La policía impide enfrentarse a manifestantes pro y anti okupas en una Bonanova en tensión
Desokupa había caldeado el conflicto vecinal en La Bonanova, en la parte alta de Barcelona, al anunciar que esta noche desalojaría por la fuerza a los 150 okupas
Un amplio dispositivo policial, integrado por casi 380 mossos d’esquadra y urbanos, ha impedido enfrentamientos entre manifestantes a favor y en contra de los okupas en una tarde de alta tensión en la plaza Bonanova de Barcelona, coincidiendo con el inicio de la campaña electoral.
Apenas 200 metros separaban a las dos concentraciones antagónicas: la convocada por grupos de apoyo a las casas okupadas de la plaza Bonanova El Kubo y La Ruïna, y la contraria a los squatters, que ha reunido a algunos vecinos y, principalmente, a seguidores de la empresa de desalojos extrajudiciales Desokupa.
En vísperas de la campaña, Desokupa había caldeado el conflicto vecinal en La Bonanova, en la parte alta de Barcelona, al anunciar que esta noche desalojaría por la fuerza a los 150 okupas que habitan en las casas El Kubo -tomada en 2016- y La Ruïna -en 2019-, aunque acabó renunciando a intervenir en los edificios y anunció que únicamente se manifestaría «al lado de los vecinos».
Ello obligó a los Mossos d’Esquadra a diseñar un dispositivo especial para impedir altercados, lo que ha movilizado a 300 agentes -desde antidisturbios a policías de paisano- y a otros 80 de la Guardia Urbana.
Hacia las 19,00 horas los agentes han hecho su primera intervención para desalojar la plaza y aislar en uno de sus extremos a un grupo de 150 personas que se había concentrado frente a las casas okupadas para protestar contra los «squatters».
Poco después, intentaban avanzar hacia la plaza dos columnas de manifestantes de signos antagónicos: desde la plaza Lesseps partían los pro-okupas, unos 600 según la Guardia Urbana, y por la calle Muntaner arriba han marchado los seguidores de Desokupa, medio millar, que han coreado vítores a su líder Daniel Esteve e insultos a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, mientras cantaban «a por ellos».
Los manifestantes pro okupas, muchos de ellos con el rostro cubierto, han llegado hasta las casas ocupadas, no sin antes protagonizar un leve incidente con una línea de antidisturbios que han cargado contra algunos manifestantes para impedirles el paso por una calle que la policía había decidido cerrar.
Con las cabezas cubiertas con cascos de moto y atrincherados tras vallas metálicas, los okupas de El Kubo y La Ruïna, que lucían un cartel con el lema ‘Gobierne quien gobierne, seremos ingobernables‘, han recibido a los manifestantes entre gritos de solidaridad y consignas anticapitalistas.
A su vez, algunos vecinos han dirigido insultos a los okupas desde las ventanas de sus casas, a lo que los manifestantes anticapitalistas han respondido con consignas como «gente sin casa y casas sin gente» o «dónde está Desokupa».