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La Justicia da la razón a Álvarez de Toledo: se puede llamar «hijo de terrorista» a Pablo Iglesias

La sentencia afirma que la diputada del PP no vulneró el derecho al honor del padre del exlíder de Podemos, que solicitaba una indemnización de 18.000 euros

La Justicia da la razón a Álvarez de Toledo: se puede llamar «hijo de terrorista» a Pablo Iglesias

Cayetana Álvarez de Toledo. | Ricardo Rubio (Europa Press)

Cayetana Álvarez de Toledo ha ganado la partida al padre de Pablo Iglesias. La diputada del PP no tendrá que indemnizarle por llamarle «terrorista» en una entrevista. Un juzgado de Zamora ha desestimado la denuncia que interpuso el progenitor del antiguo líder de Podemos por un delito contra el derecho al honor por el que pedía una compensación de 18.000 euros. La Justicia condena a Javier Iglesias a pagar las costas del juicio, aunque la sentencia no es firme y cabe recurso ante la Audiencia Provincial de Zamora.

El fallo, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, desestima la demanda del padre de Iglesias. La Fiscalía se había mostrado a favor de archivarla durante el juicio, que se celebró el 3 de noviembre. Lo mismo solicitó el abogado de la defensa, Rubén Múgica, porque el demandante había reconocido públicamente que perteneció al comité que fundó el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP).

Javier Iglesias solicitaba que la conducta de Álvarez de Toledo se declarara «constitutiva de intromisión ilegítima al derecho al honor», una indemnización de 18.000 euros y que la condena se publicara en dos diarios de tirada nacional. La defensa apeló a «su derecho a decir la verdad» y alegó que tanto el demandante como su hijo habían manifestado en reiteradas ocasiones su pertenencia a la FRAP.

El honor de Iglesias

El fallo señala que las expresiones emitidas tenían «un indudable interés general» por referirse «al pasado histórico y político de nuestro país y una indudable base fáctica en los términos referidos», por lo que no pueden «molestar, inquietar o disgustar a aquel contra quien se dirige». Y subraya: «Debe prevalecer el derecho a la libertad de expresión sobre el derecho al honor por resultar esencial como garantía para la formación de una opinión publica libre, indispensables para el pluralismo político que exige el principio democrático».

Álvarez de Toledo aludió en el juicio a una sentencia reciente del Tribunal Supremo sobre el requisito de veracidad. El alto tribunal estimó entonces que «no siempre es fácil separar la expresión de pensamientos, ideas y opiniones». La resolución legitima la intromisión al derecho al honor si está «sujeta a la necesidad de la existencia de una cierta base fáctica». Es precisamente a lo que se refirió la diputada popular para sustentar sus palabras.

El padre de Pablo Iglesias espera a que se celebre el juicio en Zamora. | Foto: Mariam A. Montesinos (EFE)

Los hechos se remontan a mayo 2020, cuando Álvarez de Toledo se dirigió en el Congreso al exlíder de Podemos, entonces vicepresidente del Gobierno, como «hijo de un terrorista». El juzgado de Zamora no juzga esa declaración, ya que la diputada está aforada, sino la afirmación que esta mantuvo días más tarde en una entrevista publicada por ABC.

«He venido a declarar que La Tierra es redonda», afirmó Álvarez de Toledo al salir del juicio. La diputada del PP ratificó las palabras que pronunció dos años antes. Considera que resulta evidente decir que «una persona que militó en una organización terrorista puede ser calificada como terrorista sin que se atente contra el honor de nadie». En su opinión, «el FRAP es una organización terrorista». Además, enumeró las ocasiones en las que el demandante y su hijo lo habían reconocido.

La parlamentaria citó un artículo de Pablo Iglesias por la muerte de Santiago Carrillo, algún mensaje en redes sociales y una entrevista concedida por el demandante al diario Público en 2020: «Dijo que perteneció al comité para la creación del FRAP», insistió la diputada del PP.

Álvarez de Toledo expresó también su «estupor» por la estrategia que había utilizado la acusación: «Han hecho algo sorprendente, como decir que eso eran bromas familiares, o algo más extravagante aún, como señalar que la entrevista de Público contenía errores que él no ha corregido más tarde».

Javier Iglesias interpuso la demanda el 17 de junio de 2020. La presentó en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Zamora, que inicialmente se inhibió a favor del Tribunal Supremo por la condición de aforada de Álvarez de Toledo. El padre del exvicepresidente del Gobierno recurrió la decisión al considerar que tales manifestaciones se habían producido fuera del Congreso. El alto tribunal decidió entonces devolver el caso al juzgado zamorano.

El demandante entendía que las palabras de la dirigente del PP vulneraba su derecho al honor porque fueron «ofensivas» y tuvieron «una gran repercusión mediática». El abogado de la diputada basó su alegato en que Álvarez de Toledo dijo la verdad, ya que considera que el propio demandante reconoció que formó parte de una organización llamada comité pro-FRAP. Lo hizo en una entrevista publicada en Público el 28 de mayo de 2020, tras las polémicas palabras de la parlamentaria popular en el Congreso.

«Pertenecí al comité para la creación del FRAP (…) Y tengo que decir que estoy orgulloso de todos mis compañeros y no reniego en absoluto de mi pasado, pero abandoné la organización a principios de 1974 por estas discrepancias. Creía que el Frente tenía que ser mucho más amplio. Y fue en el año 1975 cuando el FRAP dio el paso de entrar en la lucha armada. Para mí fue un error», insistía el padre del exvicepresidente del Gobierno en el texto.

Confesiones sobre el FRAP

La organización surgió de una escisión maoísta del PCE y estaba dirigida por Julio Álvarez del Vayo. En 1973 cometió el primero de los cinco asesinatos que se le atribuyen. A estos hay que sumar otros dos que perpetró el comité fundador del FRAP, al que pertenecía el padre de Iglesias, el Primero de Mayo de 1973. El Ministerio del Interior reconoció oficialmente en 2011 a los dos policías asesinados, Juan Antonio Fernández y Manuel Pedregal, como víctimas del terrorismo.

El progenitor del exlíder de Podemos afirmó en la citada entrevista que ese Primero de Mayo estuvo detenido por repartir propaganda unos días antes. Pasó mes y medio en la cárcel de Carabanchel. El propio Iglesias ha aludido a esta etapa de la vida de su progenitor en más de una ocasión. En un artículo publicado en Público en 2012 con motivo de la muerte de Santiago Carrillo, Pablo Iglesias mostraba su admiración por el ex secretario general del PCE, pese a sus diferencias. Y explicaba: «Créanme si les digo que siendo hijo de un militante del FRAP y habiendo militado donde milité, tiene su mérito admirar a Carrillo».

El exvicepresidente del Gobierno también se refirió al asunto en Twitter para hacer una recomendación musical: «Una canción que me cantaba mi padre frapero de peque». Álvarez de Toledo aseguró en la entrevista con ABC que, al margen de la actividad que ejerciera el padre de Iglesias, «militaba en esa organización terrorista». E insistía: «Bajo la máscara del antifranquismo se esconden muchas cosas: hubo antifranquistas demócratas (…), pero hubo que no lo fueron. Y matar a personas no es ser demócrata».

La diputada del PP sostuvo en la entrevista con ABC que el exvicepresidente del Gobierno no le insultó en el Congreso al llamarle marquesa. «Si tuvieran que retirar del diario de sesiones la expresión hijo de terrorista, también habría que retirar lo de marquesa porque es un hecho fáctico». No es la primera vez que el padre de Iglesias demanda a un político por este asunto. Ya ganó una causa en 2019 a Hermann Tertsch, que lo relacionó con un asesinato del FRAP. El eurodiputado de Vox tuvo que abonar una indemnización de 15.000 euros.

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