Miles de personas claman contra la reforma de la 'ley mordaza' en Madrid: «¡Sánchez vete ya!»

Al grito de «!Sánchez dimisión, vete ya!» o «!Marlaska da la cara por nuestra seguridad y la de los ciudadanos!», algunos miles de personas han salido a las calles del centro de Madrid para protestar contra la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, más conocida como ‘ley mordaza’. La marcha, que ha contado con la presencia de agentes nacionales, autonómicos y locales de todo el país, ha tenido en esta ocasión, sin embargo, mayor éxito entre la población civil, según ha podido comprobar este periódico. Abrigados con banderas de España, muchos han vociferado contra la gestión del Gobierno. 

Jusapol, la organización convocante y de la que surgen Jupol y Jucil, el sindicato y asociación mayoritaria de Policía y Guardia Civil, respectivamente, señalan que la manifestación ha contado con la asistencia de unas 30.000 personas. La Delegación del Gobierno sostiene que han acudido 4.000. En cualquier caso, es un dato por debajo del esperado, y que no alcanza el éxito que tuvo la anterior protesta contra la modificación de la ‘ley mordaza’ en noviembre de 2021, cuando la propuesta solo era un borrador.

La de este sábado ha transcurrido mientras la norma está en pleno trámite parlamentario, aunque con importantes desacuerdos entre los grupos parlamentarios que negocian el articulado. Por lo que, si se materializa, no será a corto plazo, según las fuentes consultadas. Jupol justifica la marcha como «prevención» a que finalmente ocurra. Según esgrimen a THE OBJECTIVE desde sindicato, la manifestación de hace dos años «supuso una paralización de las primeras negociaciones entre los grupos políticos» y ahora «pretenden conseguir lo mismo». 

«Nos quita presunción de veracidad»

A juicio de sindicatos policiales, los cambios que plantea el PSOE así como partidos como ERC, Eh Bildu o PNV, quien propuso inicialmente la modificación de la ley, «socavan su autoridad como agentes» y supondrán «un aumento de la inseguridad en las calles». Con esto, se refieren a artículos que pretenden prohibir el uso de pelotas como material antidisturbios; eximir al ciudadano de comunicar a la Delegación del Gobierno protestas; rebajar las condenas por faltas de respeto contra la autoridad, o reducir las multas a delincuentes en función de sus ingresos.

«¡Se vende la seguridad pública¡» o «!No a la reforma sin informes técnicos!» han sido otras de las proclamas que se han escuchado durante la marcha, que ha comenzado en la Plaza de Neptuno y ha finalizado en Cibeles. Al término de la protesta, que también ha contado con presencia política, entre ellos, Esteban Gonzalez Pons (PP), Ana Vázquez (PP) o Javier Ortega Smith (Vox), los sindicatos policiales han leído un manifiesto contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez por el que será el nuevo articulado de la Ley de Seguridad Ciudadana. 

«Esta ley nos quita el principio de autoridad, nos quita la presunción de veracidad y nos arrebata los medios necesarios para garantizar el orden público; para evitar que esos violentos no saqueen ni dañen vuestros comercios, para que las calles que pagamos con nuestros impuestos no sean quemadas por aquellos que no quieren formar parte de una sociedad pacífica, sociedad que necesita sentirse protegida,  con la ley de seguridad y no con la ley del miedo», han criticado. 

Acuerdo en 50 enmiendas de la ‘ley mordaza’

A finales de diciembre, tras casi un año de parón, el partido que sustenta el Gobierno así como sus socios parlamentarios retomaron las negociaciones en la Cámara baja para avanzar en el articulado de la nueva norma. Dos meses después, han llegado a acuerdos en gran parte de los apartados. De hecho, el texto de la reforma pasará de la ponencia en el Congreso a la Comisión de Interior con más de 50 enmiendas pactadas. No obstante, persisten discrepancias entre los grupos en algunas cuestiones como la eliminación del uso de pelotas de goma. El partido socialista es el único que se resiste a este cambio.

La rapidez con la que han avanzado los grupos en la redacción de la ley, aprobando hasta una treintena de enmiendas en una sola reunión, desató también la alarma entre los sindicatos policiales, que ven ya imposible que la norma acoja sus reivindicaciones o no prospere. «No podemos permitirnos el lujo de demorarnos más, ni esperar agónicamente a que esta reforma todos los trámites parlamentarios sin que mostremos nuestro rechazo a las condiciones con las que se aborda la ley».