La Guardia Civil se queda sin directora otra vez: González deberá dimitir por ir en listas del 23-J
González dimitirá 12 semanas después de que su predecesora, María Gámez, dejara su cargo por la imputación de su marido en una trama corrupta
La Guardia Civil se quedará sin directora otra vez. Dos meses después de tomar posesión como nueva responsable del Instituto Armado, Mercedes González dimitirá de su cargo la próxima semana tras confirmarse que ira como ‘número 10’ en las listas del PSOE por Madrid para las elecciones generales del 23 de julio. La Ley Electoral no le permite concurrir a los comicios porque su cargo, el de directora general de un departamento, resulta inelegible. Será la directora de Benemérita más breve de la historia.
Su dimisión se producirá tan solo 12 semanas después de que María Gámez dejase su cargo. La exdirectora anunció su renuncia tras la imputación de su marido por el desvió de fondos públicos a empresas a su nombre en una pieza vinculada al caso de los ERE en Andalucía. «Una decisión, pero la única posible para alcanzar dos objetivos: proteger a la familia y al Instituto Armado», señaló Gámez en su comparecencia.
González se marchará del Instituto Armado sin apenas haber tomado contacto con la institución. De hecho, según señalan fuentes de la Benemérita, en los dos meses como responsable de la misma no «ha mostrado intención alguna de reunirse con las asociaciones profesionales» ni «en conocer los problemas de los agentes». Estas mismas fuentes critican, entre tanto, que este «movimiento» es un «claro indicador» de la «politización del Cuerpo», pues se trata de la primera vez que un director de la Guardia Civil deja su puesto para ir en una listas electorales.
Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles, en cambio, valoran que la actual responsable deje deje su cargo para «ser candidata» y «hacer política», ya que continuar en el puesto «sería un problema para mantener la neutralidad política». «Los agentes necesitan una persona que asuma la Dirección General con decisión y que afronte los cambios que necesitan los hombres y mujeres que integran la institución. Esperamos que quien tome el próximo relevo traiga estabilidad en este cargo».
¿Quién la sustituirá?
La incógnita por despejar ahora, precisamente, es quién sustituirá a Mercedes González al frente del Instituto Armado cuando quedan menos de 50 días para que termine la legislatura. Salvo cambios, la jefa de la Guardia Civil dimitirá a principios de la semana próxima, poco antes de que el miércoles 14 de junio las listas electorales se publiquen en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Para entonces el Ministerio del Interior habrá tenido que tomar una decisión. Si, por un lado, designa a un nuevo director o directora, o si el actual secretario de estado de Seguridad, Rafael Pérez, asume esas competencias, puesto que no va en ninguna lista para los comicios.
Pese a que es la primera vez que la máxima autoridad del Instituto Armado dimite para presentarse a las elecciones, otros, en su misma posición, también lo intentaron en anteriores gobiernos. Según las fuentes consultadas por este periódico, en el primer Gobierno de Mariano Rajoy, entre 2011 y 2016, los directores de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, Ignacio Cosidó y Arsenio Fernández de Mesa, respectivamente, «querían ir a toda costa en las listas para que no les cesasen».
Moncloa, señalan estas mismas fuentes, paró este movimiento porque «entendieron que dimitir por ir en las listas era un gesto muy poco respetuoso con la Policía y la Guardia Civil».
Corrupción en la Guardia Civil
La dimisión de Gámez y la inminente de González coincide en el tiempo con dos casos de corrupción que afectan de lleno al Instituto Armado por los que se investigan a distintos mandos. El caso Mediador sacude los cimientos del PSOE. Esta trama extorsionaba presuntamente a empresarios con el objetivo de empujarles a pagar grandes sumas de dinero para poder acceder a contratos públicos, fondos europeos u oportunidades en la Administración.
Los pormenores de este grupo criminal, con base en Canarias y Madrid, van desde un general de división retirado de la Guardia Civil, Francisco Espinosa hasta diputados socialistas en fiestas exclusivas con drogas y prostitutas, hasta altas horas de la madrugada en plena pandemia, con la movilidad reducida para el resto de los ciudadanos, como el caso de Juan Bernardo Fuentes Curbelo.
Por otro lado, esta el ‘caso cuarteles’, en el que un juzgado de Madrid investiga una serie de posibles irregularidades en reformas y reparaciones en hasta 13 cuarteles de la Guardia Civil. Y por la que están investigados dos mandos del Instituto Armado: Pedro Vázquez Jarava, ex subdirector general jefe del Mando de Apoyo; Carlos Alonso, exjefe de la Comandancia de Ávila.
El constructor encargado de las obras de reforma para esas comandancias, Ángel Ramón Tejera de León ‘alias Mon’, reconoció ante la unidad de Asuntos Internos de la Benemérita que facturó por servicios que nunca llegaron a ejecutarse. Un empresario que al mismo tiempo está vinculado al otro caso de corrupción en la Guardia Civil que investiga el Juzgado de Instrucción número 4 de Tenerife.