La población marroquí ha aumentado un 136% en España en los últimos 20 años
La Fundación Disenso, ‘think tank’ de Vox, destaca que de los 872.759 magrebíes afincados en nuestro país la mitad están empadronados en Cataluña y Andalucía
La población marroquí en España ha pasado de los 370.000 en 2003 a los 872.759 en 2023. Esto es, un aumento del 136% en tan sólo una década. Así se extrae del informe Marroquíes en España: radiografía de una comunidad numerosa y potencialmente influyente, publicado este jueves por la Fundación Disenso, el think tank vinculado a Vox, tomando como punto de partida los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE). Este subraya, además, que en los últimos cuatro años Marruecos ha obtenido más de 120 millones de euros de nuestro país y 364 de la Unión Europea para «blindar las fronteras», mientras que el reino alauita sigue usando los flujos migratorios como herramienta para presionar a Estados y a la propia UE».
El documento, de 20 páginas, analiza la presencia en España de esta comunidad, su creciente implantación política y religiosa, y las políticas de influencia de Marruecos. Un análisis exhaustivo que se justifica en el llamamiento realizado a principios de abril por Enaam Mayara, presidente de la Cámara de Consejeros marroquí, para que todo magrebí afincado aquí coadyuvara a defender los intereses de Mohamed VI «formando un lobby para ello». También en la «nueva relación» con el país vecino propiciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que avaló las tesis marroquíes sobre la «marroquinidad» del Sáhara Occidental.
En primer lugar, el informe de Disenso destaca que de los 872.759 marroquíes afincados en nuestro país, la mitad están empadronados en Cataluña (238.192) y Andalucía (157.113). El texto también apunta a Murcia como tercera región en este índice (89.914 empadronados) y al País Vasco, donde «los marroquíes constituyen la primera comunidad de extranjeros, cifrados en 2019 en 22.000 de un total de 151.000, habiendo crecido un 16,4% desde el censo de 2015».
La fundación que preside Santiago Abascal recuerda, en este contexto, que Marruecos recibe «ingentes cantidades de dinero para blindar las fronteras» tanto de la Unión Europea como de España «en la dimensión bilateral»: «En 2019 obtuvo 140 millones de euros de la UE: 70 en aportación directa a su Presupuesto y los otros 70 en materiales varios, entre los que se incluían 1.300 vehículos de vigilancia, lanchas, radares y sistemas informáticos. España, por su parte, entregó 32 millones también durante el año 2019, y 30 millones anuales en 2020, 2021 y 2022».
El informe también apunta a cómo el Ministerio de Asuntos Exteriores marroquí «viene desarrollando una estrategia bien hilvanada, amplia y profunda, para tratar de controlar a sus ciudadanos en el extranjero». En España, lo haría a través de los Amicales, órganos de carácter asociativo que, en general, se organizan desde los Consulados del Reino, como la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (Feeri).
Creciente influencia marroquí
En este sentido, la publicación hace un repaso de la influencia marroquí tanto en la esfera religiosa -a través de la Feeri- como en el ámbito laboral (a través de la Asociación de Trabajadores Marroquíes en España, Atime, que ha llegado a recibir subvenciones de hasta 620.000 euros) o político (a través de formaciones como el Partido Andalusí, apadrinado por un nieto de Blas Infante o por activistas marroquíes vinculados a grupos separatistas vascos y catalanes).
Esta influencia, arguye la Fundación Disenso, debe recordarnos «la necesidad de ser vigilantes frente a la diseminación de las ideas y de las políticas de influencia por parte de los actores islamistas marroquíes». A este «riesgo interno» se sumaría, siempre según el informe, «el creciente posicionamiento de sectores del mundo empresarial nacional, que buscan ablandar la situación con Marruecos para que sus intereses particulares puedan verse favorecidos».
Cifras de yihadistas
Por último, el informe repasa las crecientes cifras de yihadistas marroquíes (o de origen marroquí) en suelo español. Y es que sólo en 2022 se produjeron en España 46 detenciones de yihadistas, todas ellas en Cataluña, Ceuta y Melilla, siendo la mayoría de ellos de origen magrebí.
Como conclusión, el documento apunta que «el conocimiento profundo que a España le da la experiencia acumulada de su vecindad doble, con Marruecos y con Argelia, nos debería permitir ser capaces de transmitir con claridad los riesgos y las amenazas a las que Europa se enfrenta hoy y se enfrentará en el futuro en esta vecindad meridional, evitando con ello caer en manipulaciones y tergiversaciones como las que Marruecos viene siendo capaz de transmitir, con éxito, desde hace décadas».