España se está quedando sin stock militar por la guerra de Ucrania
La industria militar avisa de que necesita disponer de un escenario a largo plazo con pedidos y programas estables en el tiempo para poder aumentar su producción
La industria militar avisa de que necesita disponer de un escenario a largo plazo con pedidos y programas estables en el tiempo para poder aumentar su producción y paliar así la escasez en los arsenales de todos los países que está generando la guerra de Ucrania.
Así lo explica en una entrevista con Europa Press el director general de la Asociación Española de Tecnologías de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio (TEDAE), César Ramos, tras las alertas de varios países para reponer el armamento que está siendo enviado a Ucrania.
Según explica, la capacidad productiva de la industria de defensa responde a la demanda que recibe y está ligada a dos factores: la demanda interna y la exportaciones. Y actualmente, la ofensiva militar de Rusia ha generado unos niveles de demanda mayores y a los que las industrias militares de todos los países están teniendo que responder.
Así, para poder incrementar la capacidad productiva y realizar las inversiones necesarias, las empresas de defensa reclaman un escenario «conocido a largo plazo» con programas y pedidos estables en el tiempo. «De esta manera se dispondrá de la certidumbre necesaria para realizar inversiones tanto en I+D para el desarrollo de tecnologías como transformación digital para la adecuación de los centros de producción», explica Ramos.
En el caso particular de los misiles, municiones y medios de combate principales, añade que es necesario para su rápida reposición contar con unos niveles de abastecimiento de materias primas adecuados.
Precisamente esta semana el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, propuso a los Estados miembros de la Unión Europea un plan de 1.000 millones de euros para el garantizar el suministro de munición de artillería a Ucrania, especialmente del calibre 155.
A todo ello se suma el hecho de que aumentar la producción supone también un aumento del personal, ante lo que el director general de TEDAE recuerda que la formación del personal técnico necesario tampoco se puede improvisar fácilmente.
Estabilidad y previsibilidad
Según subraya, el incremento de la producción obliga a la industria a invertir para adaptar su capacidad productiva. «Y nos vemos, como el resto de industrias, afectados por la subida de los tipos de interés, así como por el encarecimiento de las materias primas y las fuentes de energía», alerta.
Con ello, la industria militar explica que no solo es necesario un aumento de los presupuestos de defensa, sino que las empresas requieren que se dote de «estabilidad y previsibilidad» a las inversiones, así como una mejor coordinación entre los planificadores militares y la industria.
«La comunicación entre clientes y suministradores y la estabilidad de las inversiones ayudaría a establecer una mejor previsión en las necesidades de producción por parte de la industria», insiste Ramos, que basa todo este planteamiento a un acuerdo político. «Esto es lo que está ocurriendo en otros países con los que competimos y en los que nos miramos y por eso pedimos una alianza política que favorezca el desarrollo a largo plazo de una industria que ha demostrado ser estratégica», argumenta.
Adaptar la producción
De hecho, asegura que la industria de defensa ya está adaptando sus medios productivos para servir a la demanda que se ha generado y la prevista con el crecimiento del gasto militar, con un aumento del 25,8% en 2023 en el Presupuesto del Ministerio de Defensa en España.
Según adelanta, sus esfuerzos están ahora centrados en dos vectores: la reposición del material enviado a Ucrania y, por otro lado, el desarrollo de programas a largo plazo demandados por los países «ante la amenaza que se ha generado en el último años a sus libertades y modelo de vida».