¿Qué es el Sistema VioGén? Más de 633.000 víctimas evaluadas en quince años
Interior y los responsables de las fuerzas de seguridad analizan ahora la información acumulada en este mecanismo pionero para estudiar los últimos asesinatos machistas
El sistema de seguimiento integral de los casos de violencia de género (VioGén), creado en 2007 por la Secretaría de Estado de Seguridad, ha recopilado desde entonces información de casi 709.000 casos y ha evaluado el riesgo de más de 633.000 víctimas para determinar la protección que necesitan.
Interior y los responsables de las fuerzas de seguridad analizan ahora la información acumulada en este mecanismo pionero para estudiar los 49 asesinatos machistas de 2022 y el dramático comienzo de año, ya que varias de las víctimas estaban incluidas en el sistema.
El último protocolo para la valoración del riesgo detalla el trabajo que deben realizar las fuerzas de seguridad para investigar cualquier caso de violencia de género, su obligación de denunciarlo de oficio si cuentan con indicios suficientes, aunque la víctima no lo haga y la necesidad de realizar un análisis pormenorizado de los riesgos para determinar el nivel de protección.
Con toda la información recopilada e incluida en el Sistema VioGén, este asignará un nivel de riesgo -«no apreciado», «bajo», «medio», «alto» o «extremo»-, que podrá ser modificado al alza por los agentes si lo consideran necesario para proteger mejor a la víctima. El resultado se comunica al juzgado y al fiscal en un informe automatizado que se incluye en el atestado policial.
Según el protocolo actualizado en 2019, al presentarse una denuncia o tener conocimiento de un caso, se procede a identificar a víctima y agresor y a consultar el sistema por si estuvieran ya dados de alta.
Casi 75.000 casos activos
A fecha 30 de noviembre había 74.656 casos activos y más de 634.000 inactivos.
Cada nivel de riesgo lleva aparejadas medidas policiales específicas de aplicación obligatoria e inmediata.
En los casos en los que ese riesgo es «no apreciado», los agentes se centran en informar a la mujer de los recursos disponibles a los que puede acudir y acceder.
Nivel de riesgo bajo
Cuando el sistema determina un nivel de riesgo «bajo», se facilitará a la mujer un teléfono de contacto permanente y se realizarán contactos telefónicos o personales de manera discreta y acordados con la víctima. Se intentará conocer a través de ella las resoluciones judiciales del caso, ya que pueden aumentar el peligro para la mujer y exigir una mayor protección.
Los agentes deberán informar al agresor de que su caso se encuentra sometido a control policial; si tiene armas, iniciarán el proceso para retirárselas; y controlarán puntualmente la información penitenciaria en el Sistema VioGén para conocer sus posibles salidas de prisión.
Riesgo medio
Con un nivel de riesgo medio, aumentan las medidas y se plantea si es necesario el ingreso de la víctima en un centro de acogida. Se establecen controles ocasionales en su domicilio, en el trabajo y en los centros escolares de los hijos y se insta a la Fiscalía a asignar un dispositivo telemático de control al agresor.
Nivel de riesgo alto
Con un nivel de riesgo alto, y si no está localizado el agresor, se debe invitar a la víctima a ir a un centro a acogida o a cambiar de domicilio y los controles sobre la vivienda o el lugar de trabajo serán frecuentes. Se realizarán también controles aleatorios del agresor, contactando además con personas de su entorno.
Máximo riesgo: extremo
La protección de la víctima en los casos de riesgo «extremo» será permanente y, si es necesario, también se vigilarán las entradas y salidas de los hijos en el colegio, además de establecer un control exhaustivo sobre el agresor.
A cada víctima se le proporciona además un plan de seguridad personalizado (PSP) con medidas de autoprotección, como llevar siempre un teléfono móvil, hacer un uso seguro de las redes sociales, adoptar rutinas de seguridad en los desplazamientos o planificar una rutina de huida en caso de nueva agresión.
Se incluyen además recomendaciones si hay hijos menores, a los que el sistema aconseja enseñarles a salir de la habitación si se produce un hecho violento y a ir a un lugar seguro.