», pero me contestó, «no, lo tuyo es mucho peor, porque a ti de una se te ha muerto una, a mí de diez se me han muerto seis, con lo cual…».

P: Jaime Peñafiel, 90 años, es uno de los periodistas más famosos de la historia de la prensa española, es granadino, ¿supongo que con un toque de ‘malafollá’?

R:  Sí, pero no ejerzo ni de ‘malafollá’ ni de granadino. Y eso que nací en un carmen del Albaicín y de pequeño sentado en el váter estaba viendo la Alhambra. Era nieto de un magistrado que quería que yo fuera abogado por lo que estudié derecho pero yo quería ser lo que soy. Quería ser periodista. 

P: Es el hombre que ha entrevistado a más reyes, príncipes, reinas, duques y gente de la socialité y ha publicado este año un libro que se llama Alto y claro. Es el libro del periodista que vale más por lo que calla que por lo que dice. Y vamos a hablar de algunas cosas que ha callado. ¿Puede haber en España una reina lesbiana o un rey homosexual, o antes veremos la tercera república?

R: Sí, puede haberlo totalmente. Pero eso de la tercera república depende, creo que el presidente que tenemos lo que quiere ser es presidente de la república. Sánchez no quiere cargarse a Felipe, en eso está equivocado el rey, Sánchez va a por la monarquía para proclamar la república y convertirse en el primer presidente de la república. Es un miserable. 

P: ¿Tiene mejor opinión de Feijóo? 

R: No, tampoco eso. Yo lo que soy es muy independiente, no voto, tengo mis ideas políticas lógicamente pero pienso que nos ha tocado el peor presidente de la historia de la política española lo mismo que tuvimos al mejor Rey de España que fue Juan Carlos durante 40 años, después lo estropeó. Pero lo de Sánchez es terrible.

P: ¿Qué ha tenido o qué tiene Jaime Peñafiel para poder estar tan cerca de tanta gente?

R: Porque soy muy leal. Nunca he traicionado a nadie y eso que he recibido muchas confidencias. En casa tengo un archivo que le he dicho a mi mujer: «El día que muera, quémalo todo». Son cosas como cartas, vídeos, documentos muy comprometedores y confidencias que nunca he traicionado ni traicionaré. 

P: Pero la cercanía con la que a veces ha tratado a ciertos dirigentes, jefes de estado, príncipes, reinas, duques y demás, ¿eso no puede hacer perder un poco la distancia del periodista? 

R: No, yo siempre mantengo la distancia, yo nunca he presumido de ser amigo de.

P: ¿No es amigo del rey Juan Carlos?

R: No, es que el rey no puede tener amigos, tengo mucho cariño y confianza con él. Fíjate si he tenido confianza con algunos líderes que el sha del Irán, Mohammad Reza Pahleví, con el que yo tenía mucha relación y visitaba mucho en Teherán, un día me dijo: «Mira aquí tengo una carta que he recibido de su rey Juan Carlos en el que me pide dinero». Le pedía como 20 o 30 millones para ayudar al reforzamiento de la democracia, eso era la confianza. De esa carta tengo la copia pero nunca he traicionado. 

P: Le decía esto de la cercanía porque en España hubo una especie de «omertá», si se me permite el término, de ley del silencio con respecto a algunos escándalos de la casa real en esos primeros años de la transición y después hasta quizás…

R: (interrumpe) Bueno pero te tengo que decir, España es un país muy miserable y la prensa muy cortesana.

P: ¿Pero ahora ya no tanto?

R: Sí, siguen siéndolo, sigue siendo muy cortesana. Se está viendo con la actual monarquía y han sido muy crueles con el rey Juan Carlos. Han hecho leña del árbol caído, están contando lo que no se atrevieron nunca a contar. De la historia de don Juan Carlos, todo Dios sabía todo de su vida, empezando por la propia familia y su propio hijo, que es un miserable. Don Juan Carlos tenía una amiga a poca distancia de Zarzuela y lo sabía todo el mundo, lo sabía el CNI. Un día comí con el general Sanz Roldán y le preguntaba muchas cosas, entre ellas le dije: a ti cuando Felipe se fue a casar con la nieta de un taxista, ¿no te pidieron una investigación sobre su vida? Como se hace en todas las casas reales cuando alguien se va a casar, se investiga la biografía y me dijo que no. No me lo podía creer, pero posiblemente así fue, porque si hubiera habido una investigación no habría habido boda. Lo dijo el propio Felipe, se lo dijo un día a Letizia: «Si mi padre se entera de muchas cosas no habrá boda». Letizia tiene su pasado como todo el mundo, que no interesaría a nadie si no fuese la consorte del Rey, que no reina. Ella no es reina. Y eso lo dice muy bien doña Sofía en sus memorias: «Yo no soy reina, yo soy la consorte del Rey».

P: ¿Crees que buena parte del periodismo patrio debe pedir perdón, reconocer que en ocasiones silenció informaciones que debía haber dado, que la ciudadanía española debía conocer?

R: Sí, se tenían que haber hecho públicas muchas cosas que la prensa sabía con respecto a la vida de don Juan Carlos pero que no diga todo el mundo que se quedó sorprendido cuando su hijo de una manera miserable levantó la manta y mostró las miserias de su padre. 

P: En el libro Alto y claro habla y mucho, como no podía de otra manera, de Juanito, del rey Juan Carlos,  ¿no le reprocha nada, no cree que debió actuar de otro modo en algunas circunstancias?

R: Le reprocho quizás los últimos años, el último tramo de su vida. No por nada. En una entrevista que yo le hice a la reina Victoria Eugenia, su abuela, en el exilio de Lausana hablando de las infidelidades y los fracasos matrimoniales hablaba de su marido Alfonso XIII, que la humilló, la vejó mucho, que era terrible y me dijo de pronto: «Igual que mi nieto, que es genéticamente borbón». Entonces los borbones genéticamente han sido muy folladores y don Juan Carlos ha sido un borbón puro, en cambio Felipe es griego, no es borbón.

P: Eso le ha venido bien, entiendo.

R: Sí, le ha venido bien, sobre todo a Letizia. 

P: A ambos, claro. Escribe sobre don Juan, el padre de Juan Carlos, y de la generosidad dices de don Juan para con su hijo y por tanto para con la monarquía, ¿crees que esa misma generosidad la ha tenido Juan Carlos con su hijo?

R: Sí, ha tenido mucha. En cambio su hijo no ha tenido respeto por su padre. Fíjate el respeto que cuando recientemente vino a Galicia y estuvo en Sanxenxo una semana, cuando volvió no se le ocurrió otra cosa que pasar por Zarzuela, que ha sido su casa, de donde le echó su hijo y en la reunión su hijo le pegó una encerrona en su despacho y Felipe le dijo: «Te voy a hablar como jefe del estado, no como hijo». Y Don Juan Carlos le contestó: «No me faltes el respeto que soy tu padre». Don Juan Carlos siempre ha sido una persona que ha sabido estar, hasta que al final perdió un poco los papeles. 

P: ¿Ha llegado a entender porque la reina Sofía nunca ha pedido el divorcio al rey Juan Carlos?

R: Esa es la pregunta que yo me hago, fíjate. Está mal que yo lo diga pero doña Sofía es la cornuda nacional, ha sido vejada y humillada públicamente por su marido.

P: ¿Ella nunca ha tenido otro hombre? 

R: No, nunca.

P: ¿Por qué?

R: Ella ha sido leal, fiel, jamás. Se casó enamorada de don Juan Carlos. Juan Carlos de ella, no. Estuve en aquella boda y Juan Carlos nunca demostró tener amor incluso la ofendió públicamente, hasta la maltrató con gestos muy desagradables y Sofía tenía que haberse divorciado. No sé por qué no lo ha hecho, porque en la Casa Real ya hay mucha divorciada. Letizia estaba divorciada, Elena está divorciada y Cristina se va a divorciar. Si el divorcio es una ley al alcance de todos los españoles. ¿Por qué no lo hace? No lo sé.

P: En 2021 el excomisario José Manuel Villarejo aseguró en la comisión de investigación del caso Kitchen que el CNI o alguien de confianza del CNI, había administrado en secreto hormonas femeninas a Juan Carlos I para reducir su libido, al considerar que la relación con las mujeres del rey emérito era «un problema» para el país. Aunque lo que diga Villarejo siempre hay que ponerlo en duda, ¿a usted le llegó alguna vez esa información?

R: Eso es mentira, se han escrito muchísimas mentiras y Villarejo, ni te cuento. 

P: ¿No cree que muchos de los problemas que han lastrado la imagen pública del Rey se habrían evitado si hubiera tenido una vida sexual más tranquilita?

R: Es que como te he dicho antes, genéticamente es un borbón, y no lo puede evitar, es así. Lo que pasa que a veces algunas cosas públicas se podían haber hecho en la intimidad. Y eso que él ha tenido una suerte que no tuvo su abuelo, esto me lo contó la propia Reina Victoria Eugenia. Alfonso XIII lleno de bastardos Madrid, algunos de ellos fueron mis amigos como Leandro Ruiz Moragas, y eso no le ha ocurrido a Juan Carlos, no ha tenido un hijo fuera del matrimonio. Hace poco murió un catalán que decía ser hijo de Juan Carlos y yo tuve un enfrentamiento con él en un programa de televisión. Lo único que le pregunté fue: «¿Cuándo nació sabe, sabe la fecha de su nacimiento?». Me dijo la fecha. ¿Sabes lo que ocurrió ese día? Ese día, su presunto padre mató a su hermano en un accidente de casa, le dije textualmente «estaba tu padre como para follarse a tu madre, no me jodas». No tiene nada que ver, una cosa es que su madre le había dicho que se había acostado con Don Juan Carlos, pues muy bien, muchas lo habrán dicho. Unas con razón, otras sin razón. 

P: ¿De todas las «amigas entrañables» de Juan Carlos, la que le merece peor opinión es Corinna Larsen?

R: Total. Corina es una mujer despechada. Mira, una señora amiga mía que presumía de haberse acostado con don Juan Carlos me dijo una frase fantástica, me dijo «el rey no se puede acostarse con putas, tiene que acostarse con señoras porque las señoras no largamos, en cambio las putas largan mucho». Corinna como mujer despechada, porque don Juan Carlos después de haberle pedido a su padre el matrimonio, al viejo estilo que ya no se estila, que uno vaya a pedirle la mano de su hija, después no sé por qué le confesó que tenía una amante. Joder, y te vas a casar conmigo, si tienes un amante, debió decir Corinna. Tenía una amante valenciana. Entonces el cabreo lógicamente de Corinna de que un señor con el que se va a casar,  le confiesa que tiene un amante.

Juan Carlos ha tenido muchas amantes y todas han sido muy leales, menos Corinna. Lo de esta mujer es una desvergüenza total, una humillación. Porque además, fíjate si la prensa española es cortesana y es ridícula que incluso ha habido periodistas de mucha categoría que han dicho que los 65 millones de dólares que don Juan Carlos le regaló a Corinna eran fruto de las comisiones que los árabes habían pagado. Los árabes no dan nunca comisiones, dan donaciones, las comisiones las dan las empresas que reciben los favores del rey. Entonces esos 65 millones salieron del emir de Arabia Saudita y el rey con ese dinero podía hacer lo que le diera la gana, nadie tiene derecho a pensar porque se lo dio a ella, porque le dio la gana simplemente. Hizo bien, hizo mal, es problema de él.

P: ¿Cómo quedaría la imagen de la Casa Real española si el rey Juan Carlos falleciera en Abu Dabi?

R: Sería terrible, sobre todo para Felipe, lo pagaría el resto de su puta vida. Lloraría lágrimas de sangre, tener a su padre en el exilio porque su padre está en el exilio. Otra cosa, la prensa española dijo que Juan Carlos se fue voluntariamente para no crearle problemas a los hijos, no. Conozco la historia de cómo se produjo la expulsión. Felipe llamó a su padre cuando este estaba en Zarzuela, fue a su despacho y estando Felipe sentado en su escritorio, Jaime Alfonsín que es el jefe de la casa, persona terriblemente mala porque odia a don Juan Carlos ya que él pensaba que Juan Carlos le iba a nombra jefe de la casa cuando cesó a Spottorno, y Alfonsín, en su momento de venganza, le dijo textualmente y lo que digo va a misa: «Señor, de parte de la vicepresidenta del gobierno, Carmen Calvo, tenéis que abandonar esta casa y este país, ya». Joder, violando el artículo 19 de la Constitución que prohíbe expulsar a un ciudadano español de territorio español, Felipe estuvo impasible, fue un momento terrible.

P: ¿El rey Juan Carlos no volverá a España a vivir?

R: Él puede venir cuando le salga de las narices, por no decir otra cosa, no hay nada que se lo prohíba. Ahí están su hijo, Sánchez y Letizia, un trío terriblemente vengativo. Él podía venir mañana mismo, nadie va a prohibirle la entrada a España, nadie. ¿Por qué no viene? Bueno, pues para no complicar más la cosa. 

P: En Alto y Claro, habla de Felipe, de las candidatas a casarse con Felipe hasta que apareció, escribe, «no una princesa, sino una simple periodista nieta de un taxista comunista, divorciada y con una aborto a sus espaldas». ¿No cree que ha podido ser machista en algunos comentarios hacia Letizia Ortiz?

R: No, yo procuro no ser machista, aunque tampoco soy feminista. 

P: ¿Por qué no es feminista?

R: No, yo soy una persona que intenta ser muy objetiva, intento decir la verdad, intento ser crítico, porque me lo puedo permitir por mi edad y por muchas cosas. Pero no, era la definición, a ella le duele, le fastidia mucho y se ha enfrentado conmigo porque yo digo que es la nieta del taxista.

P: ¿Pero no hay problema alguno en que tengamos una Reina que sea nieta de un taxista, no cree que eso acerca la institución al pueblo llano?

R: No, simplemente la defino, cuento quién es. Cada cual tiene los abuelos que tiene, los padres que tiene. Ella tiene un taxista, Paco, el comunista, que además era una gran persona.

P: ¿Pero por qué cree que mucha gente piensa que le tiene manía a Letizia?

R: Porque la gente es muy cortesana. Lo que yo digo, la gente lo suscribe totalmente, no hay una sola persona en este país, aunque generalizar tampoco es bueno, que le tenga afecto.

P: ¿Alguien habrá? Yo creo que sí. 

R: ¡No!

P: Alguien habrá.

R: Nadie, absolutamente nadie. 

P: Felipe, al menos. 

R: (Ríe) A mí me para gente por la calle y me dicen estamos de acuerdo con usted, Letizia nos cae muy mal. Y les digo ¿por qué? Nada, pero que nos cae muy mal, pero eso no es un argumento, a mí no me cae ni bien ni mal. Lo malo es conocer demasiado, eso no es bueno. Entonces ella sabe que yo lo sé, eso es lo malo. Letizia me pegó una encerrona en una ocasión en el Ayuntamiento de Madrid, el día que le daban a Felipe la medalla de oro con motivo de su boda, estaba todo el Gobierno, había como 100, 200 personas. Entonces me vio, yo sé que la oí decir, «mira ahí está Jaime» y se viene para mí señalándome con el dedo.

P: Digamos que ya no empezó muy bien la conversación. 

R: Pero es que venía así y yo le dije, «no me señales con el dedo». Entonces empezó a darme voces, «no me chilles tampoco» y ella me recriminó que me metiera mucho con su abuelo y ni mucho menos, los taxistas son personas que yo quiero mucho, si vivo en un taxi porque no conduzco. Fue una conversación que fue deteriorándose y un momento que estaba la cosa tan violenta, llegó a decirme Letizia: «Antes de hablar y de escribir, llama a Zarzuela». Coño, donde no hay que llamar nunca, como si quieres información no llames a un ministerio que te dan la oficial. Le dije, «te voy a recitar un poema, tú que eres tan culta, sabrás que es de Gutierre de Cetina» y el poema dice: «Si de un dulce mirar sois alabados, ¿por qué, si me miráis, miráis airados?» y ya me respondió ella «yo no estoy airada». «Pues estarás cabreada». Total, que al final, me tendió la mano y me dijo: «Tenemos que vernos más», y pasaron 10 años…

P:  ¿Qué es lo mejor que ha hecho Leticia como reina, como consorte del Rey, si queremos decirlo así?

R: Primero, enseñar a Felipe a leer. Los borbones leen muy mal, estaban siempre con unos gallitos terribles, en cambio ella lee muy bien, hace sus pausas, mira, sigue leyendo. ¿Segundo? (hace un silencio de varios segundos) Es que otra cosa, no sé qué decir.

P: ¿Crees que es cercana?

R: ¡No! Es distante. No quiero poner palabras negativas, pero es una mujer que tiene un excesivo culto al cuerpo. Si se ha puesto hasta un rocódromo en Zarzuela donde trepa por las paredes no sé ni cuánto, si son 8 o 15 metros. Por eso se ha fortalecido, tiene esa espada tan horrible de atleta, esos músculos que le gusta mostrar, cosas muy poco femeninas, además. Ella es, y lo digo ni con respeto ni nada, rarita. Ha puesto una huerta en Zarzuela donde cultiva hortalizas que no estén pasadas por ningún procedimiento químico, que sea natural. Es una mujer que vive pendiente de su cuerpo, pendiente de ella, de la moda, como una modelo. El otro día llevaba un modelo propio de una starlet de baja estofa, totalmente transparente, se le transparentaban los muslos, las piernas. ¿Pero ella sabe quién es? No sé quien será su consejero. Primero, me sorprende que Felipe no le diga que así no puede salir. Bueno ella puede hacer lo que quiera, pero también no puede salir enseñando la espalda con esos dos espolones terribles, esos músculos de atleta.

P: ¿Pero por qué cree que daña la imagen de la Casa Real?

R: No, porque es poco femenino, ¿tú no viste la famosa espalda?

P: Pero si le gusta vestir así tampoco hay un problema.

R: Ah, entonces si le corto el rabo al perro, córtaselo que a mí no me importa, pero tengo la libertad de decir que no me gusta, si a su marido le gusta, qué bien, si a mí no me gusta lo digo y punto. Con todo el respeto del mundo porque yo no ofendo. 

P: ¿El rey Felipe VI es un rey es un rey tibio, un rey frío?

R: Es un pobre hombre, buena persona sin esfuerzo pero pobre hombre, le falta carácter, está muy dominado por Letizia, en la mayoría de las casas son las mujeres siempre las que mandan.

P: Siempre vuelve a Letizia.

R: Es que Felipe y Leticia son un matrimonio, si quieres hablar de otra cosa, yo puedo hablar de 40.000 cosas más, lógicamente.

P: A Jaime Alfonsín le califica de impresentable. 

R: Es que es impresentable, y te he dicho por qué. Era secretario general de Casa Real y cuando Spottorno, uno de los jefes de la Casa Real, se marcha, él pensó que don Juan Carlos le iba a nombrar jefe de la Casa Real y siguió siendo secretario de Felipe y entonces eso él no se lo ha perdona nunca, a él le hubiera gustado ser jefe de la Casa del Rey, ahora ya lo es. Pienso que es un hombre muy negativo.

P: Hay hueco en Alto y Claro para las primeras damas españolas, para las parejas de los presidentes del Gobierno, para Carmen Romero, Amparo Illana, Ana Botella… Pero afirma que de todas, Begoña Gomez, esposa del presidente Sánchez

R: (interrumpe) ¡Já!

P: …no tiene nada que ver con ninguna, ¿por qué?

R: Ella cree que es la primera dama y no lo es, la primera dama es Letizia, que es la esposa del jefe de Estado. 

P: Es la segunda, entonces. 

R: No, Begoña no es ni primera ni segunda. No sabe estar en su sitio, le gusta figurar, se ha visto recientemente en los viajes en donde se ha bajado del Falcón como si fuese la reina, la esposa del jefe de estado y a mí no me gusta. He conocido a todas las primeras damas, la que más me gustaba era Amparo, la esposa de Suárez, que nunca quiso ser primera dama, porque no le gustaba la política. Carmen Romero es muy amiga mía, una persona a la que yo le tengo muchísimo afecto. Una cosa que no se sabe, todo el mundo conoce que Felipe cultiva los bonsáis. Pues el primer bonsái se lo regalé yo. Es muy curioso, hice un viaje con los Reyes por Japón y cuando vine del viaje, yo iba muchas veces los domingos a comer con Felipe González en Moncloa y lo típico que se pregunta, «¿oye qué se puede comprar en Japón? Pues mira, dos bonsáis. Y Felipe no tenía ni puta idea. Me escuchó con muchísima atención de tal manera que le dije “mira he traído dos, te voy a regalar uno». Sinceramente no pensaba que la cosa se iba a producir, cuando me vuelvo a casa después de comer y un tipo llamando a la portería, que viene de parte de Moncloa a recogerlo. Conservo la carta de Carmen, agradeciéndome esta preciosidad de árbol y ese fue el origen de su colección. El mío se murió. 

P: ¿Dónde le pilló la noticia del fallecimiento de Isabel II? 

R: Me enteré como todo el mundo, me sorprendió y tuve un sentimiento de pena porque era la representación máxima de la realeza, física. La propia Casa Real Británica me tiene mucho afecto, es más, hace dos años el príncipe Carlos me invitó a cenar, en reconocimiento a como yo hablo siempre de ellos. Estuve con Carmen, mi mujer y a él le lleve, como recuerdo, como presente, un regalo…

P: Un bonsái.

R: No, (ríe) una fotografía que cuando la vio Carlos no se lo podía creer, yo digo he sido el único periodista del mundo que ha entrevistado a su padre. El príncipe Felipe odiaba la prensa de tal manera que cuando hizo una visita oficial a Gibraltar en nombre de la reina, cuando baja del avión le dice al gobernador de Gibraltar, «antes de empezar la visita, me gustaría saber quiénes son los monos y quiénes son los periodistas» (ríe). A mí, me concedió una entrevista de dos horas, entonces tenía la fotografía. Felipe era cáustico pero ingenioso, divertido y me tenía afecto. Entonces, Carlos, yo también he escrito muy bien de él.

P: ¿Qué diferencias ve entre las dos familias reales, entre los Windsor y los Borbones?

R: Nada que ver.

P: Pero las dos tienen líos en su familia.

R: Líos como los de la española no, con lo de don Juan Carlos y todo eso, ninguno. En Inglaterra ha habido todo el drama de príncipe Carlos con Diana que era una impresentable, una débil mental fíjate.

P: Tampoco le tiene mucho afecto a Diana. 

R: No, ninguno. No tenía el mínimo de dignidad. Me contaba, un escolta, estando de vacaciones en Palma. Carlos se iba con su caballete y su lienzo a pintar y ella se quedaba en la piscina del palacio de Marivent. Un día llama a su escolta personal, estaba alojado en un hotel próximo a Marivent. Entonces cuando el escolta llega la ve allí en bikini tumbada y le dice que le quiere confesar una cosa, «creo que le gusto mucho al rey Juan Carlos que es muy tocón», no sé si hubiera deseado acostarse con Juan Carlos o Juan Carlos acostarse con Diana, pero me parece una falta de dignidad.

P: No entiendo que me diga eso de Diana y, a la vez, que el rey Juan Carlos se pueda acostar con mil mujeres. ¿Qué diferencia una cosa de la otra? 

R: No estoy comparando, es el personaje que ella se refiere con su escolta sobre el rey Juan Carlos, que a Juan Carlos se habría querido acostar con Diana, pues a lo mejor sí.

P: Con quién no se habrá querido acostar el rey Juan Carlos.

R: Tú te acordarás y se acordarán nuestros lectores, hubo algo en Inglaterra una conversación telefónica erótica entre Carlos y Camila en la que incluso se masturbaban, después Diana hizo lo mismo con otro amigo que no casi ni conocía pero era tan cortita que en un momento dado debían estar masturbándose y ella le pregunta, «¿me quedaré embarazada?». Mira, una persona que va a ver a la reina Isabel y le dice «su hijo no quiere acostarse conmigo, no le gusta hacer el amor conmigo», qué va a decir una madre sobre su hijo cuando la nuera le dice mi hijo no quiere follarme. Era una débil mental enorme. Además, yo tuve muchos problemas cuando ella murió porque el mismo día que ella muere, que muere un domingo, el sábado yo publicaba mi columna en El Mundo sobre Diana en la que decía que para mí era una muchacha que tenían el encefalograma plano y mira que casualidad con el día que se público esto, ya lo tenía porque estaba muerta. Hubo muchos periodistas muy feministas, muy partidarios de Diana que arremetieron contra mí y me pusieron a parir. Era una simple, una persona muy cortita y de muy poca dignidad. 

P: Pienso en Leonor, en la heredera al trono de España y quería hacerle una pregunta, porque claro una persona que desde que nace casi hasta que ya va a morir, va a tener su destino, si nada cambia, escrito, que es ser heredera al trono y después ser reina de España.

R: (interrumpe) Me permites que te interrumpa hablando de Leonor.

P: Por favor.

R: Cuando se casa Gracia de Mónaco, yo voy a esa boda y me encuentro con un personaje fantástico que era el rey Faruq de Egipto que había perdido todo no hacía mucho y me lo encuentro viviendo fenomenal, feliz, contento y me sorprendió. Entonces yo le expresé mi sorpresa al verle tan contento después de haber perdido el trono, el país y todo, me contestó «dentro de unos años en el mundo solamente quedarán cinco reyes, los cuatros de la baraja y la reina de Inglaterra», por lo tanto hablar de la futura reina, yo por la edad que tengo lógicamente no la voy a ver, segundo Felipe todavía joven puede ser rey muchos años, pero, ¿tú crees que dentro 20 años habrá monarquía en el mundo? Según Faruq no. ¿Sabes que después de la Guerra Mundial había en Europa veintitantas monarquías y fueron cayendo unas tras otras hasta 14. 

P: Pues la futurible reina de España, ¿cuando se tiene el destino escrito, o medianamente escrito, tú crees que en algún momento de su juventud ella ha deseado el anonimato, ha deseado huir de su destino? ¿Se puede ser medianamente feliz teniendo el destino escrito?

R: No, creo que no. Cuando la he observado, cuando ha estado aquí recientemente, yo creo que no es una niña feliz y su hermana tampoco, a esa edad la obligan a leer los discursos, a comportarse de una manera que no. Que esté en el internado de Gales es bueno para ella como para Felipe fue bueno irse a Canadá, porque estaba demasiado influenciado por su madre doña Sofía que estaba enamorada de su hijo, no le dejaba crecer y se tuvo que ir a Canadá y se hizo un hombre. Lo mejor que le ha podido ocurrir a Leonor es irse a Gales y alejarse de su madre que es la artista gobernanta. 

P: Y antes de ir cerrando, ¿sabe cómo está Julio Iglesias?

R: Julio es mi padrino. Cuando yo me fui a casar, Julio siempre me dijo que el día que me casara le gustaría ser mi padrino. Pero entonces cuando se fijó la fecha dijo «es que casarte en Madrid va a ser mucho follón por mí, por ti, yo te voy a organizar la boda en Miami», y me montó la boda, fantástica, solamente cuando estaba en la iglesia y miré para atrás, todo estaba llena de autoridades, de personalidades y me dijo, «¿pero y mis amigos? ¿Qué coño tengo que ver yo con esta gente?». Pero bueno, Julio me había montado aquella boda y luego, cosa genial, Julio, Carmen y yo nos fuimos los tres juntos de viaje de novios a Puerto Rico.

P: ¿Todo pagado por Julio? 

R: De eso no me acuerdo, yo ya ganaba muchísimo dinero. 

P: ¿Pero cómo está de salud?

R: Está muy bien pero está acojonado con el covid, tiene miedo, es muy aprensivo como muchas personas pero está muy bien. Y te quiero decir una cosa, hablando de Julio, yo fui quien le dio la noticia a Isabel Preysler de que alguien había descubierto que él tenía un amante. Ella estaba aquí en Madrid presumiendo de ser una mujer, una esposa abandonada por su marido.

P: ¿Quién ha tenido más amantes, Julio o el rey Juan Carlos?

R: Hubo un periodista que dijo que Juan Carlos había tenido mil amantes, las mismas que Julio. Pero Julio no ha tenido amantes, ha tenido ligues. Amantes no ha tenido muchas. 

P: En eso ha ganado el Rey. Ya que hemos empezado hablando de pecados, termino preguntándole, ¿cuál ha sido el milagro o los milagros de su vida?

R: Mi matrimonio. Mira, los tontos se casan con tontas y así les va, las personas inteligentes, y yo creo que lo soy, me he casado con una mujer mucho más interesante que yo, que ya es difícil. Carmen me lo hace todo fácil, no sé lo que pasa en casa, no sé nada. Todo lo hace Carmen, que es una mujer muy inteligente, fue una ejecutiva de una multinacional alemana. ¿Por qué crees que estoy así? Yo como una vez cada 24 horas y un solo plato, unos días carne, otros pescado, otro día verduras, otro día legumbres, ando 10 kilómetros diarios y hago el amor todos los días. 

P: ¿Cómo es esto del amor todos los días?

R: (Ríe) 

P: Me he quedado ojiplático. 

R: ¡Follo todos los días! (ríe)

P: Jaime Peñafiel, quede con Dios, gracias por subir al Purgatorio.

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