España es el cuarto país de la UE con más vuelos en jet privado
Los vuelos privados que salieron de España el año pasado provocaron 243.900 toneladas de CO2 , lo mismo que 162.567 coches
España es el cuarto país de la Unión Europea (UE) con más vuelos realizados en jets privados durante el año pasado, con un total de 45.633 vuelos (un 8% de Europa). Se trata de un 74% más respecto a los 26.239 de 2021. Y las emisiones de CO2 se han incrementado de 126.786 a 243.851 toneladas en esos dos años.
Así se recoge en un estudio encargado por Greenpeace a la consultora medioambiental neerlandesa CE Delft y publicado este jueves. La base del trabajo se fundamenta en datos de la empresa de análisis de aviación Cirium y están desagregados en 25 países, 22 de ellos de la UE, más Noruega, Reino Unido y Suiza.
En solo una hora, un solo jet privado puede emitir dos toneladas de CO2 en comparación con una persona promedio de la UE, que emite 8,2 toneladas en el transcurso de un año completo. Los vuelos privados que salieron de España el año pasado provocaron 243.900 toneladas de CO2 , lo que es igual a la media anual de emisiones de CO2 de 162.567 coches.
El de Palma fue el año pasado el aeropuerto de España con más tráfico de aviación ejecutiva, seguido por el de Ibiza. Ambos ocupan el puesto noveno y décimo de Europa, respectivamente, por número de movimientos. De Palma partieron 7.932 vuelos privados, por delante de Ibiza (6.606) y Madrid-Barajas (6.237). La ruta Ibiza-Palma se situó entre las 10 que mayor tránsito de aviones tuvieron el año pasado dentro de la red de Eurocontrol.
La ruta más corta de la aviación privada con 10 vuelos o más al año fue la que une Santiago de Compostela y A Coruña. Para cubrir esta distancia, existe un tren que sale con intervalos de 30 minutos en ambas direcciones y que tarda 30 minutos en realizar el trayecto que une las dos ciudades.
En el caso de Europa, el número de vuelos en jets privados aumentó el año pasado un 64% hasta alcanzar los 572.806, frente a los 350.078 de 2021.
Las emisiones de los aviones privados se duplicaron el año pasado hasta llegar a 3,3 millones de toneladas de CO2, el equivalente a las que emiten anualmente de media 555.000 habitantes de la UE. El 55% de todos los vuelos en jets privados en Europa durante el año pasado fueron vuelos cortos o ultracortos de menos de 750 kilómetros que, según Greenpeace, «podrían haberse realizado en tren o ferry sin suponer grandes aumentos en su duración».
Alternativas en tren
La investigación revela que los países con más vuelos en jets privados en Europa en 2022 fueron Reino Unido, Francia, Alemania y España. Los tres destinos más populares en el continente fueron Niza (Costa Azul), París y Ginebra, y las tres rutas más transitadas corresponden a París-Londres, Niza-Londres, París-Ginebra, dos de las cuales incluso tienen conexiones alternativas directas en tren de menos de 3,5 horas y múltiples servicios al día.
Las alternativas en tren para rutas de menos de 100 kilómetros son más numerosas. Algunos ejemplos son las de Maastricht a Lieja (Bélgica), cuyo trayecto en tren dura 32 minutos. La que une Bruselas y Amberes (también en Bélgica) puede sustituirse por un viaje en tren de entre 40 y 50 minutos.
La ruta entre Niza y Cannes (Francia) podría reemplazarse por el tren con un trayecto de unos 30 minutos. Un viaje en tren de unos 40 minutos podría sustituir los vuelos entre Ámsterdam y Rotterdam (Países Bajos). Una conexión directa en tren entre Ginebra y Chambéry (Francia) tarda alrededor de 79 minutos. El viaje en tren entre Zurich y Basilea (Suiza) dura alrededor de una hora.
Transporte «contaminante»
Los jets privados y las emisiones que producen no están actualmente regulados en la UE, y se encuentran excluidos de la legislación comunitaria, a pesar de que, según Greenpeace, conforman “la forma de transporte más contaminante, derrochadora de energía y menos equitativa por pasajero y kilómetro”.
Además, la práctica totalidad de la recarga de combustible en la navegación aérea está actualmente exenta de impuestos. Los jets privados causan entre 5 y 14 veces más emisiones de CO2 por pasajero que un avión comercial medio y 50 veces más que los trenes.