'Nanin', 32 delitos, 162 faltas y 100 sanciones: «Es el preso más violento que hemos tenido»
Sebastián Heredia acumula decenas de condenas y sanciones por delitos de atentado contra la autoridad, lesiones y daños mientras permanece en prisión
Treinta y dos delitos, 162 incidencias en prisión y más de 100 sanciones por su conducta en prisión ya dejan entrever que no se trata de un recluso cualquiera. En realidad, es uno de los más peligrosos que hay en las cárceles españolas: Sebastián Santiago Heredia. «Es la violencia en sí misma. Todo lo resuelve dando golpes, amenazando y agrediendo a trabajadores y reclusos», dicen sobre él los funcionarios de prisiones. Tras 15 años en prisión, atemorizando a personal y compañeros, ha creado su propio personaje, ‘el nanin’.
No crean que es por su baja estatura. Mide 1,85 metros y pesa casi 100 kilos. Nadie sabe bien por qué todos los reclusos le llaman así, pero todos le conocen con ese apodo. Pasa la mayoría de tiempo aislado en su celda. Las razones no son otras que su historial delictivo. Según su expediente, al que ha tenido acceso a THE OBJECTIVE, actualmente cumple pena por 22 delitos, y tiene otros 10 de antecedentes. La mayoría son faltas de atentado contra la autoridad, lesiones, daños y resistencia. A estos últimos, le acompañan dentro de prisión centenares de partes por insultos, amenazas, coacciones y agresiones a los trabajadores penitenciarios.
Entró en 2008 a la cárcel por un delito de robo con violencia. Desde entonces, salvó un lapsus en 2017, ha ido encadenando delitos entre rejas y cuando ha salido a los juicios para ser condenado una y otra vez. «Todo va bien hasta que le niegas algo que quiere. Entonces, empiezan los insultos, las amenazas y los golpes», explican funcionarios de la prisión zaragozana de Zuera, donde reside el recluso desde noviembre de 2022.
Ha pasado por la mitad de los centros penitenciarios españoles: Málaga I y II; Puerto II y III (Cádiz); Cordoba; Valdemoro (Madrid); Castellón II; Albolote (Granada); Sevilla II; Algeciras (Cádiz) y Murcia II, de la que salía hace cinco meses. En el caso de internos peligrosos, lo más normal es que Instituciones Penitenciarias los traslade cada seis meses para evitar conflictos en las cárceles. Quienes han tenido que trabajar en prisión con Santiago Heredia coinciden en lo mismo: «Es como si no tuviese apego a la vida, todo le da igual. Aunque es cierto que se cree mucho el personaje y se aferra él para montar escándalo».
Agresión a dos policías
La última agresión, sin embargo, la perpetró hace apenas una semana contra agentes de la Jefatura Superior de Policía de Aragón. Sobre las 12.30 horas del pasado miércoles 31 de marzo, el preso se rompió la mano tras dar varios puñetazos contra la pared al enterarse de que funcionarios iban a inspeccionar su celda, en la prisión zaragozana de Zuera. «¡Me cago en vuestra puta madre, a mi celda no entráis, os voy a matar uno a uno, putas perras!», profería contras los trabajadores mientras examinaban su habitáculo, aseguran las fuentes consultadas por este periódico.
Tras advertir la gravedad de los golpes, tres horas después, el médico de la prisión ordenó el traslado del interno al módulo penitenciario del hospital aragonés para que los facultativos atendiesen al recluso. Una vez allí, mientras dos policías se encargaban de custodiarlo en la habitación, Sebastián Santiago se lanzó a golpes contra contra ellos. Acto seguido, llegó a la celda una patrulla de la Unidad de Prevención de Reacción de la Policía Nacional. En ese momento, el preso cogió el gotero que tenía a su alcance y atacó a los agentes, que finalmente lo redujeron con sus escudos.
«Hoy nos llevamos a un funcionario por delante»
Dos agentes resultaron heridos, aunque de manera leve, tras recibir varios impactos con la barra de metal. El episodio, sin embargo, no quedó ahí. Al día siguiente, un grupo de agentes de Seguridad Ciudadana tuvo que regresar al centro hospitalario porque, según indican fuentes policiales, «el interno había ingerido cristales que había en el suelo de su celda». La Jefatura de Policía había previsto para esas dos jornadas un amplio dispositivo dada su extrema peligrosidad.
El interno malagueño, que permanece en el módulo de aislamiento, acumula más de 15 partes solo en los tres meses que lleva en la cárcel zaragozana De hecho, el mismo día de los hechos, según consta en su historial, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, el preso se conjuró con otros dos para, según él, «acabar con uno de los funcionarios». «Hoy no me dejéis solo. Hoy nos llevamos a un funcionario por delante. Hay que levantar esto como sea. Si estamos juntos los tres, no pueden con nosotros. Si no me seguís, os juro como que me llamo Santiago Heredia que os mato como voy a matar a estos perros», les amenazó.