Darias se va de Sanidad sin hacer la auditoría de la pandemia que prometió Illa hace 900 días
El Ministerio de Sanidad confiesa que no dispone todavía de una estimación acerca de cuándo se acabará el informe, que fue anunciado en octubre de 2020
El 7 de octubre de 2020 el Ministerio de Sanidad anunció su intención de elaborar un informe de evaluación independiente de su gestión de la pandemia. A fecha de 20 de marzo de 2023, 894 días después, este sigue sin fecha de salida. Se da así la circunstancia de que la actual portadora de la cartera, Carolina Darias, la devolverá (y esta se entregará probablemente a Silvia Calzón, su «sucesora natural», según fuentes de Moncloa) sin haber cumplido el compromiso adquirido por Salvador Illa con las Comunidades Autónomas.
En septiembre de 2021, hace más de un año y medio, y ya con Darias como ministra de Sanidad, se configuró el equipo que coordina el trabajo. Desde entonces, la rama sanitaria del Gobierno de España se ha dedicado a despejar balones respecto al tema.
«La evaluación no ha finalizado y, de las estimaciones sobre fechas para la conclusión del informe, se informará en cuanto sean recibidas por este departamento ministerial», reza la respuesta de la directora general de Salud Pública, Pilar Aparicio Azcárraga, a la pregunta planteada por THE OBJECTIVE a través del Portal de Transparencia. Hace exactamente un año, en marzo de 2022, la misma dijo que el plazo aproximado para la terminación de los trabajos se definiría en el cronograma que el grupo de planificación establecería «en unas pocas semanas».
El 7 de octubre de 2020, el ministerio y las regiones -en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud- acordaron la creación de un grupo de trabajo que definiría el «marco» para realizar un balance independiente de la gestión. «La evaluación de las actuaciones realizadas por parte de las distintas autoridades sanitarias durante la pandemia, así como de las fortalezas y debilidades del Sistema Nacional de Salud (SNS) al inicio de ésta, permitirán adoptar las decisiones conjuntas que correspondan para reforzar la vigilancia epidemiológica, los servicios de salud pública y el conjunto del sistema asistencial», informó Sanidad en un comunicado.
Sanidad y las CCAA se dieron un plazo de cuatro meses para su realización a contar desde el nombramiento de los expertos que se hicieron cargo de la evaluación. Los cuatro responsables de la auditoría fueron designados el 22 de septiembre de 2021, por lo que el resultado de su trabajo debería haberse dado a conocer a finales del mes de enero de 2022. Este diario ya intentó el pasado mes de septiembre conocer el estado del informe, pero no obtuvo respuesta del gabinete de Darias.
El desinterés por fiscalizar la gestión de la pandemia del coronavirus ha sido una constante por parte de las administraciones. El exministro Salvador Illa tardó cuatro meses en aceptar la realización de la auditoría. Su promesa se quedó en el cajón que abrió la ministra Carolina Darias tras su nombramiento, aunque los avances no fueron inmediatos. Nada ha impedido que el Gobierno durante todo este tiempo presuma de «buena gestión» de la pandemia, aunque sin la evidencia científica que permita sostener esa afirmación de Darias como respuesta a la vicepresidenta Yolanda Díaz cuando desveló que fue acusada de «alarmista» cuando a mediados de febrero de 2020 quiso «desplegar un montón de medidas» frente a la covid.
El origen del informe
El informe ni siquiera fue idea del Gobierno de España, sino que éste -a través de Sanidad- respondió al reclamo de un grupo de científicos españoles que, en agosto de 2020, publicó una carta en la revista The Lancet. Esta pedía que un panel de expertos internacionales y nacionales llevara a cabo una «evaluación independiente e imparcial» de la gestión de la crisis sanitaria; no como un mecanismo para «distribuir la culpa», sino para identificar las áreas del sistema público en las que se debían adoptar mejoras. En esas fechas, España era el octavo país del mundo con más fallecidos por covid-19: más de 28.500 personas habían perdido la vida por el virus.
Entre los firmantes de aquel escrito se encontraban Margarita del Val, viróloga e inmunóloga del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa; Rafael Bengoa, exconsejero de Salud vasco y asesor de la reforma sanitaria del presidente de Estados Unidos Barack Obama; Carme Borrell, gerente de la Agencia de Salud Pública de Barcelona; Daniel Prieto-Alhambra, farmacoepidemiólogo de la Universidad de Oxford, y Carles Muntaner, profesor e investigador de la Universidad de Toronto.