La directora de la Guardia Civil dimite tras la imputación de su marido en el caso ERE

La directora de la Guardia Civil, María Gámez, ha dimitido este miércoles tras la imputación de su marido en una investigación por el supuesto desvío de fondos públicos a empresas vinculadas a este último, una pieza vinculada al caso de los ERE en Andalucía. La dimisión también coincide en el tiempo con el estallido de dos casos de corrupción que afectan de lleno al Instituto Armado, los casos ‘Mediador’ y ‘cuarteles’, y por los que se investigan a distintos mandos. Su sustituta será Mercedes González, actual delegada del Gobierno de Madrid, según ha podido confirmar por fuentes policiales THE OBJECTIVE.

La responsable de la Guardia Civil ha justificado este miércoles su decisión después de que «su marido haya sido citado en el marco de un procedimiento judicial». Una decisión, ha confesado, «difícil, pero la única posible para alcanzar dos objetivos: proteger a la familia y al Instituto Armado». «Sin entrar en el derecho a la presunción de inocencia, que también tiene mi marido, tomo la decisión por principios y honestidad», ha señalado en una declaración a los medios de comunicación. 

María Gámez ha zanjado su dimisión advirtiendo que «los valores y la ética están por encima de cualquier proyecto» y no «iba a permitir ni por asomo» que alguien utilizase una circunstancia personal para dañar a la Guardia Civil o al Gobierno de España, del que «tan orgullosamente ha formado parte». 

Gámez se convirtió en enero de 2020 en ser la primera mujer al frente de la Guardia Civil, una institución con, entonces, 175 años de historia. A propuesta del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, la titular de Defensa, Margarita Robles, aceptó su designación. A todos ellos, en declaraciones a la prensa, ha dado las gracias por su confianza. También a su familia «por su comprensión y enorme sacrificio».

Caso cuarteles

Cabe destacar que, dejando a un lado los motivos que justificado para presentar su dimisión, María Gámez se ha enfrentado recientemente a dos de los mayores escándalos que han sacudido al Cuerpo. Por un lado esta el ‘caso cuarteles’, en el que un juzgado de Madrid investiga una serie de posibles irregularidades en reformas y reparaciones en hasta 13 cuarteles de la Guardia Civil. Y por la que están investigados dos mandos del Instituto Armado: Pedro Vázquez Jarava, ex subdirector general jefe del Mando de Apoyo; Carlos Alonso, exjefe de la Comandancia de Ávila.

El constructor encargado de las obras de reforma para esas comandancias de l, Ángel Ramón Tejera de León ‘alias Mon’, reconoció ante la unidad de Asuntos Internos de la Benemérita que facturó por servicios que nunca llegaron a ejecutarse. Un empresario que al mismo tiempo está vinculado al otro caso de corrupción en la Guardia Civil que investiga el Juzgado de Instrucción número 4 de Tenerife.

Caso Mediador

El caso Mediador sacude los cimientos de un PSOE, que ve en el citado caso un claro riesgo para sus aspiraciones electorales. La trama, que habría organizado un sistema para extorsionar a empresarios con el objetivo de empujarles a pagar unas grandes sumas de dinero con el objetivo de poder acceder a contratos públicos, fondos europeos u oportunidades en la Administración, ya copa las portadas de los medios y pone en la picota a varios cargos públicos.

Los pormenores de la trama van desde un general de división retirado de la Guardia Civil, Francisco Espinosa, único investigado en prisión, hasta diputados socialistas en fiestas exclusivas con drogas y prostitutas hasta altas horas de la madrugada en plena pandemia, con la movilidad reducida para el resto de los ciudadanos.

Hasta ahora, el departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska solo ha cesado de su destino al coronel jefe de la Comandancia de Tenerife, Jose María Tienda Serrado, por «pérdida de confianza». Su nombre aparece vinculado con los dos casos de corrupción que investigan los juzgados. Él es el único mando que estaba actualmente en activo.