Las pateras no cesan en Canarias pese al giro del Sáhara: llegan 800 magrebíes en siete días
Salvamento Marítimo rescató el pasado jueves a 223 personas que viajaban a bordo de cinco pateras procedentes de Marruecos y Mauritania
La inmigración no cesa en Canarias. En los últimos siete días, Salvamento Marítimo ha socorrido en la ruta migratoria hacia el archipiélago a casi 800 inmigrantes a bordo de distintas embarcaciones procedentes de las costas de Marruecos y Mauritania, según datos de esta entidad y las fuentes policiales consultadas por THE OBJECTIVE. Si la semana pasada estos servicios rescataron a 546 personas, el jueves pasado se batieron récords. Una jornada en la que se localizaron un total de cinco pateras, en las que iban a bordo 223 personas.
El primer rescate se produjo durante la madrugada, cuando la Salvamar Izar localizó una barca neumática con 53 ocupantes a unos 40 kilómetros al sureste de Morro Jable (Fuerteventura). En ella viajaban 42 hombres, 10 mujeres y un menor. Las tres siguientes fueron vistas poco después, a unos 31 kilómetros al sureste de Arrecife (Lanzarote). Los equipos de Salvamento llevaron a tierra a 117 inmigrantes. Le siguió una más, con 46 subsaharianos, también durante las primeras horas del día, al noroeste del municipio lanzaroteño de Órzola.
El incremento de los flujos migratorios en las islas españolas se produce justo un año después de que el Gobierno de Pedro Sánchez hiciese público su apoyo el plan de autodeterminación marroquí para el Sáhara Occidental, en un giro histórico de la política exterior española. El acuerdo que rubricó Rabat y Madrid ha cambiado por completo el escenario migratorio en España. Este era, precisamente, uno de los puntos a los que se comprometió Mohamed VI, el de un mayor control fronterizo por parte de la gendarmería marroquí.
Hasta ahora, los datos muestran un descenso del 62,2% en las llegadas a Canarias, que hasta hace ocho meses era el principal foco migratorio del país. La oleada de pateras que han llegado a las costas canarias en la última semana, no obstante, supone un retroceso en la estadística, ya que la isla ha recibido un 63% de llegadas de pateras menos que en 2022, sin embargo Lanzarote ha recibido más. Este repunte en estas fechas es habitual por el fin del Ramadán , y por las condiciones de navegación.
Desde JUPOL lamentan que detrás de las cifras globales no se atiendan las particularidades de plantillas como la de arrecife, «cuyo catálogo de puestos de trabajo está desfasado y el volumen generado por el incremento de embarcaciones e inmigrantes afecta a las condiciones de trabajo de los policías, especialmente a los destinados en la Brigada de seguridad ciudadana que ven reducida su función a custodias, teniendo problemas reales para tener de forma permanente vehículos policiales en la calle». Por ello es que desde el sindicato mayoritario de la policía piden un refuerzo de personal que ayude a afrontar la presión migratoria en la isla, «cuyo catálogo no está preparado ni pensado para las actuales necesidades policiales del territorio».
Andalucía y Baleares
En paralelo, Andalucía y Baleares también han tenido un repunte de inmigración en la última semana. Según fuentes policiales, el pasado viernes 21 de abril arribó a las costas de Algeciras un patera con 50 inmigrantes; en Almería, en la zona del Cabo de Gata, durante ese fin de semana, también llegaron otros 35, procedentes de Argelia. Este jueves, además, Salvamento Marítimo también rescato a 35 personas, en las costas de Barbate, Algeciras (Cádiz), Motril y Almería, todos ellos de origen magrebí.
La ruptura de relaciones diplomáticas entre el Estado argelino y España tras el giro del Sáhara Occidental también ha tenido consecuencias en el asunto migratorio. Tanto es así que el sur de la península y Baleares son ahora las zonas españolas que más inmigración reciben. Los datos evidencian que los flujos migratorios procedentes de este país se han disparado en los últimos cuatro meses. La llegada de inmigrantes ha crecido un 48,4% (2.516 llegadas) si se compara con el mismo periodo del año anterior (1.695), según la última estadística del Ministerio del Interior.
Por otro lado, en lo que llevamos de 2023, 2.516 inmigrantes, en su mayoría argelinos, indican fuentes policiales, han arribado a la península y Baleares, frente a los 2.376 que han llegado a Canarias procedentes de Marruecos: casi un 6% más. Esta tendencia, no obstante, ya se evidenció el año pasado. Baleares cerró 2022 con el peor dato de inmigración irregular de la serie histórica: 2.637 personas llegaron a bordo de 176 embarcaciones a las costas de Mallorca, Ibiza y Formentera, lo que supone un incremento de casi el 10% respecto a 2021, y un 420% si se compara con cifras anteriores a la pandemia.
Ceuta y Melilla
El cambio de postura con Marruecos sí ha contenido los flujos migratorios en Ceuta y Melilla. Las llegadas a estas dos ciudades autónomas por vía terrestre han diminuido un 77,1% respecto al pasado año, según las cifras de Interior. Ese descenso, no obstante, se ha notado especialmente en Melilla, que ha registrado solo 28 entradas —un 97% menos que en 2022— en los últimos cuatro meses.
En el caso de Ceuta, sin embargo, el cambio de tendencia no es tan significativo: la inmigración ha descendido solo un 1,2% —240 llegadas, frente a las 243 del curso anterior—. La presión migratoria, en cualquier caso, sí ha aumentado en esta región española. A primera hora del pasado viernes, 200 inmigrantes de origen subsahariano intentaron saltar la valla fronteriza que separa la ciudad autónoma de Marruecos. La Gendarmería marroquí, no obstante, contuvo al grupo antes de que llegase a al perímetro.
En 2022, pese al cambio de posición con el Sáhara Occidental, la inmigración sí creció en Melilla y Ceuta. En la primera, creció un 47,9%, y en la segunda, un 7,6%, dejando a un lago a los 2.000 inmigrantes que intentaron cruzar las aduanas del barrio del Barrio Chino en junio de 2022. La presión migratoria en la frontera melillense registró récords. Frente a los datos del departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska, que muestran a aquellos ciudadanos que logran entrar a España, la Delegación del Gobierno de Melilla cifra en 8.000 inmigrantes los que intentaron saltar la valla en marzo y junio.